Capítulo 44

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El avión aterriza en Miami, los aires de libertad chocan en la cara del chico pero el brazo de su mujer que lo sujetaba con fuerza lo devolvía a la dura realidad de la vida a la que se enfrentaba. A veces también sentía pena por ella, al fin y al cabo tampoco tuvo culpa de nada, pobre de ella que estaba presa en un matrimonio que no le hacía feliz, pobre de ella que amaba a un hombre al que ni siquiera le gustaba, a veces el la miraba, unas veces con odio otras veces con lástima, a veces sentía ganas decirle tantas cosas y otras tantas de no decirle nada.

New York.

- por favor necesito que me digas la verdad - le decía Nohan a su amiga después llamarla por teléfono - es importante para mí saberlo entiéndeme.

- no le he dicho nada te lo prometo, tienes que dejar eso ya.

- no sé presiento que algo va mal, a veces lo miro y siento su mirada como perdida, está distraído, como si su mente estuviera en cualquier parte menos aquí, muchas veces reconozco en su mirada aquellos mismos ojos tristes que tenía cuando pasó lo de Mohamed.

- ¿ y solo por eso piensas que tiene algo que ver?

- es que...

- es que nada Nohan - le corta la chica furiosa en forma de regaño - a pasado tanto tiempo y te has pasado todos estos años viviendo con el fantasma de Mohamed en medio de tu relación con Christopher, cualquier cosa que pasa, cualquier duda que tienes todo se reduce a Mohamed, tienes que dejar eso ya, tienes que dejar esta historia atrás o no vas a ser feliz nunca mientras sigas asi. Han pasado tantos años y aún sigues así y quizás Mohamed está felizmente casado, quizás esté en su ciudad o aquí, da igual, ahora es un hombre casado, no es libre, el mundo es tan grande, New York es tan grande, creo que es hora de que dejes todo eso de una vez, qué superes todos esos miedos o Christopher se va a terminar dando cuenta de que algo te pasa. ¿quieres un consejo? Enfócate en Christopher, sé feliz, dejate de miedos, deja el pasado atrás, te ha costado llegar hasta dónde estás no lo eches todo a perder, ahora más que nunca tienes que estar a su lado, apoyarlo, ser comprensivo con él, que sienta que te tiene ahí, que no le agobias y muchísimo menos que piensas esas cosas de él, inténtalo.

Después de colgar el teléfono el chico se queda pensando en todo lo que había hablado con ella hasta ahora, sentía que en el fondo ella tenía razón, pero no podía dejar de sentir ese miedo infinito a perder a Christopher, de pensar que Mohamed de nuevo regresaría a sus vidas, las manos le temblaban, y el sudor recorría su cuerpo siempre que pensaba en eso.

La culpa se había hecho amiga de Christopher en todos esos días, ahora no era en Mohamed en quien pensaba, ahora eran Nohan quién ocupaba su mente, se sentía que lo traicionaba y él no se lo merecía, por eso esa noche cuando llegará a casa Nohan encontraría una sorpresa que quizás ayudaría a resolver todas sus dudas. La noche cae sobre New York, la ciudad se viste con todas sus luces, Christopher se dirige hacia su casa antes antes pasa por algún supermercado para comprar algunas cosas que necesitaría para prepararle la gran sorpresa a su novio. Cuándo Nohan llega lo envuelve el olor de una deliciosa cena puesta encima de la mesa, la música ambiental, la luz de las velas , y su chico que se acercaba a él con dos copas de vino, entrega una en la mano a su novio y lo saluda dándole un ligero beso en los labios llenos de ternura, lo mira a los ojos, lo toma de las manos y lo conduce hacia la mesa.

- ¿ y esto? - pregunta emocionado.

- tengo la sensación de que quizá he estado un poco ausente estos días, no me gusta que estemos distanciados, nunca lo hemos estado, y ya sé que es culpa mía, no te estoy diciendo que seas tú, quizás me he dejado vencer por los problemas en el trabajo, ha sido un cúmulo de cosas me he visto un poco agobiado.

- no te tienes que disculparte, para eso estamos, entiendo que también tengas tus problemas y tus cosas, no tienes que preocuparte por mí, yo te entiendo y mi deber a tu lado es apoyarte y respetar tu espacio - le dice poniendo en práctica todo lo que había hablado con su amiga.

- aún así he querido hacer todo eso para ti, para que veas que no me pasa nada contigo, que mis problemas son otros, sabes que todo esto sin ti no hubiese sido posible, sin tu apoyo incondicional, sin tu paciencia, sin tu amor, sín esos detalles que me hacen la vida mucho más fácil, por eso quiero brindar contigo, brindar por ti, por mí, y porque esto cada día vaya más adelante - chocan las copas de vino y se miran fijo a los ojos.

- te quiero - le dice Nohan, Christopher sonríe y se acerca a darle un beso, sin embargo no era esa la reacción que quería y que esperaba Nohan, lo cual como siempre terminaba saltando esa pequeña duda que tenía dentro y terminaba siendo aquel chico impulsivo que nunca supo controlar el momento, ni las palabras exactas - Christopher ¿alguna vez piensas en el?

No sabría describir ese momento, no sabría decir la forma que tomo la cara de Christopher cuando escuchó aquella pregunta.

- ¿ estás hablando en serio? ¿ de verdad me estás haciendo esto ahora?

- yo... yo... no sé lo que estoy haciendo, no... perdóname por favor, no no sé porque de repente sentí que debía de preguntarte eso.

- no debiste hacerlo - apoya la copa de vino en la mesa, apaga las velas de un soplido, y anda hacia la puerta donde recoge la chaqueta que tenía colgando.

- ¿ qué vas a hacer? ¿a dónde vas a ir?

- pude esperar cualquier cosa menos que me hicieras esa pregunta, y menos en un momento como este, va a ser mejor que me vaya. Estaré en la oficina así adelanto trabajo y olvido todo esto.

- Christopher espera... no creo que halla sido para tanto. Estás exagerando.

   Pero era demasiado tarde, Christopher desaparecía tras la puerta cerrandola de un estallido y Nohan se adelantaba apagar la música y dejándose caer sobre el sofá llorando.

   Mientras Christopher conducía furioso hacia la oficina, de vez en cuando pasaba la mano por sus ojos para secarse esas lágrimas que salían involuntariamente, prende la música del auto para intentar distraerse pero casi fue peor, sonaba una de esas canciones románticas y melancólicas que lograban trasladarlo a tantos años atrás y que lograba que de nuevo volviera a sentir la presencia de Mohamed muy cerca de él.

"Maktub, estaba escrito"Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang