One-Shots LectorxPersonaje Anime

Laito Sakamaki

Anime: Diabolik Lovers

Retrocedí insegura hasta sentir algo sólido detrás de mí, me apoyé en una mesa de la cocina de mi humilde morada, mis manos tocaron un objeto, sin importarme nada lo agarré y lo lancé con fuerza hacia el cuerpo de adelante.

—Deja de tirarme cosas, nena—el chico ignoró el producto que pasó rozando su cabeza y siguió acercándose. Temerosa, fruncí los labios y sentí como las lágrimas amenazaban por salir.

— ¡Aléjate! —Chillé asustada— ¡Voy a gritar! —anuncié abriendo los ojos, el poseedor de un sombrero rió.

—No va a funcionar, linda— de un momento a otro él estaba al frente mío. Traté de escabullirme y salir, pero me agarró el brazo con fuerza—S-Suéltame— sollocé, nunca, nunca debí haberle dicho a mis padres que no quería acompañarlos a la casa de mi abuelo.

—No te preocupes, no te voy a hacer daño— pude jurar escuchar un "no por ahora", de algo que estoy segura es que estoy en problemas.

—Laito, detente— escuché a lo lejos. Mi mente se vació y mi cuerpo se sintió liviano, antes de caer inconsciente.

¿Dónde estoy? Mi alrededor es extraño, no me resulta familiar. Las paredes son de color crema, la parte inferior tiene madera, dándole un toque acogedor; las cortinas son verdes matte, igual que el cubre cama de la cama, el suelo y el estampado de un sillón que está al medio. Volteo a ver todo la habitación, hay una chimenea ¿Enserio? El respaldo de la cama es rojo con diseños dorados, atrás de eso hay un decorado majestuoso, como cortinas de un escenario, pareciera que si me levanto y las despejo, actores saldrán de la nada a mostrarme su obra.

Analizando todo, puedo concluir que ésta es una pieza de alguien que tiene bastante dinero... Pero, no conozco a nadie así. ¿Qué pasó después de que ese tipo raro me molestara? El pavor me inundo nuevamente. ¿Es mi idea o que ese olor es el de aquel hombre? sí, sin duda. Cuando se acercó, sentí un aroma a menta mezclado con perfume varonil, que es es mismo que estoy oliendo.

—Vaya, despertaste— una voz salió de... ¿Del balcón? Había visto eso, pero estoy segura que cuando lo observé no estaba nadie ahí. Es el mismo tío con el pelo marrón rojizo con ojos semi cerrados de color verde con aire coqueto. No contesté— No me odies— añadió con una sonrisa sádica.

— ¿Cómo no lo voy a hacer? — Cuestioné, a la defensiva— Me atacast...— fui interrumpida por él.

—No estás en posición de defenderte— se acercó peligrosamente a la cama, a mi lado— Si tu bella cabecita no lo puede deducir, te ayudo, está es MI habitación, ósea que yo vivo aquí—Alzó una ceja, de manera seductora. Agarró mi mentón, sus ojos toparon con los míos, aquel verde atrayente me cautivó.

"¿Tengo Síndrome de Estocolmo?"

— ¿Entendiste? — se acercó a mis labios. Asentí con miedo, no sucedió lo que esperaba, no, no me besó. Se alejó soltando una carcajada arrogante— Te dejé ropa encima de esa mesa— apuntó hacia el sillón que antes he descrito... ¿Hay una mesa detrás de eso? Quizás— Quiero que bajes cuando estés lista, de seguro unos de mis hermanos te recibirá, ah, ahí está el baño, si es que quieres hacer esas cosas que hacen las chicas— me guiñó el ojo antes de salir por la puerta.

Me deshice de las mantas de la cama, mis pies tocaron la alfombra verde y me encaminé a aquella mesa que yo no vi de la perspectiva en que estaba, efectivamente, una pequeña mesita está ahí, encima hay ropa perfectamente doblada, miré para abajo, unos finos zapatos descansan en el suelo.