Cap. 20 | LA CAIDA DE AMBOS

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Disfrutaba cada segundo que pasaba en esta condenada fiesta. Cuando Brian recibió por parte mía el tequila doble, la rubia se volvió como una bestia hacia mí y me fulminó con la mirada. Yo le ofrecí mi mejor sonrisa y me llevé tres dedos a la frente en señal de saludo; ella bufó exasperada y abandonó la barra dejando al mismísimo Brian Haner estupefacto.

No te esperabas esa niño lindo, ¿verdad que no?

Reí con toda la elegancia y clase que pudiera existir en el mundo y crucé mis piernas, mirando a mi rival mortal directo a los ojos. Se quitó la máscara del Fantasma de la Ópera y se pasó la mano derecha por su cabello ardientemente alborotado, sin apartar su mirada inquisitiva de mis tenaces ojos color cafe. Cuando cayó en la cuenta de que se trataba de _______ Foster, alias piernitas de pollo, "preciosa" y 69, reprimió una risita nerviosa y comenzó a negar incrédulo con la cabeza.

Me paré de mi taburete y me senté en el que la esbelta rubia había dejado vacío, saboreando la confusión que reflejaban sus perfectos y fríos ojos cafes. Jamás lo había visto tan desorientado en mi vida, como si ahora no supiera qué demonios estaba supuesto a hacer. No encontraba escapatoria, era como un ratón de laboratorio metido en un laberinto.

Le sonreí con cinismo.

—Buenas noches, extraño—le dije con un horrible acento británico.

—¿Qué estas haciendo aqui?—masculló parpadeando varias veces y tragando saliva con fuerza. Sus ojos no tardaron en recorrerme con recelo desde mi cabeza hasta la punta de mis pies, trazando un ardiente camino invisible que sólo nosotros dos supimos interpretar en este preciso momento.

Deseo, quizás.

Me estremecí ante semejante idea. Brian Haner desando a _______ Foster...raro, pero esta noche, no imposible.

—¿Y creíste que iba a dejarte la diversión a ti sólo?—enarqué una ceja—. Muy gracioso.

Brian abrió la boca, pero sus palabras quedaron flotando en el aire y su mirada se perdió en la nada. Estaba en shock. Notaba cómo se le dificultaba articular palabra, cómo se le habían tensado los músculos y la forma en que desviaba la vista cada cinco segundos para no mirarme a los ojos. Lo había conseguido, por fin. Brian era vulnerable ante una indefensa y estúpida chica como yo. Merecía un premio...y esta noche conseguiría salir invicta.

Me encogí de hombros y apreté los labios en una delgada línea.

—¿Qué te parece mi nuevo look?

Y quise darle un manotazo a su copa intacta de tequila doble cuando lo vi sonreir de medio lado y apoyarse en un codo de la barra, con su nueva, penetrante y seductora mirada.

Su vulnerabilidad se esfumó como si nada.

—No está mal para una novata. Te ves...no lo sé...¿sexy?

Sexy...esa palabra sonaba tan prometedora cuando él la decía. Se me aceleró el corazón y las piernas comenzaron a temblarme. ¿Y ahora qué? ¿Qué diablos me estaba pasando? Contrólate, Foster, es sólo Brian.

Exacto.

—Ese era el punto, ¿sabes?—sonreí llevandome el vaso de jugo de naranja a mis labios rojos— Me siento...diferente.

—Te ves diferente y eso me gusta. Espero que este repentino cambio en ti no se deba a uno de los juegos sucios de mi abuela.

—Mmm...no, Flo no tuvo nada que ver.

Brian asintió y se limitó a mirarme. Su mirada oscura me intimidaba y la forma en que se mordía el labio inferior me desconcertaba. Su cabello lucía perfecto, por un segundo sentí la mortal necesidad de saber cómo se sentía enterrar mis dedos en aquella magnifica melena negra. Brian estaba tan cerca de mí que podía sentirlo respirar.

Trouble Boy (Synyster Gates y tu)  [TERMINADA] [ADAPTADA]Where stories live. Discover now