Atentamente; Un chico y sus corazonadas.

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La mañana se acerca y un chico camina por las calles para llegar a la casa de una chica que partirá camino por la mañana donde vive naturalmente en la ciudad de León Gto. Y en sus bolsillos lleva sus manos húmedas por el hecho de tener miedo al caminar a las 5:00 a.m por las calles. Aún así toma valor y paso a paso va imaginando lo que le dirá cuando ella parta camino a su ciudad. Y el chico se pregunta;
¿Qué podré decirle?, ¿Que tal si me corre de su casa?, ¿Estará feliz al verme?, no lo sé. Solo quiero verla un rato para poderle decir lo que siento hacia ella y darle un abrazo de despedida, quizá podría ayudarla con las maletas.

5:40 a.m

-Hola, buenas noches joven. ¿A donde se dirije? -Pregunta la policía al habérselos topado en el camino-

-Voy camino a ver a una chica que va de regreso a su ciudad señor. -Con las quijadas temblando lo dije!-.

- ¿Y hacia donde va ella?

- A la ciudad de León.

- ¿Y a que se debe que la vaya a ver tan temprano? -preguntó el policía.

- Solamente quiero despedirme de ella y decirle algunas cosas que tengo pensado en decirle antes de que se marche.

- Esta bien. Vaya con cuidado y estas no son horas para que ande por la calle caminando!. -dijo el policía con su derecho-

-Claro, hasta luego! -Traté de correr, pero sabia que eso los pondría mas en sospecha de lo a los policias-.

6:00 a.m

Me acercaré un poco para ver si está en su casa, no... Al parecer no está despierta aún. Ya sé! Pasaré muy rapido por su casa para asomarme y ver si está, sino tendré que regresar...

Luego de varios minutos de esperar me acerqué a los policías e intente hacerles plática, ya saben como: ¿Que tal esta la noche por aquí?, ¿No hay tanto peligro como suelen decirlo las personas de aquí? En fin... Tomé valor y les hice todas las preguntas que tenia en mi mente. Ellos me preguntaron algunas cosas personales pero eso no me evitó a quererles hacer platica después de que me quedaría sólo.

6:35 a.m

Aún no sale de su casa, esto es algo raro. ¿Se habrá marchado ya? Y tal ves he quedado como un tonto aquí parado esperando. Y de la nada sale de su casa con muchas maletas, por mi mente no pasaba nada y todo se quedaba en blanco.
-¿Que hago? Esto es algo muy complicado! Ya sé, agarraré valor he iré y le daré los buenos días. ¡No! ¡No! ¿Que estoy haciendo? -Me pregunté en mi mente vacia-
Tengo que ir.... -Me lo decía a mi mismo una y otra, y otra vez-. Agarré valor y me dirigí hasta donde estaba ella y ¡Pum! Sorpresa. Su tío el enojón y gruñón se encontraba ahí afuera también. Solo entraban y salían de su casa, sacando hieleras, maletas, bolsas, etc. Me acerqué poco a poco con muchos escalofríos y vi a su primo, aunque todo eso se me hacia algo raro, pero sabía que lo estaba haciendo por un chica, alguien que me gustaba de verdad, alguien que se le denota por bonita y hermosa a su misma vez, o al menos eso lo veía yo.

-Psss! Psss! Hey, ven.  -Escuché a unos pasos de mi-

-¿Mande? -lo dije casi susurrando...-

-Ven!

- No puedo! ¿Como hago para ir hasta donde estas tú?

Siendo que teníamos el temor de que fuéramos sorprendidos por su tío el gruñon.

-Ya voy!.  -tomé valor-

- ¡No! Ya vo. Mi tío podría vernos, mejor no.

-Puff! ¿Quien entiende a las mujeres?!! -Lo dije entre mis pensamientos-.

Luego de unos minutos el tío salio y puso en marcha el motor de su auto. Ella ya estaba a unos minutos de irse y yo no podía quedarme con las ganas de verla por ultima vez en este año.
Alguien salio de la casa y me encontró arrruyado al frente de una camioneta.
Rayos!! Me cacharon.

-Hey, joven. ¿Qué hace ahí escondido?

-Solo vine a ver a Jessica. Espero no le cause molestia  alguna. -quizá a él no, pero al tío gruñón sí.-

Me levanté y cuando nos dieron la oportunidad ella se acercó hasta donde estaba yo y se despidió.

-Hasta luego, gracias por ser el primero en despedirte de mí. -me dijo ella con su voz tan dulce y tierna que lleva entre sus labios-

- No hay de qué. Te quiero mucho! Y te extrañare demasiado.

Subió al coche y el tío guñon puso en marcha el motor y salió disparado como cohete.
Y desde entonces no la he vuelto a ver, pero comencé a escribir para ella en hojas blancas y con un bolígrafo todo lo que pensaba de ella y diciéndole que nunca la olvidaré.
Fue así como comenzó mi amor hacia la escritura, y comencé a escribir pensando en ella, por supuesto.

Atentamente;Where stories live. Discover now