Parte 29

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  Sucio, y desordenado. Jung Kook siempre ha sido limpio, ordenado... me sorprende que esté así sólo por esto.

Dejé mi bolso en el mueble, y me saqué mi chaqueta.

Caminé donde él aún estaba en el suelo, tapando sus ojos. Me puse de cunclillas y me acerqué a su rostro.

-Hueles asqueroso- dije arrugando mi nariz. Sólo había olor alcohol en su cuerpo.

Jung Kook rió.

-Gracias- dijo aún con su voz ronca. Miré su pijama, pantalón gris, que caía tan malditamente sensual en sus caderas. Suspiré tratando de concentrarme en otra cosa.

-Vamos, levántate- dije mientras tomaba sus manos, él las aceptó y comenzó acariciarlas. Suspiré y rodé los ojos al sentir como acariciaba mis manos. - Jung Kook, ¡ayúdame y levántate!- dije ya molesta. No quería que me hiciera cariño cuando yo sólo había venido hablar.

Se levantó muy lentamente y se tambaleo un poco. Suspiré frustrándome. Nunca había liado con un borracho. Me puse a su lado, con mi brazo derecho rodee su cintura, y con la otra mano, pasé su brazo izquierdo por mis hombros, y lo ayudé a caminar hacia el baño, ahí se iba a quedar hasta que vomitara todo el puto alcohol.

Lo senté en el mueble al frente del espejo, y tomé un paño, lo mojé, volví hacia Jung Kook, quién no dejaba de mirarse en el espejo con un ceño fruncido. Él estaba muy pálido. Suspiré y me puse adelante de él para que dejara de verse. Puse mi mano en su mentón para levantar su mirada hacia mí, y le comencé a pasar el paño mojado por su rostro, y él sólo me veía a mí.

Miré sus ojos, sin brillo, sin ese brillo particular que tanto lo caracterizaba, pero él me miraba, y sus pupilas se dilataban. Miré esos ojos que me tienen embrujada. Comencé a pasar el paño por su mentón, luego por sus labios, sus mejillas, terminando por su frente.

-Ahora te pararás, y vomitarás todo el alcohol- dije. Jung Kook me miró confundido, y entonces ahí estaba. La borrachera.

De inmediato se volvió buscando en donde poner todo lo que tenía que botar. Lo guíe rápido hacia la taza y él comenzó a vomitar. Puse mi mano en su espalda y comencé acariciarla, él sólo vomitaba. El olor era insoportable, pero no me iba a ir de ahí hasta que estuviera bien.

Busqué una toalla en el baño para pasarsela y que se secara. Eso hizo al momento de detenerse por completo y dejar las arcadas atrás. Se sentó en la taza y se pasó la toalla por su rostro cerrando los ojos.

Fui hacia la ducha y puse el agua, tomé la temperatura apropiada y puse un tapón para que el agua no se fuera. Me paré en frente de él, Jung Kook me miró entrecerrando los ojos. No me gustaba verlo así.

-Cuántas latas de cerveza tomaste?- dije al momento de poner mis manos en su torso para mover hacia abajo.

-No sé- dijo hablando despacio, lento. Suspiró en el momento en que puse mis manos en el elástico del pantalón de pijama. Él sonrió pícaramente y yo negué con la cabeza.

-No es lo que crees- dije para luego sonrojarme.

-Yo no creo nada- dijo, al parecer podía hablar mejor ahora.

Bajé sus pantalones y traté de no distraerme con sus bóxers ahí. Suspiré cuando me agaché para sacarlos de ahí, él levantando cada pie para sacarlos completamente.

-Ven, ve a bañarte- dije. Jung Kook comenzó a caminar hacia la ducha y se mareo. Rodé los ojos y corrí hacia él para acompañarlo.

Se paró y me miró, pude ver la duda en sus ojos.

-No me baño con bóxers- dijo. Yo asentí viéndolo sin saber qué hacer.

-¿Quieres qué te los baje?- le pregunté mirándolo con una ceja levantada, y vi un lento rubor en sus mejillas.

OMEGLE | Jeon JungkookOnde histórias criam vida. Descubra agora