Enamorada de mi profesor

capítulo 33

Ya que ambos fueron a bañar se no me queda de otra que acomodar todo yo.

Una vez todo listo me bajo lentamente mi pantalón y luego me saco mi polera quedando solo en mi bikini negro.

Me siento en la esquina de mi toalla y comienzo a aplicarme protector solar en todo mi cuerpo.

Luego de eso me acomodo y recuesto en mi toalla a tomar sol.

La playa está vacía y solo se escucha el relajante sonido de las olas y gaviotas... muy en el fondo escucho la contagiosa risa de Daniel y la hermosa risa de Christian. Sonrío ante ésto.

No me cabe en la cabeza el por qué se va. No acepto que se ira por ella. ¿reconquistarla?, no...

Y aquí yo con mis ganas de gritarle al mundo que te quiero, Christian.

Que daría por besar esos labios tan rojos; por ser yo siempre la que los bese, acariciarte por las noches, mañanas y siempre... ser tu copiloto por el resto de nuestras vidas... pero no se puede. El se irá... lejos... y para siempre. Jamás lo volveré a ver.

Una lágrima amenaza con salir.

Respiro ondo para evitar que salga. Me enderezo y busco mi móvil y audífonos en mi bolso.

Coloco la canción que está en el reproductor.

Here - Alessia Cara...

Me relajo ante la suave y casi erotica melodia.

Una vez ya tranquila; segura de que ninguna lágrima correra por mis mejillas me relajo.

En eso siento como un frio y mojado cuerpo está sobre el mío.

Abro los ojos de golpe, veo unos hermosos ojos verde agua y chillo.

Daniel está en sima de mí riendo a carcajadas. ¡¡Y MOJADO!!

Me paro y comienzo a empujarlo.

- ¡¡ESTÚPIDO!! ¡POR QUE HICISTE ESO! - digo mientras lo empujo lejos de mi.

Veo a Christian caminar hacia nosotros lentamente y sonriendo.

+ Daniel, deja de actuar como un crío, eres un verdadero niño chico, ¡ya madura! -dice Christian mientras camina hacía nosotros.

Yo me cruzo de brazos.

+ Solo era una bromita, además, supongo que no la vas a hacer de niñita mimada y vaz a pasar todo el día tomando sol... ¿o si Jennifer? -dice girandoce hacia mi.

Yo le sonrío y luego miro a Christian y luego vuelvo a mirar a Daniel.

- Por supuesto que no -digo caminando hacia el -y en ese caso...

Le golpeo en la cabeza y salgo corriendo hacia el agua.

Miro hacia atrás y veo a Daniel corriendo hacia mí.

Mis pies tocan la tibia agua y corro a lo más profundo. Me sumerjo de un piquero y luego salgo.

Daniel comienza a salpicarme agua y yo hago lo mismo.

Nos reímos a carcajadas y en una cuestión de segundos una ola nos tapa a ambos arrastrando nos.

Cuando salimos en busca de aire nos miramos asustados escuchamos las carcajadas a lo lejos de Christian mientras camina hacia nosotros.

+ ¡Christian ven! -grita Daniel- ¡no seas nena!.

Christian se queda parado con amabas manos en los bolsillos de sus shorts mirándonos.