Las pajas de Auryn. (Gay)

22. El abrazo infiel

Los primeros rayos del sol entraron por la ventana.

La situación era muy extraña, casi cómica. Blas era un gran cinéfilo, y había visto multitud de películas en las que había escenas de infidelidades en las parejas. 

Ahora él lo estaba viviendo en primera persona.

Lo primero que sintió fue un dolor de cabeza enorme. La resaca había inundado su cuerpo por completo.  Luego sintió nervios. La tripa le temblaba, los brazos también. Casi no se podía mantener en pie al ver la escena que estaba contemplando.

Estaba viendo a Daniel, desnudo, tumbado sobre su cama, tapando escasamente su aparato sexual con una ligera sábana blanca, pero se podía ver perfectamente que estaba desnudo completamente. También Blas estaba desnudo. La ropa interior tirada por el suelo también les delataba.

-¡DESPIERTA!-Gritó Blas a su compañero.-¿Qué coño ha pasado aqui?

Daniel se agitó nervioso. Se asustó por el tono tan alto que lo despertó.

-Buenos días, ¿eh?-Dijo Dani.

-Ni buenos días ni leches. ¿Qué ha pasado entre nosotros?

-¿Tu que crees?-Respondió Daniel con una ligera sonrisa en la cara.

Blas se estaba llevando las manos a la cabeza. Le había sido infiel a Carlos, y ni más ni menos que con Dani.

-¿Por qué no me dijiste nada?-Preguntó Blas con un tono de preocupación y enfado.

-Lo intenté, por supuesto, pero callabas mi boca besándome. A mi también me jode haberle sido infiel a Álvaro...

Blas resoplaba, y como seguía nervioso, Dani continuó hablando:

-...pero ambos somos adultos. Lo hecho, hecho está. Hemos follado, ¿y qué pasa? No pasa nada. Al menos nos conocemos, y ninguno de los dos se lo va a decir a sus respectivas parejas. Yo me callo y no le digo nada a Carlos y espero que tu no se lo cuentes a Álvaro. Hemos echado un polvo como amigos, no pasa nada.

Las palabras de Dani parecieron tranquilizar a Blas. Comprendió a la perfección y estaba dispuesto a cumplirlo. Ni una palabra a Álvaro ni a Carlos. Sexo entre amigos. Perfecto. Cambió de tema.

-¿Quieres desayunar?-Dijo más calmado.

-Sí, estoy hambriento-Dijo levantándose de la cama.

Se acercó a Blas y le dio un abrazo. Daniel estaba tan cómodo que ni se acordaba que estaba desnudo. Sus penes se volvieron a rozar. Blas hizo una mueca con la cara.

Aquel abrazo infiel marcó el final de su loca noche de sexo desenfrenado. Pero algo en la mirada de Daniel decía que no iba a ser la única noche.

***

María estaba desayunando en la cocina con Álvaro. María le había pedido a Álvaro que se quedase con ella hasta que volviera David de su viaje por México. Eran buenos amigos, y se llevaban  bien como esporádicos compañeros de piso. 

Cabe recordar que Daniel y Blas estaban en casa de Álvaro, por lo que él estaba tranquilo de que dos de sus compañeros de boyband custodiaban su lujosa casa.

El piso de Blas llevaba tiempo cerrado; entre el tiempo que pasaba con Carlos en su casa, o en casa de Álvaro.

-¿No te ha llamado Daniel desde que ayer regresasa a tu casa?-preguntó María curiosa.

-Que va...seguro que llegó muy cansado. Además estaba Blas, por lo que seguramente se quedasen dormidos.

María rió. Una malvada idea invadió su cabeza. Álvaro preguntó intrigado.