So, so good

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Me tomo mi dulce tiempo explicando exactamente lo que vamos a hacer, lo repito tanto que creo que incluso los más retrasados entendieron perfectamente, así que después de casi media hora, empezamos a buscar a nuestra compañera herida. Por supuesto yo soy quien la encuentra, porque todos los demás no saben nada de la vida, y me quedo parado a un lado de ella esperando que una sola persona se acerque a donde estamos, pero nadie lo hace por un buen rato así que me recargo en el árbol, observando a Crystal, desparramada en el suelo boca abajo, con la boca abierta. Siendo tan malcriada y mimada, me sorprende que se haya podido dormir aquí en la tierra sin nada de sombra que la cubra del sol.

—¡La encontré! —grita una niña gorda con grandes y muy hermosos ojos azules, haciendo que el resto de la manada llegue corriendo. No digo nada mientras observo cómo Crystal despierta mientras la niña gorda se encarga de checar sus signos vitales— está respirando y su corazón parece estar bien... supongo.

Me encojo de hombros cuando me mira, esperando mi confirmación, pasé mucho más del tiempo que debería explicándoles detalladamente lo que debían hacer, no pretendo ayudarlos más. Entre ellos deciden que la herida está viva y Taret se acerca para cargarla, moviéndola mucho y haciéndola gruñir su descontento. Si fuera de verdad una herida, no creo que hubiera sobrevivido la manera brusca y estúpida como el chico la cargó.

Caminamos de vuelta al campamento donde Tarot la deja sobre una mesa y luego pretenden llamar a una enfermera para que cheque a su compañera. Después de esa dramatización innecesaria, todos voltean a verme con ojos esperanzados, esperando que les diga que lo hicieron bien. Y lo hago, porque me sorprendieron bastante, creo que de haber sido una situación verdadera, Crystal hubiera sobrevivido.

Mi celular empieza a vibrar en mi bolsillo y sé que es Lesley, diciéndome que ya es hora de llevar a los mocosos al albergue. Les doy la noticia de que hoy estaremos alimentando y ayudando a gente sin hogar y varios de los malditos niños sin alma se quejan. Tomo nota de quiénes son para ser más duro con ellos y debo decir que me sorprendo bastante cuando veo que Crystal no es una de ellos.

Cualquiera lo esperaría; yo lo hacía, estaba esperando que se pusiera a llorar de lo injusto que es ir a alimentar gente fea y pobre y blablabla, todo eso que dice cuando algo no le parece, pero en lugar de eso está platicando normalmente con sus dos únicos amigos. Las dos únicas personas que la soportan.

Nos toma una hora llegar al albergue, Lesley llegó en la mañana para hacer todos los arreglos, conseguir la comida, ropa, etc.

Empiezo a darles instrucciones en cuanto entramos, recalcándoles que sean amables y respetuosos. Separo a todos de dos en dos hasta que...

—¿Se puede de tres? —pregunta Crystal, levantando su mano como si estuviéramos en la primaria con una tímida sonrisa en su cara. Entrecierro mis ojos hacia ella. Ahora gracias a su estúpida petición tengo que rehacer los estúpidos equipos.

Minutos después me doy cuenta de que no tenía que hacerlo. Pude haberle dicho que no... como sea, es muy tarde ahora, ya están todos en sus asuntos.



{ Crystal }



Justin nos dio la tarea a mí, Eva y Xavier de repartir algo de la ropa, zapatos, juguetes y demás cosas que compraron para estas personas y estoy emocionada de hacerlo. Hace dos años fuimos a Africa a ayudar niños que no tenían absolutamente nada y me he sentido bien conmigo misma por eso desde entonces. Hacer otra acción caritativa me volverá a dar ese sentimiento de ser una tierna alma dadivosa, lo cual me pone de buen humor. Alguna de la gente aquí está muy sucia pero intento esconder mi asco lo mejor que puedo.

Dear Sergeantحيث تعيش القصص. اكتشف الآن