Sonadow: El regalo perfecto

Cap. 2: ¿Trastornos de bipolaridad?

Capítulo 2: ¿Transtornos de bipolaridad?

Subtítulo: Éste no eres tú

En el capítulo anterior

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¿Lo tomas o lo dejas?

-Agg... yo... -Se calmó un poco de su reciente estado de shock y bajó levemente sus orejitas. Se estaba replanteando en si aceptar o no, pues obvio le costaba aceptar la ayuda de los demás y más si se trataba de Sonic. Pero, para el azulado, se tardaba una eternidad con sólo eso-.

-Creo que es un no -interpretó el silencio ajeno con las orejas caídas y fatigado, dispuesto a marcharse-.

Continuación

Aunque, claro, sólo estaba montando una escena. El corazón del azabache no podría estar tan plagado de sierpes, aunque, por supuesto, jamás lo persuadiría con tal táctica, la de calar un sentimiento: provocar lástima. No. No podría.

-Agg... No tengo otra opción- pensó el bicolor, aún con la inseguridad colgando en su mente-.

¿O quizás sí?

Shadow levantó la mirada y la dirigió hacia Sonic, quien estaba a unos seis metros de distancia alejado de él, y de espaldas. Pero de todos modos, le pronunció una palabra, una sola palabra que fue casi desvanecida por el sonido potente de la lluvia. Palabra que alcanzó dificultosa a los oídos del ojiverde por trabarse en un gran nudo situado en la garganta del moreno, quien no estaba muy dispuesto a repetir lo dicho. (Se sentía rebajado, ¿lo único que deseaba?: mantener intacto el orgullo.)

-¿Qué dijiste? -preguntó el joven héroe con una sorpresa que ni se molestó en ocultar, moviendo únicamente su cuello para llevar su vista y pasearla en la cara del otro-.

... Había mencionado que Shadow no quería repetir lo dicho. Sin embargo (aún con el "nudo" hostigando su garganta), pareció neutral y pensativo pero con ninguno de aquellos adjetivos a la vez. Parecía divagar en un lugar remoto, mientras su cuerpo permanecía en tierra, su "yo interno" vivió un mundo distinto por un breve momento.

-El de esta mañana no fui yo y es todo. -Su tono, su timbre... Vaya que podía resultar encantador (nótese el sarcasmo)-.

-¿Eh? ¿A qué te refieres? -preguntó dando media vuelta sobre su eje, con una evidente curiosidad plasmada en el rostro-.

-¿Lo que pasó hoy, día, te pareció común de mi parte? -señaló, y se puso de brazos cruzados. De repente, un tinte opaco de odio y exasperación devoró su atmósfera-.

-Pues obvio que no. -Colocó sus dos extremidades superiores tras la nuca. Por la expresión en su cara pareció pensárselo.

-Y ahí lo tienes... ¿que quedaste sordo o qué? Y lo de tu propuesta... sólo será por esta noche; luego me conseguiré otro lugar.

-Oh, vaya, ya creía que ibas a preferir quedarte bajo un puente y que yo tendría que llevarte a regañadientes a mi casa. -Cerró los ojos ante imaginar esa escena que le dio gracia. Sus labios se curvearon en una sonrisa de lado "algo bastante" seductora-.