Hija de Dragón (Harry Potter)(Draco Malfoy)

Capítulo 11

Rinka estaba molesta. No, mejor dicho, estaba furiosa...sin embargo no dijo nada, permaneció en silencio y contemplo las voces que estaban a su alrededor aun que simplemente ignoraba a las personas pertenecientes de ellas; hasta de su mejor amigo pers.
Respiraba pausadamente controlando aquellos poderes de dragón que sabía causarían caos en ese lugar si la peliblanca no era capaz de abstenerse. Es por ello que abrazo lentamente a su amigo Gryffindor y con mucha sutileza comenzaron a deslizarse pequeños cristales por las mejillas de la peliblanca. Pers solo podía escuchar esas delicadas piedras brillantes caer al suelo con un suave sonido ahogante.

Le pareció muy injusto que Dumbledore lo permitiera; Rinka se había esforzado mucho por estar en el equipo de Quidditch  como para que Potter solo llegara y con una pizca de talento convenciera a su líder de casa para que fuera parte del equipo. Por otra parte estaba McGonagall ¿de que se trataba? Acaso quería evitar dar a la luz conflicto de intereses con aquella niña a la que había criado desde que era una bebe. Si eso era el motivo no podía explicarse lo incorrecto que ella estaba y que, indudablemente no solo tendría el mismo punto de vista los de su casa si no también los de Slytherin.

Snape era otra cosa aparte; cual seria el drama que haría al director de Hogwarts al enterarse que una estudiante de Slytherin cuyas habilidades fueron forjadas desde que pudo caminar le era negado un puesto bien merecido a comparación de potter que solo gozaba de la suerte de un principiante.

-suerte de un principiante- susurro el prefecto de Gryffindor olvidando que su amiga estaba a centímetros de el. Un bufido arrogante fue lo que sustituyó un lamento mas doloroso que tenía mas posibilidades de existir.

-Tiene preferencia por que asesino al mago mas tenebroso de todos- explico para ella con la esperanza de controlar esa ira dentro de si- y yo aún no he hecho nada sorprendente- continuo

Pers no dijo nada a pesar de querer contradecirla. Estaba a favor de callar y abrazarla para que sus poderes no ocasionarán algo de lo que probablemente su amiga se arrepentiría. Muchos los miraban y otros tantos murmuraban incluidos las serpientes con las que Rinka decidió unir amistad.

Draco estaba molesto por la escena que estaba presenciando, Crabbe y Goyle por otra parte se sentían incómodos no solo por mirar como su amiga pequeña era abrazada por un prefecto de la casa rival si no por na aura tan penetrante que su líder formaba en torno a el pues significaba que en cualquier momento golpearía a alguien.

::::::::::::::

Para Harry las cosas iban saliendo tan bien que ni siquiera se lo podía creer. Apenas se entero que es un mago y ahora tiene encima el nombre del jugador mas joven de Gryffindor ¡y todo eso sin pedirlo!. Celebraba armoniosamente con sus amigos; por un lado estaba Hermione que se esforzaba por explicarle a Harry las responsabilidades que esto conllevaba mientras que por otro, demasiado contrario, ron solo se enfocaba en creer lo que estaba pasando. La hora de estudio era algo que le simpatizaba enormemente a la rizada leona por lo que, a pesar de las grandes quejas de Ron, el trio se dirigió automáticamente sin desviar el tema ni un solo segundo.

Ahí la veo ella, mione pareció ser la única que distinguió a la peliblanca en los brazos de un Gryffindor pelirrojo, la escena mas que paternal parecía haberla sacado de un libro Muggle (como muchos dicen) cuyo anterior lugar de estaría era el buró de su madre. Sus mejillas se enrojecieron notando lo descabellada que era la idea por la notable diferencia de edad.

-Tendré una practica de prueba- dijo por tercera vez el de lentes redondos tropezando con la figura inmóvil de una niña que ni siquiera se había percatado del endurecimiento.-hermione ¿estas bien?- sin embargo los ojos verdes de Harry no se centraron en lo que mione estaba viendo con sumo cuidado sino mas bien en los ojos grises de una serpiente que lo fulminaba con su mirada.