the prince and the commoner~L.S

capitulo2

Toda la tarde me la eh pasado pensando, siento que mi cabeza va a explotar, nadie me ha querido decir nada sobre el evento que se realizara esta noche, y el Sr. Turner está desaparecido, desde lo sucedido en la mañana en la clase de protocolo y etiqueta, no le he vuelto a ver, nadie para ser más específico.

-¿Sucede algo príncipe Louis?-pregunto Daniel, el beta que me fue asignado como mi cuidador y al cual considero como mi mejor amigo.

-¿Te puedo decir algo?

-¡Claro!-dijo mientras se sentaba a un lado mío

-Tú...

-No- contesto mientras acariciaba a Molly mi gatita blanca.

-pero...

-No

-per...

-No

-déjame habla....

-No

-¡Daniel!- exclame exasperado y el solo comenzó a reír a carcajadas, yo cruce los brazos y le di la espalda

-ya...-dijo mientras controlaba su risa – me calmo -bajo a Molly al suelo para luego prestarme atención -¿qué me querías decir Lou? – respondió con una sonrisa burlona, yo solo entre cerré los ojos y me dispuse a hablar

-sabes siempre me eh preguntado cómo es el pueblo y...- dije mientras miraba el suelo y jugaba con mis manos

-Oh...-contesto mientras miraba hacia el balcón de mi habitación, al no escuchar ningún comentario de su parte proseguí a hablar

-Y estaba pensando...

-No!- me interrumpió, yo rodé los ojos, porque pensé que estaba jugando así que lo mire , y su expresión no fue la que me esperaba- Sé por dónde va esto, Louis eres mi mejor amigo y sabes que cuentas conmigo para todo pero... También estoy encargado de cuidarte- yo iba a protestar pero él me lo impidió- déjame hablar, tú no sabes cómo es afuera, y créeme que a pesar de que las personas se miren muy agradables, la realidad es otra y tú al ser un OMEGA corres más riesgo- yo fruncí el ceño al oír esto ultimo

-¿Y que si soy un omega?- conteste molesto, el solo soltó un suspiro y se golpeó la frente con su mano derecha.

-todo es diferente afuera... no tienes ni idea de cómo es...- esto último lo dijo en un susurro casi inaudible

-Claro que si se cómo es, todos son amables, de seguro son mucho más felices que yo, tú mismo me has dicho que...

-Olvida todo lo que eh dicho solo... olvídalo... ¿Quieres? - dijo un poco ¿enfadado?

[...]

-¡Edward! ¡Edward! - gritaba una voz muy aguda

-¡Edward! ¿Dónde estás?- los gritos se escuchaban más cerca y claro que reconocía esa voz, realmente hoy no tenía ánimos de lidiar con ella, y no volvería a esconderme, puesto que las últimas veces siempre termino lastimado o con moretones así que solo me dispuse a ignorar los gritos y seguí trabajando, ya que hoy tenía más que otras veces.

- ¡Edward! ¿Dónde estás amor?- los gritos se escuchaban cada vez más cerca, haciendo que la piel se me erizara y mis oídos se aturdieran.

La puerta se abrió bruscamente ocasionando un ruido muy fuerte, revelando a una niña de 12 años, piel pálida, ojos cafés, delgada, realmente era una niña muy linda, pero su manera de ser la hacía ver de otra manera, ya que al ser hija de una de las personas más influyentes del pueblo se creía que tenía el derecho de hacer lo que quiera, aunque no la culpo puesto que es el vivo reflejo de su madre, ambas caprichosas, presumidas y molestas.