Vendida - Justin Bieber [adaptada]

Capitulo 42

"Canadá"

Cuando finalmente llegó a casa de su madre Justin se sintió tranquilo. Tocó el timbre y de inmediato abrió la puerta.
-Justin, mí amor ¿Cómo estas?-ella lo sabía, nunca hablaba por hablar. Justin se inclino y le dio un beso en la mejilla, después la abrazo-Hay mi amor ¿Que te pasó? Traes cara de mal de amores.
-Sí, lamentablemente sí.-aceptó Justin mientras ya adentro se sentaba en el sillón.-Las mujeres son malas y crueles.
-Serán todo lo que no eres ¿A quién le debo que mi hijo "el que nunca se enamoraría después de Beth" que este nuevamente triste?-pregunto Pattie divertida. Justin sonrió, le gustaba estar con su mamá.
-Se llama Dulce, una pelirroja preciosa que trabaja en el hotel. Tío Andrew me la presento.
-Tendré que agradecerle a Andrew entonces...
-¡Mamá! No es divertido, ella no me quiere y no entiendo porque maldita sea... Gran idea enviarme a Seattle por cierto.
-Funcionó ¿o no?-su mamá sonrió cobra ternura. Justin asintió lentamente.
-Ahora podrás decir que lograste tú objetivo, estoy enamorado y completamente jodido
***
Triste, cansada, triste. Los ojos de Dulce estaban hinchados y rojos, se sentía mierda. Justin herido. Will estúpido. Justin triste. Estúpido Will. Le dolía el corazón de una manera que no sabía sí podría aguantar. Se levanto dispuesta a ir al hotel, tenía que trabajar. Cuando llegó al hotel sintió miedo ¿Que pasaría sí se veían? "Canadá" la palabra floto en su mente. Justin se había ido a Canadá,
No lo vería en cuatro días, repentinamente se sintió más tranquila pero el hoyo que tenía en el corazón no la dejaba respirar bien. Trabajo en lo que hacia falta, superviso el trabajo de todos y fue a casa. Vacío. Tristeza. No hablo casi nada. Cloe y Jack estaban tan felices juntos que no se dieron cuenta que su amiga estaba mal, a nadie le interesó y Dulce se sintió sola. Estaba sola.
***
Regreso simplemente para decir adiós. Los días pasados con su mamá le habían hecho pensar y se dio cuenta que de verdad no quería regresar, prefería regresar a Canadá y ser feliz. Justin salió del carro y camino hacia el consultorio de Travis, sería la última vez que lo vería, ese pensamiento lo hizo sentir triste. Lana le sonrió y lo dejó pasar, Travis estaba acostado en su sillón leyendo un libro, levanto la mirada y se encontró con Justin.
-Hola-saludo simplemente Justin, Travis sonrió y lo invitó a sentarse.
-¿Cual es la razón de está visita?-pregunto Travis estirándose.
-Sólo vengo a decir adiós. Me regreso a Canadá-ante esto Travis lo miro sorprendido.
-¿Por que regresas? Pensé que te gustaba Seattle-replicó Travis mirándolo con atención.
-Porque ya no tengo nada que me detenga aquí-contesto el castaño triste pensando en la pelirroja.
-¿Que pasó?-pregunto Travis preocupado.
-Me rompió el corazón la muy necia, la chica pelirroja de la que te he estado hablando. Me rechazo diciendo que nunca podría amarme como yo la amo a ella. No le importó.-contesto Justin
-¿Sabes sí tenía alguna razón para eso?-pregunto Travis pensando en Dulce y su necedad con su ex esposo. Se imagino que Dulce estaría destrozada.
-No, no lo se y la verdad es que no la entiendo. Ya no me importa-agregó Justin al.final pero los dos sabían que estaba mintiendo
-Dulce ha de tener sus razones Justin...
-Espera... Yo nunca te dije que se llamaba Dulce la chica que me gustaba-Justin miraba a Travis suspicaz, este segundo se sentía descubierto y Justin lo notó-¿Que sabes sobre ella?
-Viene a consulta-suspiro Travis resignado pues sabía que Justin lo molestaría hasta que le dijera.
-¿Ella... Te hablo de mi?-su voz salió temblorosa y odio eso.
-Puede que alguna vez te halla mencionado...
-¡¿Que te dijo?!-exijo saber el castaño, necesitaba saberlo.
-Justin no puedo hablar de mis otros pacientes ni aunque quisiera así que por favor, siéntate-contesto Travis tranquilamente, Justin ni se había dado cuenta de a que hora se había parado. Tomo aire y se sentó-Así está mejor, por lo que respecta a Dulce, tienes que entender que ella de verdad te quiere. Sí, aunque no lo creas. Se porque te rechazo pero no soy nadie para decírtelo, ella tiene que hacerlo.
-Pero no lo hará, siento que esconde cosas y no me las dirá. No entiendo como sí es que amas a una persona la dejas ir. Yo lucharía hasta el final hasta que pudiera estrecharla en mis brazos y sentir su calor.
-Entonces ya sabes que hacer.