Música.

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— ¿Y cómo estás desde que llegaste?— Preguntó lentamente.— Digo, con la esquizofrenia y eso.

Namjoon era directo y si él quería preguntarme por mi trastorno, iba a preguntarme por él sin rodeos. Y así como él preguntaba, yo podía responder directa y sinceramente.

— La verdad es que estoy igual. O tal vez peor...— Dejé que el silencio llenara la oración.— Las terapias, citas y todo eso, son más como un remedio para mi familia, no la esquizofrenia.

— Comprendo.

— Además, ¿cómo es posible tratar la esquizofrenia? Es imposible.

Imposible para ti, tal vez.

Miré a Namjoon, estaba pensativo y no había dicho nada. Me giré a ver tranquila a otra parte y recargué mi cabeza en mis rodillas.

— Tú... ¿Ves cosas?

— Todo el tiempo.— Respondí normal.— Aquel árbol.— Señalé un roble al final del jardín.— Hace un rato, desde que llegamos, estaban dos pequeños, un niño y una niña, jugando en un columpio de llanta.— Dije.— Y hace como un minuto, el niño enloqueció y ahorcó con una de las sogas a la pequeña.

Sus ojos se agrandaron, poco, pero lo hicieron y miró en la dirección al árbol, tal vez esperando verlo también. Seguramente soné como psicópata al decirlo tan tranquila. Bueno, me había acostumbrado ya, hace años. Y esos niños me venían persiguiendo desde lo que pasó con Taehyung, como si yo fuera la niña y él el niño. Tomé las orillas de mi manga larga –que tuve que usar para ocultar mis moretones de Taehyung– y abrigué mis manos.

— Estoy seguro que años atrás, no me hubiera importado, incluso si lo hubiera presenciado realmente. Sin embargo, tuve una reacción.

— ¿Realmente no te importaba nada?— Pregunté algo shockeada. Eso era algo y grave.

— Podían volarle la cabeza a esos niños, frente a mis ojos, a pocos metros, y yo lo hubiera tomado como una hoja volando a causa del aire.

Mierda. Un esquizofrénico apenas aguantaba tener la ilusión de una persona caminando o insectos, sin embargo, Namjoon podía presenciar cosas atroces y no tener reacción al respecto.

— Dios... Eso es intenso.— Dije algo aturdida.— ¿Y qué pasó?

— No sé. Estaba en la escuela, en la hora del almuerzo y a unas mesas mías, estaba un grupo de chicos rapeando, o eso creían. Por primera vez en toda mi vida, me interesé en algo, y eso fue lo patéticos que estaban siendo. Quería escuchar más, pero no esa basura, y fue así como investigué y conocí el grandioso mundo del hip-hop.

— ¿Hip-hop?

Eminem, Drake, Lil Wayne; los típicos, esos eran los que conocía. Y coreanos, Verbal Jint y Epik High, no era muy fan del género, aunque escuchaba una que otra canción de Epik High antes.

— Hip–hop.— Apretó sus labios y asintió.

— ¿Y cómo fue tu entrada al hip-hop?— Solté una risita. Namjoon sonrió.

— Bueno, empecé escuchando la música, tiempo después me animé a crear mis raps, mi música, mi estilo. Algo completamente mío.

Eso me llegó.

Wow, yo nunca tuve una pasión. Nunca encontré algo que realmente me gustaba; dibujaba, pero no era tan buena, escribía, pero palabras mediocres. Estaba vacía.

— Entonces agarré la primera libreta que encontré y dejé que las palabras fluyeran.

— ¿Eres bueno en el freestyle?— Encarné una ceja.

— Bueno— Sonrió arrogante.— Muchos dicen que sí.

— Quiero confirmarlo. Hmm, rapea sobre aquellos chicos de la mesa, los que escuchaste rapear en la escuela.

— Dios, esto será divertido.

Fue agradable escuchar la risita vacilante de Namjoon y como dejó caer su cabeza con una sonrisa en su cara. Cuando aclaró su garganta, enderecé mi cuerpo y lo miré.

Soy mejor que tú, vago— Empezó, sonreí como idiota.— En lugar de esos que hacen hip-hop a través de un teclado, yo vivo cien veces más difícil— Sus ojos cerrados, su boca haciendo lo que mejor sabe.— Ellos miran el rap como si fuera fácil, un género demasiado corriente. Dudosos, inciertos todos ellos, tengan algunos modales— Sus manos que se aferraban a sus rodillas, ahora se movían al ritmo del rap.— Aquellos que no pueden ni siquiera continuar un verso porque tratan de analizar el rap o la música, es por eso que aquí todos rapean de la misma forma, sólo dos o tres palabras, son todos críticos pacientes— Namjoon lo estaba soltando todo. Podía sentir el sentimiento que quería transmitir y joder, era genial.— Hijos de puta, mudos pacientes, todos artistas estafadores, cubran sus espaldas y miren al espejo. Si tú quieres ser una pieza, que sea original.

Mi boca se abrió de golpe y podía sentir como mis ojos ardían de lo mucho que los abrí. Sin. Jodidas. Palabras. Namjoon abrió sus ojos y me miró, sonriendo y se burló al ver mi cara de estúpida.

— Wow.

— ¿Wow?

— El puto wow más wow del mundo.

Soltó una risita.— Sabes Yuhwa, soy conocido por otro nombre y estoy por decirte cuál es.

— Dime. No sé qué estás esperando.

— Rap Monster.

Mucho gusto, Rap Monster.

Madhouse ➳ BTSWhere stories live. Discover now