Capitulo 3

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Narra Mariano.

Me desperté temprano para ir a desayunar, me puse una remera negra, unos pantalos negros y unas zapatillas blancas Topper. Saludé a Nicolas y salí del colegio, me dirigí hacia el gimnasio como todas las mañanas. Al llegar fuí a la maquina de correr y estube un rato allí, el calor ya me estaba llegando al cuerpo, así que me saqué la remera y seguí corriendo.

 2 horas más tarde

Volví al colegio y escuché una voz hermosa.. así que me dirigí hacia donde venía el sonido, y allí estaba ella. Sentada sobre el escenario, con los ojos cerrados cantando. Llevaba un top rosado, que dejaba ver su ombligo, le quedaba realmente sexy. Unos shorts turquesa y unas vans blancas, El cabello suelto, y sus ojos delineados de forma que hacia que sus ojos sean aún más bellos. Dirigí mi mirada hacia sus labios, color rosa suave, esos labios.. los más lindos que había visto en mi vida, carnosos y con un color realmente bonito. No sé como aguanto la tentación de besarla. Pero algo tenía que hacer, me gustaba de verdad, y quería conquistarla, no me importaba nada más.

Me acerqué hacia ella y me senté a su lado.

-Hola preciosa. - Dije sonriendo.

-Ho-hola profesor, necesita algo? - Dijo extraña.

-Cantas muy bien, sabes?. - Dije acercandome. Noté que estaba poniéndose nerviosa.

-Si? Gracias. - Dijo sonriendo.

Nos miramos unos segundos, agarré uno de sus cabellos y lo pasé por detrás de su oreja, me acerqué un poco más. Ella se sonrojó, yo sonreí y ella miró hacia abajo. Luego seguimos hablando con naturaleza.

A la noche

-Van a salir mañana, es fin de semana, recuerdan? - Nos dijo Eugenia.

-Si, yo voy a irme con mis padres. - Dijo Natalia.

-Yo creo que también, aún no sé bien que haré.

-Si quieres podemos salir a divertirnos.. - Dijo Eugenia.

-Si talvés el domingo.

-Vale. - Dijo ella.

Fin de semana: sabado.

-Hijita!, cómo estás miamor?. - Preguntó mi madre acercandome y dando muchos besos por todo mi rostro, diuu odiaba que hiciera eso!. Le alejé.

-Ya para!.. Emm y que vamos a hacer? - Pregunté.

-Ya veremos, Ahora a comer - dijo ella.

-Vale. - acepté.

Comimos, tomamos mates, canté para ella y ya se había hecho de noche. Me dirigí a mi cuarto y caí en la cama, no pasaron ni dos minutos porque yo ya estaba dormida.

Me desperté por el sónido del celular. Atendí.

-Ho..ho..la?. -Dije medio dormida.

-Prima estás bien? - dijo preocupada.

-Ah si, perdona esque estoy media dormida.

-Te desperté? - Preguntó ella.

-No.. - Mentí.

-Bueno, hoy ibamos a salir, o no?.. A las 9 te vengo a buscar - Cortó.

Rapidamente se hizo de noche, me cambié. Me puse un vestido rosado, con flores, apretado hasta la cintura y de ahí suelto. Me coloqué unos tacones negros y me maquillé. Ya estaba lista.

Riiing. Vajé rápido las escaleras y abrí la puerta.

-Holaa primuchis!, Vamos? - dijo Eugenia emocionada.

-Claro! - respondí.

Tomamos un taxi y este nos llevó al boliche.

-Vamos a bailar prima! - Dice enérgica.

-Vale.. - digo con poca gana.

Comenzé a bailar y choqué con alguien. Me dí la vuelta. Vi a un hombre super borracho, chapandose con una mujer mucho más joven.

-Pa.. papá?. - Pregunté confundida. No podía creer lo que estaba viendo, la imagen de hombre sincero, bueno y fiel con mi madre que siempre creí, se me había roto en mil pedazos. No tardaron en salir las lágrimas.

Se dió la vuelta y me miró, se quedó unos minutos sin decir ni una sola palabra. Salí corriendo lo más rápido que pude, corrí y corrí, no sabía hacia donde, solo quería huír. Comenzé a mirar a mi alrededor, realmente estaba perdida. Nada me resultaba familiar. Busqué la salida, pero nada. Perdida totalmente. No podía dejar de llorar, las gotas no paraban nunca. Me senté en la vereda y lloré y lloré. Alguien se me estaba acercando, no parecía nada confiable.. tenía miedo, mucho miedo. El se acercaba cada vez más, hasta el punto de quedar cara a cara.

-Ven conmigo gatita.. - Dijo mirándome pervertidamente.

-Que no!. - Dije gritando.

-Que vengas joder!. - Agarró de mi brazo y me arrastró.

-Para, porfavor, para!. - Dije haciendo fuerza para escapar. No lo logré y el me agarró aún más fuerte.

Sentí unos pasos por detras mio. Alguien me agarró por la cintura y me atrajo hacia el.

-Que pares te ha dicho joder!. - Dijo el hombre. Miré hacia atrás.. y era Mariano.. el profesor!

-Y tu quién cojones eres?. - Preguntó el desconocido.

-Lárgate de aquí. - Dijo Mariano.

-Lárgate tú. - Dijo el hombre. Me agarró del brazo y me atrajo hacia el otra vez.

-Vale, si así lo quieres.. - Mariano le dió un duro golpe en su cara, de tal forma que hizo que se callera al pizo. -Corre imbécil. - Gritó Mariano. El desconocido le obedeció y salió corriendo.

Abrazé a Mariano y el me abrazó. Me quedé allí un buen rato y nos separamos.

No podía hablar, el miedo me había dejado muda. Él pasó su dedo pulgar por mis mejillas secando mis lagrimas. Pero seguían callendo.

-Ya tranquila. - Dijo con voz dulce.

-Gracias profesor.. - Dije abrazándolo nuevamente. Nos separamos.

-Quiéres que te lleve a tu casa? - Preguntó el.

-A mi casa?. - Recordé lo sucedido con mi padre. No, no quería volver, tedría que darle explicaciones a mi madre y no sabría que decirle, no le quería mentir, pero tampoco soportar decirle que su esposo la engaña con otra. No podía soportarlo.

-No.. no quiero. - Dije yo.

-Por qué? - preguntó confundido.

-Problemas personales. -Dije mirando al suelo. - Llévame al colegio.

-Lo cerraron por limpieza, por hoy no podemos entrar. - Dijo el.

-Oh.. a dónde iré?. - Me pregunté triste.

-Si quieres puedes venir a mi casa.. por mi no hay ningún problema. - dijo amable.

-A tu casa?... no lo sé.. de veras que no hay problema? - pregunté dudosa.

-Si, encerio. Venga, no tienes a donde ir. - dijo el.

-Bueno.. Vale. - acepté.

-Bien. -Sonrió.


Tercer capitulo! qué les pareció? No se olviden de comentar y votar. Se viene lo mejor chicos...


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Profesor Martinez - MarialiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora