James Bond 007: Starshade

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STARSHADE

Aviso: Esto es una fanfiction de James Bond. Pero no necesitas saber nada sobre el personaje para leerlo, ya que es todo prácticamente nuevo. Gracias por leer!

Etapa 1: La prisión.

Capítulo 1.

James Bond era un agente del Servicio Secreto Británico que trabajaba en el MI5, sección encargada de la seguridad. James había sido enviado a Siberia para investigar un conflicto entre Rusia y Gran Bretaña. Lamentablemente, Bond fue encontrado en el lugar equivocado y en el momento equivocado por las autoridades, lo cual provocó que sea capturado erróneamente, ya que, no había hecho nada fuera de lugar, pero el lugar donde estaba parado, el cual estaba muy cerca de las instalaciones de una vieja base secreta Rusa de la cual no se sabe mucho, hacían ver lo contrario a las autoridades rusas. Bond era un hombre de 28 años, con un cabello color castaño oscuro, ojos café y la apariencia de un hombre duro, aunque poseía una cara que emitía la sensación de que era carismático. James era una persona independiente y rebelde a la cual no le preocupaba como los demás lo vieran, por lo que llevaba el cabello un poco más largo de lo que sería lo normal, y la barba ligeramente crecida en la zona de la boca. James estaba asumiendo que este era el fin, ya que cuando las autoridades rusas atrapan a un individuo en una posición como esa, es prácticamente imposible que lo dejen salir. Y más cuando los soldados que habían capturado a Bond parecían pertenecer a una organización suburbana y bastante misteriosa, fuera de lo legal, ya que llevaban a Bond a un lugar irreconocible, el cual no tenía ningún indicio de pertenecer al estado Ruso. El clima era muy frío, aunque no nevaba. El lugar estaba prácticamente en medio de la nada, ya que era el único lugar que había en ese desierto siberiano. Lo demás, era tierra y una carretera. Los guardias situaron a Bond en una fila con muchos otros prisioneros, los cuales estaban siendo introducidos en una cárcel de una apariencia muy decadente, dando la impresión de que había sido utilizada mucho tiempo. La fila de los hombres estaba separada de la fila de las mujeres por una valla con púas. Bond, en su mejor estado, habría observado a las mujeres, pero en ese momento nada le importaba. James continuó avanzando en la fila, hasta alcanzar a un hombre gordo y calvo, el cual anotaba los nombres de los prisioneros y les asignaba un número, el cual era escrito con un marcador grueso y negro en la camiseta del prisionero, para poder recordarlo y reconocerlo en situaciones que lo requieran. El hombre miró a Bond con un gesto de desprecio, ya que a ningún patriota le agrada que un turista se meta en su país, y Bond entendía eso. El hombre lo miró con ese gesto y le dijo.

-Nombre.

-James Bond.

-Bond... James Bond. Dijo el hombre, mientras anotaba.

-Gordo imbécil.

El hombre miró a Bond, y volvió a mirar su cuaderno, donde buscaba un número para asignar a Bond. James había probado su punto, el gordo no sabía inglés. Bond creía que eso tendría importancia alguna en el futuro, ya que siempre se preocupaba por todos los detalles, y de averiguar lo máximo posible sobre una persona, para utilizarlo a su favor más adelante. El gordo miró a Bond nuevamente.

-Tu número.

El gordo sacó su marcador, y le escribió el número siete a Bond en la zona pectoral de la camiseta. Bond sonrío sarcásticamente, para continuar avanzando en la fila. Entró a la pequeña base, dónde estaba lleno de prisioneros, de los cuáles destacaba una persona, sentada en un rincón oscuro en su celda, la cual era irreconocible a esa distancia. Los guardias llevaban a James por el pasillo, apuntándole ambos con una ametralladora, cuando se detuvieron. Al parecer había un problema, y Bond lo había notado. Los soldados se miraron.

-No hay lugar para el británico.

-Que comparta celda.

-Si lo ponemos con otro prisionero, se matarían.*

Bond podía entender fácilmente lo que decían los soldados rusos, pues había estudiado idiomas en Oxford. Uno de los soldados sacó un comunicador y habló, al parecer, con un superior, el cual le dio indicaciones, y éste volvió a mirar a su compañero.

-El general dice que lo pongamos con la chica, así no habrá disturbios.

-Muy bien.

Llevaron a Bond hasta una celda, abrieron la puerta con una llave, y antes de meter a Bond dentro de ésta, uno de los soldados lo miró para decirle algo.

- Pronto el general te interrogará, escoria.

Acto seguido, el soldado empujó a Bond dentro de la celda y cerró la puerta, bloqueándola. La prisión entera olía horriblemente, y estaba llena de humedad por todas partes. Todas las paredes eran grises y tétricas, y en todas las celdas reinaba la oscuridad total. Las luces titilaban, demostrando que no estaban muy lejos de quemarse, y, en algunas zonas, el suelo estaba quebrado. Debido a tantas cosas que corrían por su cabeza, James no había notado la presencia de su compañera de celda.

*Traducido del Ruso.

James Bond 007: StarshadeWhere stories live. Discover now