Vendida - Justin Bieber [adaptada]

Capitulo 21

  "Pelirroja, rubia y morena"

-Dame su teléfono por favor Cloe, te lo suplico, te lo ruego- le dijo Justin a Cloe en cuanto la vio llegar.

-Vete al diablo- fue toda respuesta de la morena.

¡Como odiaba a las morenas! Eran tan desesperadamente bonitas pero casi todas las que había conocido le salían como Cloe y como Rose ¡Maldita sea! ¿Cómo se supone que iba a encontrarla y recontratarla si no sabía cómo localizarla? Estaba desesperado, entró a su oficina y arrojó los papeles que estaban en su escritorio, una carpeta cayó al suelo. "Dulce Parker" era el expediente que la otra vez andaba husmeando. ¡Ahí estaba su teléfono! ¿Cómo no se le había ocurrido antes? Que bruto era, el viernes había hablado a su celular y le había contestado un hombre que ahora que lo pensaba debió haber sido su amigo Charlie. Tomo el teléfono y marco a su celular.

-Hola- le dijo su tierna voz adormilada al otro lado de la línea

-Hola ¿Dulce?

-Sí soy yo ¿Quién habla?- pregunto en medio de un bostezo.

-Eh, pues soy Justin.

Al oír esto Dulce se levantó como un resorte de la cama ¿Por qué Justin la llamaba? ¿Cómo había conseguido su número? ¿Y por qué carajo el corazón le latía tan deprisa?

-¿Qué quieres?- consiguió decir al fin después de un minuto de silencio. Justin la escucho medio nerviosa y eso lo hizo sonreír.

-Quería pedirte que volvieras al hotel, no es lo mismo sin ti- y el sonido de tú hermosas risa, completo el en su mente.

-Ah pues no volveré- le contesto ella en un arranque de rabia ¿Cómo se atrevía aquel imbécil a venir a pedírselo así como así? Después de todo la había llamado mentirosa y para el colmo él ni siquiera se había disculpado, era un bruto y lo odiaba por ser así. El alma se le cayó a los pies a Justin en cuanto la escucho decir eso ¿Como que no volvería? ¿Por qué? Empezó a sudar frío.

-Dulce, por favor...

-No Justin, no volveré así que déjame en paz. Y colgó, ella por dignidad no había.

-Mmm... Hola- saludo el tímidamente- ¿Puedo pasar?
Ella mecánicamente se movió a un lado para dejarlo pasar, aún seguía sorprendida.

-¿Qué haces aquí?

-Como no aceptaste por teléfono quise venir a convencerte.

-Justin...

-Escucharme solamente Dulce- ella guardo silencio lo que supuso como buena señal y continuo- Lo siento, no debí de haberte hecho eso, fui un idiota y lo sé pero enserio te necesitamos, serás la subgerente y sí es necesario despediré a Mariana pero por favor vuelve.

Ella se quedó callada. El bruto se estaba disculpando y parecía que lo decía de corazón, además ofreció despedir a Mariana pero no, sería genial mandarle y que ella hiciera todo lo que ella ordenara. Justin espero impaciente su respuesta.

-¿Y bien?- pregunto impaciente.

-Pues no se... ¿Por qué cambiaste de idea?- "porque no puedo estar sin ti más" contesto en su mente.

-Porque me di cuenta que ese día era tú cumpleaños y no sabes cómo me grito Cloe por haber sido tan tonto y haberle creído a Mariana, enserio perdóname, te prometo que mi estupidez la compensare.

Justin la miraba de forma suplicante y no pudo evitar que el corazón se le enterneciera. Presidente Miau- que hasta el momento estaba cómodamente sentado en el sillón viendo la tele- se acercó a ver qué pasaba maullando pidiendo atención., la pelirroja lo tomo en brazos.

-¿Este es tú gato con nombre raro?- le pregunto Justin observando a Presidente Miau. Dulce sonríe al recordar aquella tarde cuando le había hablado sobre él.

-Sí, te presento a Presidente Miau.

-Es muy bonito- dilo el mientras le rascaba detrás de las orejas.

-Gracias.

Justin miro alrededor, observo las fotos que tenía en una repisa donde estaba con Charlie, en otras estaba con Clore y Jack. Se veía preciosa en todas las fotos, sonriendo y sin preocupaciones.
-Te ves muy hermosa.- Ella se ruborizo al orlo.

-Gracia, ¿te gustan los lakers?- pregunto después de ver como el contemplaba los posters que tenía en la pared.

-¿A quién no?

-A los idiotas

-Obvio

-¿Viste el último partido?

-Sí, estuvo genial.

Y de ahí pasaron a platicar sobre su equipo, se burlaron de algunas cosas, se sentían a gusto juntos por primera vez desde que se habían conocido aquel día en el que Justin la había defendido de Will. Después de un rato se hizo el silencio.

-En fin, lo pensare- le dijo ella después de un momento de silencio.

-sí aceptas, te espero mañana.

Y salió de ahí. Quería quedarse más tiempo, era la primera vez que no peleaban estando juntos, nadie salió enojado o lastimado y eso lo puso contento pero sabía que no podía estar más tiempo con ella sin querer besar sus tiernos labios. Justin estaba feliz.

***

A Beth le había alegrado ver a Justin. Hacía tiempo que lo quería ver. Lo extrañaba. Había sido un error y una tremenda estupidez haberse acostado con Jason un día antes de la boda y el imbécil no pudo guardar el secreto. Amaba a Justin y lo amaría siempre pero aquel día la había mirado con repulsión, como si fuera una verdadera zorra y no lo culpaba. Al fin llegó a la cafetería, Seattle era muy grande y se perdía con facilidad.

-Hola Jason- saludo en cuanto lo vio sentado mirando por la ventana con la mirada pérdida.

-Hola Beth- murmuro él, estaba igual de guapo que siempre pero no tanto como Justin. Jason estaba perdido en sus pensamientos y ella lo contempló por unos minutos.

-¿En qué piensas?

-En una linda pelirroja que conocí ayer.

-Oh ¿Cómo se llamaba?

-Dulce

–Genial, yo me encontré con Justin- la mención de Justin fue suficiente para llamar la atención de Jason.

-¿Y qué pasó?

-Nada, platicamos. Sigue igual de sexy.

-¿No dijo nada sobre...?

-No, supongo que ya lo superó

-Amo a las pelirrojas y a las morenas.

-Eso no te impidió acostarte con una rubia como yo.

-Ni me lo recuerdes, estábamos muy borrachos

-Y fuiste y se lo dijiste a Justin.

-Tenía que hacerlo o se casaría con una chica que le puso el cuerno con su mejor amigo.

-¡Eso a ti no te importaba! ¡Arruinaste mi boda y con ello mi vida!- grito ella sobresaltada, los que estaban ahí los voltearon a ver.

-a ti no te importaba mentirle. Te hubieras casado con él sin decírselo ¿Eso en qué te convierte?

-¡Cállate! Aun así lo voy a recuperar...

-Suerte con eso, Justin perdona pero no volverá a confiar en ti y lo sabes o al menos deberías saberlo dado que te ibas a casar con él.

-En algún momento el me amo y haré que ese amor reviva

-Sería como intentar revivir a un zombie, pero como quieras, y me centrare en conquistar a mi pelirroja sexy.