Historias de un amor

29.Noche

Fue una noche cuando te conocí en aquel bar. El encuentro fue casi perfecto, como si el universo lo hubiese planeado y todo hubiese conspirado con ella.

Llevabas un vestido negro pegado que hacía resaltar tus ojos azules. Llegue y pedí un trago, tu entraste en la tercera ronda y juro que cuando te vi crei que eras una alusinación producto del alcohol, una hermosa alusinacion, aunque claro eso no era posible porque no había bebido lo suficiente como para llegar a eso.

Te sentaste al lado mio y pediste un martini. Cuando me viste sonreíste y levantaste la copa, brindamos y comenzamos a hablar sobre cosas banales. Resulta que eras escritora y trabajabas en un libro.

Seguimos hablando y yo termine contandote toda mi vida y pagando todas las bebidas que consumimos.

Salimos del bar y caminamos un rato hasta llegar a mi auto.Quisiste pedir un taxi pero no te deje, era muy peligroso, así que me ofresi a dejarte a tu casa y aceptaste.

Cuando llegamos me invitaste a pasar y yo acepte, la verdad no me hiba a negar. Sacaste de no se donde una botella de tequila y sin preguntar nos serviste a ambos, nos tomamos la bebida.

Debo decir que no me arrepiento de lo que paso despues. Tus besos y tus caricias se quedaran marcadas para siempre en mi.

Aún no se como lo hiciste, pero sin conocerte me emamoraste y ya no te he podido olvidar desde entonces. Sigo con mi vida, si, pero se ha vuelto monotona y aburrida. Te necesito.

Despues de aquella noche y de no encontrarte en tu cama quise volver a verte, así que saliendo de mi trabajo me dirijí a tu casa y no te encontre. Ya no estabas ahí. Volvi al dia siguiente, y al siguiente, y al siguiente y los dias que le siguieron por si te encontraba. Volví a aquel bar a buscarte mas de una vez y lo único que encontre fue una rosa para mi de tu parte. Una despedida y un recuerdo que me dejaste. Te busque mucho tiempo. Me obsecionaste.

Ya ha pasado un año y te lo confieso, no ha habido dia en que no te recuerde.

Te amo Astrid Hofferson y todas la noches se encargan de recordarmelo.

No se si algun dia te volveré a ver pero no puedo seguir. Esta es una carta que jamas te llegara porque jamas supe a donde enviarla. Es una despedida, a partir de hoy te dejo atras y sigo con mi vida. Te amo.

Atte: Hipo Haddock III.