capitulo 15

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Cuando mi cuerpo intenta despertar, quiere espacio para poder estirarse... pero se me hace difícil... unos brazos estan agarrandome fuertemente por mi cintura.

Cuando logro abrir bien los ojos me doy cuenta de que Christian me está abrazando muy fuerte, cómo si no me quisiera soltar.

Estoy apoyada en su pecho mientras el duerme profundamente.

Quiero ver la hora pero no alcanzo mi móvil...

Cuando intento sacarme los brazos de Christian de mi cintura el gruñe y me apega más a el.

Se me ocurre salir por abajo, por lo que pujo mi cuerpo hacía abajo.

Cuándo me logro salir de sus brazos veo que el extraña mi cuerpo a su lado, ya que me empieza a buscarme aun dormido.

Me parece adorable.

Le coloco una almohada en mi reemplazo.

El sigue en su placentero sueño sin ninguna sospecha.

Cojo mi móvil y veo la hora.

5:36 Pm.

Corro al baño en puntitas para que Christian no despierte.

Cuando entro lo primero que veo es a la bruja que se refleja en el espejó.

Estoy toda chascona, y la pintura de mis ojos está toda corrida.

Llore mucho, pero hacía falta desahogarse.

Soy un verdadero mapache.

Intento arreglarme un poco.

Cuando quedo conforme tomó un poco de agua de la llave y vuelvo a la pieza de Christian.

Cuando entro un olor exquisito me llega a mi nariz. Su cuarto esta impregnado a su aroma.

Cuando dirijo la mirada a Christian, el está acostado de panza espalda arriba.

Me acerco lentamente para que no se despierte... aún.

Cuando estoy a los pies de la cama pego un brinco y me tiro de panza en sima de su espalda.

El gruñe y yo lo abrazo por su cintura.

Despierta... -susurro junto a su oído.

El solo gruñe.

Dejame solo cinco minutos más... no, mejor diez... -dice adormecido y se acomoda para seguir su sueño.

Yo me siento en su trasero con una pierna en cada costado de su cadera y comienzo a apreciar su gran espalda.

Esta tan bien marcada...

Acaricio con mi dedo índice su línea que se le forma en la columna vertebral desde la nuca, hasta antes llegar a su trasero.

Paro al ver que se le pone la piel de gallina.

-¡despierta Christian! -le digo mientras pego pequeños saltitos en su gran trasero.

Al ver que no obtengo respuesta, me recuesto de espalda en sima de el. Espalda con espalda, trasero con trasero.

Me quedo unos minutos apreciando el techo color crema y pensando... "¿como es posible que en tan poco tiempo, tengamos una confianza de como si nos conociéramos hace años...?, te estas volviéndo indispensable para mi, Christian".

En cuestión de segundos estoy de bajo de el, mientras me sujeta las dos manos desde las muñecas con una sola mano de él.

Su pecho está apoyado contra el mío sin poder dejarme un poco de movilidad.

Enamorada de mi profesorWhere stories live. Discover now