Intento poner en orden mis pensamientos.
Estoy segura de que mis sentimientos no pueden ordenarse.
Así que trato de ordenar mis pensamientos.
Es difícil cuando la vocecita en tu cabeza no se pone de acuerdo contigo.
Es difícil cuando las lágrimas han provocado dolor de cabeza.
Es difícil incluso cuando tienes insomnio,
porque aunque estás despierto estás vagando y no puedes ordenar nada.
Quiero utilizar mi tiempo para pensar pero mis lágrimas no me obedecen.
Mi coraje no me dejará tomar una decisión ahora.
Mis pensamientos están alborotándose,
Y resulta que ni uno está a tu favor.
No se supone que las personas vayan a la cama con el corazón roto.
No se supone que las personas que se quieren se alejen.
No se supone que quien te quiera te lastime.
No se supone que deba pasar así.
No se supone que las noches se utilicen para llorar.
Se supone que se termina una relación cuando ya no hay cariño, cuando no hay amor
No porque se quieren mucho.
No le pides a una persona que te adore
Que no se aleje, que no se despegue de ti...
Si ese mismo día la abandonaras.
No se supone que deba ser así.
Pero no debo suponer nada que no hayas dicho...
El problema es que no necesitas decir nada cuando las acciones hablan por ti.
No te atrevas a llamar valiente a tu acto de cobardía
Resulta que al final, tú también te irías
También te fastidiarías de mí y escaparías.
Resulta que no eras tan diferente,
resulta que si mentías.
Resulta que si me abandonaste sin importar cuanto te necesitaba, y sabiendo lo importante, lo mucho que te quería.
No te atrevas a llamar valiente a tu acto de cobardía.
No hay nada valiente en romper un corazón.
