Capítulo 1

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El cielo nocturno era cálido a comparación de la anterior. Buenas noticias viajaban a velocidad de la luz en el mundo mágico y no era para menos pues el mago más tenebroso de todos había sido derrotado por nadie más ni nadie menos que un bebe de un año  también conocido como el niño que sobrevivió

Albus Dumbledore se encontraba en el bosque prohibido cuando el cambio más grande en su vida sucedió. El bosque se alegraba de ser libre después de tantos años mientras que los servidores de el señor tenebroso corrían por sus vidas..todo parecía perfecto. Dumbledore se quedo en la orilla de un precipicio mirando con detenimiento Hogwarts ya que por fin estaba a salvo pero ¿Cuanto duraría eso? nadie lo sabia.

El viento soplo muy fuerte provocando que los arboles se estremecieran e incluso que el profesor diera un paso para atrás, recobrando el equilibrio. 

Las patas enormes acercándose a él eran evidentes; pero Dumbledore no tenía miedo, sólo espero a que la criatura apareciera. cosa que no paso, en su lugar la suave voz de una mujer dio lugar a los acontecimientos; era tan hermosa y suave que incluso estremeció al presente.

-Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore...-susurro esa voz tan especial, tan hermosa y tan celestial.

-No muchas persona me llaman por mi nombre completo.- hablo sereno el mencionado con una sonrisa amigable en el rostro- ¿A que se debe ese honor?- 

Albus no estaba seguro a lo que se estaba enfrentando, si era lo que más deseaba en esos momento nada podía asegurarselo. De todos modos no perdió la postura ni mucho menos el amabilidad; algo que era muy reconocido en él.

-Eh esperado mucho tiempo para esto- siguió aquella voz- mi nombre es Rinka- y por fin salió. Una hermosa dragona blanca, con alas en forma de encaje y ojos tan puros que parecían de cristal. Era imposible no perderse en tanta belleza; la luna estaba en su apogeo y provocaba que la piel escamosa brillara de forma celestial. 

-Vaya...- fue lo único que pudo articular, definitivamente esa dragona era nueva en su especie si no es que la última y Dumbledore quería guardarla bien en su mente.

-Soy la dragona de cristal- empezó a explicar ella estando frente a él, su expresión era serena y elegante- Nacida y criada sólo para cumplir un propósito en la vida- pausó unos momentos mientras se deslizaba con agilidad sobre su propio eje dejando ver un nido de cristal- Traer al mundo a un hijo de dragón.-

Era...sorprendente si esas palabras cabían bien en lo que el peliblanco podía sentir. Se acerco al nido y vio que el huevo ya estaba por mucho más grande de lo normal y de lo que contaban los escritos.

-Tu eres el destinado para cuidar del hijo que nacerá- siguió explicando- juntas todos los requisitos para que se te sea otorgado, sin embargo....-pausó unos momentos y esto provoco que Dumbledore la mirara; el sabia a la perfección lo que pasaba.

-El nacimiento se retraso- le contestó seguro de si mismo lo que provoco en la dragona un gesto satisfactorio.

-Así es- confirmo- Eran tiempos muy obscuros como para que el bebe naciera; de ser así podría morir o incluso caer en las manos equivocadas.-

-¿Hace cuanto que debió nacer?-

-Un año- dijo con tranquilidad- eh aplazado el tiempo con mucho esfuerzo, desafortunadamente ya no puedo.-

-Lo entiendo- aseguró dumbledore quien se ponía en pie y formalizaba su posición para poder ver mejor a esa majestuosa criatura.- yo me haré cargo de el o ella, la cuidare como si fuera mi propia hija.

La dragona asintió y se alejo a paso lento del nido que a partir de ahora era responsabilidad de Albus Dumbledore y aunque los dragones fueran de las criaturas más orgullosas del mundo mágico se podía ver en ella el agradecimiento y el alivio de por fin marcharse.

