p r ó l o g o

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Iba a ser medianoche y la doctora Jeon no había vuelto a casa. Su hijo, Jungkook, aún la esperaba despierto en el pequeño sofá de la sala de estar. Como todas las noches, él había dejado preparada la cena, pero por primera vez se había quedado fría. De vez en cuando, Jungkook apartaba la vista de la pantalla del televisor y dejaba de prestar atención a los videojuegos para mirar el reloj de la sala. Los minutos pasaban rápidamente, y conforme el tiempo se esfumaba, la preocupación por su madre aumentaba.

Quería mucho a su madre. Con el paso de los años y debido a ciertos acontecimientos como el divorcio de sus padres, Jungkook se había convertido en el único apoyo moral que le había quedado a la mujer. Después de otros incidentes familiares, los dos se convirtieron en casi mejores amigos. Lo compartían todo, y orgulloso, Jungkook presumía de ello... o al menos de lo que creía que podía presumir.

Escuchó ruidos detrás de la puerta principal. Pausó su juego y fue corriendo hacia ésta. Al rato, la doctora Jeon se apoyó en el marco de la puerta para quitarse los zapatos. Parecía cansada, exhausta, con ganas de tomarse un buen descanso.

— ¿Sigues despierto, cielo? — preguntó con dulzura a pesar de que parecía estar de mal humor.

— Sí. ¿Por qué has tardado tanto, mamá? ¿Ha pasado algo? 

— Tengo que hablar contigo. 

Jungkook alzó una ceja, expectante. — ¿Por qué?

— Vas a tener que ayudarme con el trabajo estas vacaciones.

A Jungkook no le importaba ayudar a su madre, sin embargo, cuando se acordaba de que trataba con gente mentalmente inestable, pensaba en escaquearse de la forma más rápida posible. Ya había ayudado a su madre un par de veces en el hospital psiquiátrico con los niños pequeños, pero no se imaginó que iba a estar con alguien de su edad. 

— Hay una chica, Olivia, que tiene una depresión terrible. — empezó a decir su madre — Apenas habla, apenas come y apenas se levanta de la cama, y creo que sería más fácil que ella entablara conversación con alguien de su edad; por eso te necesito.

— Entonces, ¿quieres que vaya a hablar con ella?

— Sí, algo así.

— ¿No me apuñalará ni nada de eso?

— No seas así... 

Jungkook esbozó una sonrisa culpable. — Lo he dicho sin pensar.

— Mañana por la tarde vendrás conmigo, y si la cosa va bien, podrás quedarte unas semanas en su casa. Le vendrá bien hablar con alguien como tú.

— Espera, ¿Qué? ¿Semanas?

Jungkook abrió los ojos mucho, tanto que casi se le salieron de las órbitas, y miró a su madre sin dar crédito. ¿Quería que se quedara en la casa de una chica depresiva a la que no conocía durante semanas?

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n/a: como algunas(os?) ya sabréis, The Beauty and the Beast es una especie de continuación/spin-off  de Hold Me Tight, pero sin embargo no es necesario haber leído la anterior para entender todo este fanfic.





The beauty and the beast » Jungkook;BTSWhere stories live. Discover now