capítulo 18.

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Narra Milo.

Athena se había ido a dormir, Aldebaran se había ido a su templo porque ya le dolía el estómago de tanto comer, habia música a alto volumen, era un milagro que Athena pudiera dormir, quedamos 18 en la cámara del patriarca, nos divinimos en dos grupos, de lado derecho los más guapos del santuario, obviamente yo era líder por ser más guapo que los demás. El grupo se conformó por Aioria, Aioros, Kanon, Death Mask, Ikki, yo y sorpresivamente se nos unieron Afrodita, Shaka y el patriarca aunque realmente no era sorpresa ya que últimamente se nos unían muy seguido, por el lado izquierdo los "marginales", así los había nombrado Afrodita en sus fases de divo, ese grupo era conformado por Seiya, Shun, Shiryu, el maestro Dohko, Hyoga, Camus, Saga, Mu y Shura, de nuestro lado estaban las botellas ya que eramos los únicos tomando ahí.
De vez en cuando había besado a Kanon frente a Camus, había notado sus miradas serias o sus intentos de ignorarme, lo admito, me estaba comportando como un patán pero quería que Camus sufriera, que si realmente me amaba que viera que me había perdido.

Death Mask.- Se me ha ocurrido una idea.

Ikki.- cuenta cangrejito.

Death Mask.- deja de llamarme cangrejito, maldito pollo.

Ikki.- me manda mi madre.

Death Mask.- no tienes madre.

Ikki.- ¡Maldito!

Afrodita.- Angelo no le hagas caso y dinos cual es tu idea.

Death Mask.- para poner esto más interesante, hay que ver que pasa cuando los de aquel lado.- Death señaló el grupo de los "marginales".- se embriagan.

¡Ja! Yo ya había visto a Camus ebrio un par de veces.

Milo.- hay que dividirnos, Ikki tú embriagas al pato, Aioria a la cabra, patriarca usted encarguese de su novio, Dohko.

Shion.- ¡no es mi novio!

Ikki.- vamos patriarca, no mienta ya casi medio santuario sabe de sus escapadas a la casa de libra.

El patriarca se puso colorado y le dio un golpe en la cabeza a Ikki, éste solo se comenzó a sobar en donde Shion le había dado el golpe.

Milo.- sigo, Kanon tú a Shun, Shaka tú a Mu, Death te toca el burro con alas, Afrodita a la hielera, Aiorios a Saga y yo a la lagartija.

Antes de irnos sobre ellos Kanon me tomó de la mano y voltee a verlo, me acerqué a él y le di un beso en la frente.

Milo.- ¿Qué pasa?

Kanon vaciló un momento, después me vio y me dedico una cálida sonrisa.

Kanon.- no es nada, tuve un mal presentimiento, es todo.

Tomé ambas de sus manos y lo miré a los ojos con ternura.

Milo.- Nada malo pasará.- tomé su barbilla y dejé un tierno beso en sus labios.

Unas... Muchas copas después, la misión había sido un excito, los "marginales" estaban totalmente ebrios, Hyoga estaba corriendo de un lado al otro sin ropa porque Ikki le había metido la idea de que él era Tarzán y que debía regresar a la selva, Shiryu y Seiya hacían un show de estripers, Shura y Saga estaban coquetenado entre si, lo que había puesto molesto a Aioros y celoso a Aioria, el maestro Dohko estaba montado sobre el patriarca y le gritaba "Arre caballo", la cosa era que el patriarca igual acabó ebrio y se le ocurrió la idea de jugar a los vaqueros, bajó hasta el templo de tauro y se robó la armadura de Aldebaran y obligó a Death a mover la armadura de aquí para allá fingiendo ser un toro al que tenían que agarrar , mientras el maestro Dohko bajó a su templo y se puso un traje de vaquero al cual le faltaba la parte de arriba y se montó en su fiel corcel el patriarca. Shun se había quedado dormido y Kanon le había escrito cosas obscenas en la cara haciendo que Ikki se molestara, Shaka tenía que lidiar con un muy caliente Mu que lo tenía acorrolado contra un pilar y le robaba besos una que otra vez y por último pero no menos importante Camus tenía prisionero a Afrodita, estaban en el centro de la cámara del patriarca bailando lento una canción ruidosa y para nada lenta, Afrodita tenia cara de horror mientras Death le dedicaba una mirada ascesina a Camus quien no se había dado cuenta.

No tardo mucho para sacar a todos de allí, Shion y Dohko se desaparecieron, los de bronce dormirían en nuestros templos por el tiempo que estuviesen aquí, así que Ikki se llevo a Shun a virgo y él se quedo en leo, Aioria se llevó a Shiryu a libra, Aioros se llevó a Seiya a su templo ya que no ayudaría a su novio por estar coqueteando con otro, Shaka se llevó a Mu en su espalda, Afrodita se llevaria a Camus, Death a Shura, como Aioros estaba molesto le toco a Kanon llevarse a su hermano, antes de irse lo tomé de la mano.

Milo.- ¿te veré en mi templo?

Kanon.- Claro cariño.

Y así Kanon se llevo el cadáver de su hermano hasta su templo, realmente parecía un cadáver no podía caminar e iba más dormido que despierto. A mi me tocaba llevar a Hyoga pero las cosas se salieron de control ya que no dejaba de correr y no se dejaba poner la ropa.

Afrodita.- Milo ¿quieres ayuda?

Milo.- por favor.

Afrodita jaló el mantel de la mesa en la que habíamos cenado y un abrir y cerrar de ojos atrapó a Hyoga y lo envolvió como a un bebé, lo cargo y me miró.

Afrodita.- ya me encargué de Hyoga, por favor encargarte de Camus.

Milo.- De... ¿Camus?

Afrodita.- si, de él.

Afrodita se fue dejandome con un Camus que no tenia ni la menor idea de donde estaba, me acerque a él.

Milo.- ¿Camus, puedes caminar?

Camus solo asintió pero al dar un pasó cayó al suelo, di un suspiro y lo tome en mis brazos como si se tratase de una princesa, acomodó su cabeza en mi pecho, sentí una punzada ahí, en mi corazón, se veía tan inocente, frágil, tenia los ojos cerrados y de esa manera se veía adorable, este era el hombre del que me había enamorado, porque sólo conmigo se mostraba así, no una persona fría y sin sentimientos si no todo lo contrario.
Al llegar a acuraio Afrodita ya salia me dedicó una sonrisa y se fue a su templo, entre hasta su habitación encendí la luz y cuando lo dejé en su cama abrió los ojos y me tomó del brazo.

Camus.- ¿por qué no puedes quererme?

Quede estático ante tal pregunta.

Camus.- ¿que tiene Kanon que yo no tenga?

Milo.- Camus, estas muy ebrio debes descansar.

Camus.- lo haré si me dices que me quieres.

Agache la cabeza unos intantes para después mirarlo a los ojos, esos hermosos ojos aquamarina que me vuelven loco. Apreté los puños, cerré los ojos y le dije...

Milo.- Camus, yo te quiero, no tienes idea cuánto.

Camus.- Milo...- Camus se sentó y tomó mi rostro.- demuestramelo.

Camus cerró los ojos y se acerco peligrosamente a mis labios, hubo un pequeño rose e iba dejarme llevar pero entré en razón, no engañaría a Kanon y Camus estaba ebrio, me alejé de él, le di un beso en la frente, fui hacia la puerta, apague la luz, voltee a verlo por última vez.

Milo.- dulces sueños Camus.

Dulces sueños mi príncipe del hielo.

Dividido (saint seiya)Where stories live. Discover now