Capítulo 7: Los cinco campeones

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No fue hasta la tarde siguiente cuando los trece alumnos entraron al gran comedor con sus papeles, los nombres escritos, no fueron en fila ordenada, como los alumnos de Hogwarts solían verlos, sino que entraron casualmente en grupos, con Rómulo di Marco delante con su mejor amigo.

Ambos chicos llegaron al cáliz con sonrisas en la cara, mientras dejaban sus nombres, y poco a poco, todos los alumnos habían dejado los nombres a la suerte del cáliz, que los había aceptado todos.

- ¿Es normal que estéis todos mirando cuando ponemos nuestros nombres? – Rómulo se sentó al lado de Ron Weasley y le miró con una sonrisa. – Parece una especie de teatro.

- Pues sí, la verdad, me he sentido observada. – Lía se sentó al lado de Hermione y le sonrío, pero esta estaba estudiando de un libro y solamente la miró unos segundos. - ¿Habéis hecho esto todos los días?

- Bueno... - Ron miraba a Lía con las mejillas y las orejas rojas, y se miraba las manos con nerviosismo mientras intentaba responder.

- Solo unas horas. – Harry intervino, y la chica le sonrío mientras veía a varios alumnos aplaudir a los valientes que se atrevían a poner su nombre en el cáliz. – A veces se queda un poco bloqueado. – Lía le sonrío y asintió, viendo a sus amigas sentarse a su alrededor, mirando al cáliz.

Se escucharon varios aplausos desde el fondo de la sala, y entonces miró como los demás, los gemelos Weasley habían entrado con unos tubos en la mano y chocaban las manos con varios alumnos de Gryffindor, que los aclamaban.

- ¡La hemos traído! – George Weasley estaba delante del grupo sentado en una especie de gradas, en el cuál, Lía estaba en primera fila al lado de Hermione.

- Recién hecha esta misma mañana. – Su copia sonrío y enseñó los tubos de ensayo, entonces Hermione se giró y sonrío a Lía mientras ambas rodaban los ojos.

- No creo que funcione.

- No va a funcionar. – Ambas canturrearon a la vez, y los gemelos se dieron cuenta de su presencia, pero la única que los miró fijamente fue Lía, ya que Hermione se encerró en su libro, pegando la nariz.

- ¿No crees? – Lía se quedó mirando a uno de los gemelos (no le hizo falta diferenciarlos, sabía perfectamente que era George), mientras el otro flanqueaba a Hermione.

- ¿Y eso por qué, señoritas?

- Eso de ahí es una línea de edad, dibujada por Dumbledore. – Hermione la señalo y todos la miraron, era obvio.

- Y seguramente una poción de edad no engañe a nadie, una pena, hubiese sido divertido ver como os ibais cambiando para hacer las pruebas. – Lía hizo una mueca y se escuchó la risa de una de sus amigas, que tocaba el pelo de su amiga.

- Es absurdo, una persona como Dumbledore no se dejaría engañar por una triquiñuela como una poción envejecedora. – Hermione acabó por Lía y ambas se miraron, pero notaban a los gemelos demasiado cerca.

- Es por eso por lo que es genial, es rematadamente absurdo. – Fred comentó, y ambos se separaron de las dos chicas, subiendo a la primera grada.

- ¿Listo, Fred?

- Listo, George. – Ambas los miraron un segundo y rodaron los ojos, al igual que la mayoría de alumnos de Erenbragh. Dieron unas sacudidas a los botecitos de poción y se agarraron los brazos.

- Por nosotros. – Se bebieron la poción a la vez y saltaron al círculo, que los dejó pasar.

Ambos se miraron unos segundos y empezaron a pavonearse delante de todos los alumnos que los miraban con cara de asombro, al igual que los alumnos del colegio de Lía, y Rómulo, que aplaudía impresionado.

Purple Blood - George Weasley [#Wattys2015]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora