Opening

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¡Maldicion! ¡Maldicion! ¡Maldicion!

Golpeo vigésima mes el volante, tengo tanta rabia. ¿Cómo deje que pasará esto? ¿Cómo demonios deje que esto llegara a este punto? ¡Demonios! Vanessa esta súper decepcionada, triste y furiosa.

No es para menos, yo lo estuviera si me hubiese pasado lo mismo. ¡Soy un imbécil! Uno de talla mundial, deje que las cosas llegaran hasta este punto y ahora me toca asumir las consecuencias de mis actos. Temo perderla, hací como reaccionó por esto puede reaccionar peor si se llega a enterar de lo que soy.

Juro que voy a matar a Ethan, voy a arrancarle la cabeza. Digo mientras parqueo el auto en frente de la mansión y apago el motor. A velocidad vampírica llegó hasta la puerta y entro al vestíbulo.

Camino hasta la licorera y me sirvo un trago de Whisky. Esto me controla un poco, admito y sirvo de la botella. Necesito aclarar mis ideas, Ethan esta en Greenville y las intenciones ya las se. Vino para joderme la existencia. Bebo rápidamente y empiezo a servirme otro.

-¡Alex! -Escuchó a Alaric. -¿Estas bien? -Inquiere preocupado.

Alaric, se me había olvidado que también fue víctima de los juegos de mi hermano.

-Bien. ¿Tú lo estas? -Lo observo detalla mente para verificar que no tenga heridas.

-Si. -Responde. -Ya te encontraste con la sorpresa.

-Por su puesto. -Afirmo irónicamente. -La gran aparición de Ethan, ¿es típico no? -Termino de beber lo que queda en el vaso. -Hace lo que quiere. -Continuo. -Obtiene lo que quiere. -Le digo mientras me sirvo otro trago. -En fin es Ethan... -Tomo de una mi último trago de Whisky.

-Alexander...

-Ahora no Alaric, ahora no quiero hablar del asunto. -Dejo el vaso en la mesa del bar. -Me alegra que ese degenerado no te hiciera nada. -Camino a las escaleras para subir a mi habitación.

Quisiera descansar, esta noche a sido un desastre, ¿Cómo voy a ser para explicarle a Vanessa? Para ella ahora soy un mentiroso, defraude su confianza y ahora no quiere ni verme.

Entro a la habitación, me quito la chaqueta de una y la lanzo por un lado. Me siento en la cama, ¿Qué voy a hacer? ¿Qué puedo hacer? Esto no puede estar pasando, Ethan no puede estar aquí.

-Tanto te alegra mi regreso hermano. -Giro la cabeza en dirección a Ethan.

Lo observó, esta de pie en la entrada de mi balcón.

-¿Qué haces aquí? -Espeto airado.

-Visitándo a la familia. ¿No vez? -Hace una pausa. -Estoy en mi casa, tu casa y la casa de nuestro tío Alaric. -Lanza una risa burlona. -Nuestro tío...

-¿Qué haces aquí? -Repito entre dientes. -No vengas con alardes de esos, tú no vienes a visitar a tu familia.

-Pues... Yo vine a visitarte.

-Sabes que es mentira. ¿A que viniste? -El tono de mi voz es mas fuerte ahora. -A ti nunca te a gustado este pueblo, es mas, lo odias, odias los pueblos pequeños. -Empiezo a exasperarme. -¡Largate de aquí Ethan! -Espeto airado. -No tienes nada que hacer aquí.

O si, joderme la existencia.

-¿Cómo que no tengo nada que hacer aquí? -Frunce el seño. -Yo cumplo mis promesas y prometí hacerte la existencia miserable. -Sonrie. -Así que, mirame.

-Vete.

-A ti tampoco te gustan los pueblos pequeños. -Habla nuevamente. -¿Qué cosa te hizo regresar? -Vacila por unos segundos. -Es raro que decidieras repentinamente regresar cuando tú también odiabas este pueblo y juraste no pisarlo mas. -Sus ojos empiezan a mirarme inquisitivos. -O mas bien quien te hizo cambiar de opinión.

-Dejarlo ir. -Mascullo entre dientes.

-Vanessa ¿Cierto? -Sonrie. -Ya tuve el placer de conocerla y valla, es muy hermosa. No has perdido tus buenos gustos. Sin embargo, -Frunce el ceño. -No puedo evitar ver el pequeño parecido que tiene con Brithanie. -Termina y noto sarcasmo en sus palabras.

-No te metas con mi Vanessa. -Le advierto. Me coloco de pie en frente de él. -Ella no es Brithanie.

Me esta colmando la paciencia, no se cansa de joder. Estoy furioso, las manos se me cierran formando puños, no puedo permitir que me vea en este estado, no puedo darle el gusto de descontrolarme. No sentía esta sensación desde hace tantos años, no puedo perder mi control.

-Sabes elegir. -Interrumpe mis vacilaciones. -Por otro lado ¿Cómo haces con los problemas de autocontrol? ¿Whisky? ¿Ejercicio? ¿Sigues comiendo ardillas? -Me invade con varias preguntas. Siento un golpe en el hombro. ¿Ah? -Urge. -Sigues con esa idiotez. -Me mira con diversión, y no cualquiera. -Vamos como los viejos tiempos. -Dice.

-Basta.

-¿No tienes ganas de probar sangre de verdad? -Su pregunta retumba en mi cabeza.

Me esta tentando. Tengo mas de medio siglo sin consumir sangre humana. Empiezo a sentir espasmos por todo mi cuerpo, la garganta me arde. Es la sensación de la sed. No puedo creer que haga esto en mi, no puedo permitírselo, no voy caer en su juego.

-O ya se, -Propone y otra sonrisa irónica se dibuja en su rostro. -Deseas a Vanessa. Ve por ella. -Golpea de nuevo mi hombro. -¡Vamos los dos juntos! -Me invita y pongo los ojos en blanco.

Lo peor de todo no es su invitación. Lo peor de todo es que en lo mas
Profundo de mi ser deseo hacerlo. No es un secreto para mi que desde que la conocí he luchado por no hacerle daño, eh luchado con mis deseos. Su sangre recorriendo por mi garganta, saboreándola en mi boca. Es excitante pensar en ello. Siento que el monstruo vuelve a apoderarse de mi. Probar sangre humana... Me exita la idea. Seria perfecto ir, solo seria una probadita... Entonces vuelvo en si, abro los ojos como platos, ¡esto es lo que quiere!

¡Basta! ¡Basta! ¡Basta!

-¡BASTA! -Suelto un gruñido. Y me abalanzo contra Ethan.

Siento el impacto mientras atravesamos la ventana, escuchó los cristales romperse. Caemos impactando con el piso. Ethan se incorpora rápidamente del suelo. Lo busco con la mirada. ¡Es rápido! Y mas fuerte que yo.

Entonces sale de las sombras.

Suspiro.

Poco a poco voy recuperando mi postura, no pensé que después de tantos años de control reaccionara así. Sin embargo, es mejor que dejarme llevar por sus fascinantes consejos.

-Debo admitir que me impresionaste, lo lunático te queda bien. -Dice tranquilamente. -Valla que diste miedo. -Se acerca a mi y ofrece su mano.

Observó con cautela. Ethan me quiere enloquecer y creo que lo va a lograr. Me limpio las manos y sacudo mi remera. ¡Mi anillo! Miro rápidamente a Ethan.

-¿Buscas esto? -Pregunta y muestra el anillo.

Asiento.

-Toma. -Agarro su mano extendida y me coloco en pie. -Es tuyo. -Tomo el anillo y me lo coloco en el dedo.

Entonces siento que impacto nuevamente contra el piso y la razón el puño de Ethan en mi rostro.

-Esto es para que tes cuenta que soy mucho mas fuerte que tú. -Se inclina. -Bebo sangre humana. -Se incorpora y se aleja de mi. -¡Saludame a Alaric! -Lo escuchó mientras se marcha.

Siento un dolor punzante en el cuerpo. No va a descansar y lo peor es que no se va ir de Greenville. No hasta hacerme pagar todo...

Dark ShadowsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora