cinco

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De almuerzo había puré con carne. Odio comer carne.

Solo comí el puré, tomé jugo de frutilla y comí ensalada.

Louis me miraba extrañado porque no comía la carne.

Como siempre, todos estaban hablando como una familia perfecta, dejándome fuera, porque yo me quería quedar fuera, no quería meterme en sus conversaciones, cuando terminé, me paré sin decir nada y subí a la habitación.

¿Acaso este día no podía ser más aburrido? Dios, creo que moriré por el aburrimiento.

Busqué que cosas tenía en mi mochila para no aburrirme; audífonos; el cargador de mi celular; el cargador de mi laptop; mi champú; un cuaderno con un lápiz; condones (siempre los andaba trayendo); mis lentes de descanso (los que se supone que siempre que no tenga nada que hacer los tenga que usar); un gorro; ropa interior; mi cepillo de dientes y un libro, esto serviría para no aburrirme.

Saco los lentes y el libro, echo todas las cosas a la mochila y la cierro, dejándola encima de la cama.

Bajo las escaleras, mi padre está con Ashley, acurrucados en un sillón viendo una película. Me pregunto dónde estarán los chicos.

Salgo de la cabaña y comienzo a buscar un árbol donde colocarme para leer. Finalmente encuentro un árbol grande, donde las ramas con sus hojas tapan el sol, me siento bajo él y antes de comenzar a leer me coloco mis lentes, se siente raro pero puedo leer mejor. Pienso en colocarme los audífonos, pero no hay porqué, no ruidos molestos, solo se pueden escuchar a los pájaros cantar y los árboles moverse suavemente por la brisa del viento.

Abro el libro y comienzo a leer.

'Estar de pie en la periferia de la vida... ofrece una perspectiva única. Pero llega un momento para ver lo que se ve desde la pista de baile. Es la historia de lo que es crecer en la escuela secundaria. Más que un diario íntimo, las cartas de Charlie son singulares y únicas, divertidas y devastadoras...'

No me doy cuenta de lo rápido que pasa la tarde, cuando ya no puedo leer más porque comienza a oscurecer me quedo ahí sentado, con la mirada perdida.

-Hola. –Saluda Louis, sentándose a mi lado.

-Hola. –Dijo extrañado. ¿Por qué me habla?

-¿Qué estabas leyendo?

-The perks of being a wallflower.

-Es un buen libro, yo lo leí.

Nos quedamos callados.

-Respecto a lo de la mañana –se sonroja y sonrío- no tiene que volver a pasar. –Su cara se vuelve seria.

-Admite que te gustó.

-Ese no es el punto, no tiene que volver a pasar.

- Pero ¿Te gustó o no?

-Harry...

-¿Sí o no?

Baja la mirada y se comienza a sonrojar de nuevo. –Sí.

-Lo sabía. –Sonrío.

-Pero no estamos hablando de eso, no tiene que volver a pasar. Nunca más. Y, ¿por qué lo hiciste?

-Fue una pequeña broma.

-¿Pequeña? Tuve que cambiarme de pantalones, algo que fue difícil porque mi mamá me preguntó y no sabía que decirle.

-¿Sobre qué te preguntó?

-Sobre porque estaba buscando otros pantalones.

-¿Y qué le dijiste?

-Que...estaba apurado por ir al baño, no aguanté y me hice un poco.

Me río fuertemente.

-No da risa, fue incómodo para mí.

Al parecer no aguanta más su curiosidad, porque me pregunta...

-¿Eres vegetariano?

-No, solo no me gusta comer animales.

-¿No comes carne de ningún animal?

-No.

-Entonces eres vegetariano.

Me quedo callado.

-¿Por qué siempre andas con ojeras? –Pregunto curioso después de un rato y puedo notar que se tensa.

-Por nada. Tenemos que ir a cenar. –Se levanta rápidamente y comienza a caminar hacia la cabaña.

Confundido me paro y comienzo a caminar también, no estoy tan lejos.

Cuando entro a la cocina los cuatro están comenzando a cenar.

-¿Dónde estuviste? –Pregunta mi papá.

-Leyendo.

Después de un rato me dice:

-Hace tiempo no te veía con lentes. -Me sonríe.

Sonrío un poco y vuelvo a comer.



Hermanastro ; Larry Stylinson Where stories live. Discover now