aunque tenga que encerrarte

casualidad

- ¿porque has dicho eso?
... Gaara calmate y explica me lo que sucedió- Sakura acarició maternalmente la espalda del pelirojo, este se hallaba en el suelo con la mirada pérdida y las lágrimas que amenazaban por salir de sus ojos aguamarina

-por dios....- profirió Gaara - ¿que he hecho Naruto?

FLASHBACK

Después del entierro de Naruto, Gaara estuvo destrozado, ¿que tan mala podría ser su suerte? Justo el día de su boda, de pie en el altar, le dan la noticia de que el amor de su vida ha muerto, es algo típico de película romántica pero también es algo que no pasa en la vida real mas que por la mera casualidad de este mundo, lamentablemente, la casualidad no siempre esta a nuestro favor

Al anochecer el pelirrojo no se pudo quedar mas tiempo en el cementerio por lo que a duras penas caminó a casa, sin ánimos de conducir porque probablemente se estrellaría pues su cabeza se hallaba en otro sitio, en ese momento, aunque Gaara hubiese preferido estrellarse para acabar con todo de una vez, no pudo hacerlo por la memoria de Naruto, estaba seguro que el rubio doncel armaría la tercera guerra mundial si se enteraba de que prácticamente se suicidó por él.

Siendo la vida como es, la casualidad actuó como uno de esos muchos giros que da el destino, Gaara se hallaba caminando por una carretera extensa, de noche , rumbo a la ciudad, había perdido la noción del tiempo, con la necesidad de pensar en soledad mientras sus pies le hacían desplazarse rumbo a su destino, escuchó el ruido de la bocina, giró su cabeza topándose con un deportivo plateado que en ese momento se había estacionado a su lado, ignorándolo Gaara siguió su caminata

El pelirrojo no volteo hacia atrás a pesar de haber escuchado como alguien se bajaba del auto, escuchó como la puerta era abierta pero no cerrada, eso si le dio un poco de intriga, saber quien seria la persona, pero lo que le hizo girarse fue el escuchar los pasos acercarse a el apresuradamente

En ese momento giro topándose con unos ojos obscuros que lo miraban con palpable preocupación mientras se acercaba a el

- Sai.....- profirió Gaara casi en un susurro mientras el mencionado se acercó envolviéndolo en un protector abrazo

- ¿sabes Gaara?- dijo Sai en medio del abrazo casi susurrándolo al oído del pelirojo- temari y kankuro están por tener un paro cardíaco, creen que te has tirado de un puente

- no soy tan estúpido- respondió Gaara enterrando su rostro en el pecho de Sai quien era unos cuantos centímetros mas alto, la carretera estaba desierta, había luna nueva por lo que la obscura vía era iluminada solo por las luces frontales del deportivo de sai- apenas pasara al otro mundo Naruto me volvería a matar por imbécil

- de eso estoy seguro- respondió Sai en tono burlón pero con un deje de tristeza en su voz- entra al auto, les avisaré a tus hermanos que ya te encontré

Como se lo ordenaron Gaara rompió el abrazo y subió rápidamente al asiento del copiloto, recostando su cabeza en el asiento mientras su cuerpo se relajaba, por su parte Sai tecleaba en su pequeño móvil de alta gama, le enviaría un mensaje a temari avisándole del estado de su hermano

Sin mas Sai subió al auto y arrancó, por el rabillo del ojo miró al asiento del copiloto notando al pelirrojo dormido, el azabache sonrió para si mismo poniendo otra vez sus ojos al frente.

Sai conoció a Gaara y a Naruto en la universidad, cuando estos ya salían, por una mera casualidad, algo tan simple como sentarse en la misma mesa durante el almuerzo al no haber mas puestos disponibles, el azabache al ser alguien antisocial se mantenía absorto en sus dibujos, estando solo en todo momento, incluso desde su nacimiento

........

Ya habían llegado al edificio de apartamentos donde residía Sai, en ese momento el móvil de Sai empezó a vibrar en su bolsillo, había llegado un mensaje, Sai estacionó el auto en el estacionamiento subterráneo del edificio, el mismo edificio que era propiedad de sasuke Uchiha, una vez estacionado apagó el motor del vehículo ,sacó el celular de su bolsillo y empezó a leer el mensaje no sin antes realizar una pequeña mirada furtiva al pelirrojo que se hallaba dormido a su lado