-Ya sabes todo lo que hay que hacer-dijo de espaladas al borde del acantilado- suerte- fue lo último que dijo antes de emprender vuelo y desintegrarse poco a poco mientras más se alejaba y convertirse en nieve desapareciendo con el viento. 

Cuando el silencio gobernó Dumbledore tomo el huevo entre su túnica y se apresuro a llegar a Hogwarts donde sabía estaría más seguro. Llegando ahí llamo a todos los  profesores sin excepción, basta decir que minerva estaba de mal humor por lo que paso con Harry, aún no estaba convencida de dejarlo con sus tíos muggles que eran de la peor clase; pero no podía hacer nada al respecto.

-¿A que se debe estas llamadas a altas horas de la noche Dumbledore?- rió carismático el profesor Horace.

-¿Tiene que ver con el chico?- esta vez fue McGonagall que aún no se sacaba la idea de la cabeza.

Albus  estaba de espaldas, resguardando el huevo lejos del panorama visual de los demás.

-Hay noticias muy satisfactorias hoy en Hogwarts- sonrió para si mismo cuando giró a la dirección de sus profesores. Todos quedaron enmudecidos cuando vieron lo que el director traía en brazos.

-¡Profesor dumbledore vine lo más rápido que...!- El, era hagrid que como siempre llegaba de imprevisto pero al ver aquel huevo poseía en sus manos su rostro se relajo- Un huevo de dragón.-

-No es cualquier huevo de Dragón Hagrid- corrigió el peliblanco mientras se acercaba a ellos- 

-Es un huevo de hijo de Dragón- Snape por su parte no estaba en sus mejores humores después de enterarse de la muerte de Lily, sin embargo un huevo de hijo de dragón era un milagro en el mundo mágico.

-Así es profesor Snape- sonrió su superior. - tiene un año de retraso, me encargaré de que nazca con salud. Quiero que estén enterados antes de que se sepa en el exterior; esta criatura sera de ahora en adelante conocida como mi hijo o hija.-

-Fascinante...- murmuro Hagrid.

-Lamento hacerlos despertar; pueden regresar a sus labores.- sentenció por fin- Profesor Horace, Hagrid por favor quédense-

Todos los demás se fueron murmurando entre sí, algunos no hablaron o no quisieron hacerse notar. La noticia era más sorprendente de lo que podía imaginar así que prefirieron asimilarlo antes que cualquier cosa. Cuando la oficina quedo solo con tres presentes Albus coloco el huevo en el nido de cristal y con un hechizo logro que se cubriera de hielo.

-profesor Horace, ¿Esta seguro que quiere jubilarse?- soltó directamente el director sin despegar la mirada del huevo.

-Así es- confesó el profesor en tono serio- después de lo que paso no creo verme apto para dar clases-

-¿Es su decisión final?-

-completamente-dijo sin tartamudear al instante.

-Perfecto, entonces descanse. Las puertas de Hogwarts siempre estará abiertas para usted- dicho esto el profesor salió sin decir más, con la mirada perdida en la nada. Dumbledore sabía que era difícil para él todo lo que había pasado por ello comprendía a la perfección la decisión tomada.-En cuanto a ti Hagrid- el mencionado se puso tenso en cuanto escucho su nombre.- Sé que contaré contigo para cualquier cosa que pueda necesitar del bosque prohibido.-

-¡Por supuesto!- se apresuro a decir- ¡Cualquier cosa Profesor!- aseguró con orgullo y a la vez con emoción pues le estaba dando la confianza de una parte del cuidado al huevo.

Dumbledore sonrió y palmeo levemente el brazo del medio gigante. Estaba contento de los acontecimientos; Harry Potter estaba a salvo con sus tíos muggles, El señor tenebroso había sido derrotado por ahora, la guerra mágica por fin término y por último, tenía a su cuidado al milagro del mundo mágico: Un huevo de hijo de Dragón.


Hija de Dragón (Harry Potter)(Draco Malfoy)Where stories live. Discover now