treintaiuno

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Dice y lo único que siento es algo romperse dentro de mí, sonrío falsamente y lo miro a los ojos.

-Oh. Es lo mejor para los dos.

-¿Ah?

-No soy una buena persona para ti. Deberíamos dejar de ser amigos.

-¿Qué? ¿Por qué?

-No me conoces del todo, no sabes cómo soy en realidad.

-¿Y? ¿Se te olvida que somos casi hermanastros? ¡No me importa si eres mala persona o no! ¡Me da lo mismo! Eres mi amigo y no dejarás de serlo, sin importar cómo seas, siempre te estaré apoyando.

Ésta vez, sonrío de verdad. Aunque yo ya no le guste, no se quiere alejar de mí. Un lindo detalle.

-Gracias. –Digo sinceramente.

Bajamos para lavar los platos, nuestros amigos son unos idiotas que no se preocupan de la limpieza, ni siquiera Niall, que es el dueño de esta casa.

Platos, tazas, cucharas, cuchillos, etcétera, todo lo que es servicio y loza, está acumulado en el lavaplatos.

-Al parecer tenemos trabajo. –Anuncio lo obvio y Louis suspira.

-Tú te ocupas del servicio y yo de la loza.

-Está bien. –Acepto el trato y comenzamos a lavar.

Después de un rato...no hemos terminado nada, pero conseguimos que el lavaplatos se llene de espuma y burbujas, y, cómo sigo siendo un niño, comienzo a jugar con ellas.

Louis me mira divertido mientras soplo la espuma de mi mano, veo cómo salen unas pequeñas burbujas y las reviento.

-Dios, eres cómo un bebé en una tina.

-Lo sé. –Respondo divertido y lo miro sonriente, haciendo que capte la señal.

-No...no lo harás. –Se ríe mientras tomo toda la espuma que puedo con las manos y, antes de que comience a correr, se la planto en la cara.

-Qué asco. –Dice cuando termino mi trabajo.

-¿Qué? Es divertido. Algunas veces hay que dejar de ser un adolescente y volver a ser un niño.

-El problema es que tú siempre eres un niño.

-No, Lou, no siempre lo soy.

Sonrío tentativamente, recordando todas esas veces que nos hemos tocado inapropiadamente, desde que nos conocimos.

-Se supone que te gusta mi hermana, para de hacer esas cosas. Sigamos lavando. –Dice serio y mi sonrisa desaparece. Irónico, ahora que acepto que me gusta yo le dejo de gustar, supongo que debe ser el karma.

-¡Llegamos! –Escuchamos la hermosa y gritona voz de Jade en la entrada de la casa.

-¿Dónde estaban? –Louis se seca las manos y corre a abrazarla.

-Fuimos a despedir a Ed, nos levantamos muy temprano y no quisimos molestarlos. Se veían muy lindos durmiendo juntos.

Espera, ¿durmiendo juntos? Pero si yo desperté sólo...

Eso significa que mi supuesto sueño...pasó realmente.

Abro la boca sorprendido y miro a Louis, que al parecer está pensando lo mismo que yo.

-Di-disculpen, tenemos que hablar.

Tomo a Louis del brazo y lo llevo prácticamente arrastrando hacia la habitación. Llegamos y hago que se siente en la cama, mientras yo me quedo de brazos cruzados mirándolo.

-Explícamelo todo.

Suelta un suspiro.

-Bueno...lo de anoche...fue real. Todo.

-¿Y por qué no me dijiste nada?

-¿Por qué dijiste que te gustaba mi hermana?

-¿Por qué dijiste que yo ya no te gustaba? Además no me gusta, pensé que lo que pasó fue un sueño, y no me podía arriesgar a declararme de nuevo.

-El que no arriesga no gana. Tenía miedo, cuando noté que tú no te acordabas de nada decidí hacerme el desinteresado, no iba a dejar que mis sentimientos, el dolor, la pena, etcétera, se mostraran. No de nuevo.

-¿Es que no te da cuenta? ¡Estoy enamorado de ti! Por Dios, nunca le había dicho esto a nadie, ¡nunca! ¿Sabes a cuanta gente le he dicho que la quiero? ¡A nadie! ¡Ni siquiera a mi mamá! Eres la primera y única persona a la que le digo esto, Louis, te quiero, mucho, y nunca, nunca me vuelvas a hacer esto de nuevo, te quiero. –Me agacho y lo abrazo, a pesar de nuestra gran diferencia de altura –en la cual yo soy el más alto- me escondo en sus piernas que están juntas y dejo que me acaricie el cabello.

Después de una gran sesión de besos y caricias bajamos tomados de la mano.

Los chicos y Jade están esperando impacientes, ¿cómo lo sé? Están susurrándose sobre de que podríamos estar hablando.

Hago una falsa toz y nos ven.

Sonrío y les anuncio:

-Sí, es lo que creen.

-¿Son novios? –Pregunta Jade, emocionada.

-No, pero, sólo el tiempo lo dirá.

Hermanastro ; Larry Stylinson Where stories live. Discover now