Enamorada de un mafioso

Capítulo 1

Presente.

Desde del baño se oía las quejas de mi hermano, gritaba y maldecía.

- Podrías darte prisa. - dijo desde el otro lado de la puerta - Llegaré tarde al instituto por tu culpa Cassie.

- Podrías callarte de una vez. - chillé

No le presté atención y seguí cepillando mis dientes.

- Se lo contaré a mamá. - gritó, me apresuré y salí del baño pitando

-¿Qué decías Tyler? - dije fingiendo no haber oído nada antes

- Nada. - dijo y entró al baño

Odio que compartamos mi baño, ¿por qué justo el de él tenía que estropearse?.

Me dirigí a mi armario de color blanco con rayas verdes, cogí ropa y unas francesitas, y me vestí rápido antes de que saliera Tyler, por último agarre mi mochila y me dirigí a la cocina

- Mamá, tienes que solucionar el problema del baño. - dije sirviéndome el café

- Estoy en ello Cassie, eres tan impaciente como tu padre. - dijo, aunque me dolía que hablará de él intente sonreír falsamente

- Puede que...-comente algo aturdida -, tengas razón.

Ella iba a hablar, pero el sonido de su móvil no la dejo. Supongo que sería de la empresa. Ella me hizo un gesto de despedida con la mano y salio.

- Cassie - dijo mi hermano -, ¿podrías pasarme el azúcar?

- No me llames por mi nombre. - protesté mirándolo mal

- ¿Tanto te molesta? - asentí -,pues muy bien Julianne

No le respondí y le pase el azúcar.

- Tyler... - dije mirándolo

-¿Si? - preguntó desayunando animadamente

-¿Crees que tenga alguna oportunidad con James? - pregunté algo nerviosa

Tyler sabia qué hace tiempo me gustaba su mejor amigo, aún que no creo que le guste yo a James.

- No lo sé, Cassie.- volvió a llamarme por mi nombre, frunci el ceño

- Tú te lo has buscado. - dije cogiendo el saco de harina que estaba encima de la mesa, me puse detrás de él y le tiré toda la harina que quedaba en la bolsa

-¡CASSIE! - gritó

- Te dije que no me llamarás por mi nombre, te lo dije. - respondí saliendo de la cocina y dejándolo solo

- Hermanita, espera. Ayúdame...no veo. - dijo desesperado

Me quedé en el marco de la puerta y lo observe, estaba tocando cada cosa, la harina le cubrió todo el ojo y no puede ver.

- Hermanita, se que éstas por ahí. Ayúdame. - dijo tocando una de las estanterías

- No quiero ayudarte. - murmuré

- Me vengaré. Te lo juro. - dijo tocando algo sumamente peligroso

Estaba tocando la columna que sujetaba una de las estanterías, y la verdad no sería muy bueno que lo tocara más de lo necesario.

- El marco. Por fin - dijo tocándolo más y más. Iba a decirle algo pero [...] ya era tarde

La columna se cayó, y de la estantería cayeron huevos, éstos se impactaron en la cabeza de Tyler.