Chris & Dylan

cuarenta y seis. [parte uno]

Chris esperaba tener otra charla con Dylan. Por un lado, le hacía sentir que le importaba, y por el otro, le daban ganas de gritarle que pare de una vez por todas. 

Aunque sabía que nada de eso pasaría, porque ella estaba ayudando a preparar el baile.

Y tenía razón, no fue nada así. Porque en lugar de eso, se encontró con una escuela llena de carteles que decían "vote 4 Chris y Dylan para el baile"

Arrancó uno de la pared, y lo leyó completo. Junto a eso, había una foto de ellos dos juntos, que ni siquiera sabía que existía. Lo guardó en su mochila y siguió caminando, quería encontrar a Dylan más tarde y hablar sobre eso. En su camino, no hizo más que ver decenas de esas fotos por todos lados, y la gente no dejaba de decirle cosas como "cuenta con mi voto" o "¡son muy lindos juntos!"

Y en eso se basó todo su día.

Había intentado entrar al gimnasio (donde se estaba preparando el baile), pero no lo dejaron pasar, así que no logró hablar con Dylan.

Cuando salía de la clase de química, Leo se acercó a hablarle.

—¡Chriiis! ¿Qué opinas de todo ésto? —preguntó él, entusiasmado.

—¿A qué te refieres...? Ah, ¿hablas de los carteles que están por todos lados? —insinuó, luego de mirar alrededor suyo, pensando <<pf, si, no podría ser otra cosa>>

—No creo que pueda ser otra cosa —contestó Leo, obviando su respuesta.

—Bueno, eh, es muy... lindo. demasiado, tal vez; pero Dylan y yo ya no hablamos. Estuvimos peleando bastante estos días, y creo que lo último que ella querría sería ir conmigo al baile.

  <<Claro que ella si quiere eso, tonto, ¿qué estuvo diciéndote todo este tiempo?>> pensó.

—¡Lo hice todo yo!

—¿Hiciste qué? —preguntó Chris, sorprendido.

—Bueno, en realidad no lo hice yo, algunos chicos más del curso me ayudaron, y otros del cuarto año, pero la publicidad... —empezó a decir Leo, pero Chris lo interrumpió.

—Leo, de verdad, esto es genial. Tú y los demás se esforzaron demasiado...

—Los carteles... —continuó Leo.

—... pero no iré al baile —finalizó Chris.

—¡¿Qué?! No. No hay un baile sin un rey —insistió Leo —. ¿Estás diciendo que hicimos todo esto por nada? Chris, las copias no son gratis...

—Leo...

Él lo miró suplicante, y Chris supo que no tenía otra opción.

—A veces creo que eres una chica por dentro —le dijo Chris, y se rió.

—¿Eso es un si? Porque lo tomaré como uno.