24. Confesiones

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Estaban facturando el equipaje.

Aquella cinta negra llena de polvo se llevó las maletas de ambos chicos a la bodega del avión.

Después de un intenso viaje por México, Carlos y David volvían a España.

La noche de la gala benéfica fue de maravilla. Los auryners mexicanos acudieron en masa para porder fotografiarse con David, que incluso interpretó el estribillo de "Electric" a capella.

Aquella misma noche fue la que decidió Carlos para quedar con sus amigos mexicanos y estuvieron en un restaurante de la capital, comiendo comida regional y escuchando una buena música de mariachis en directo desde el restaurante.

Desde el día en que follaron, la relación entre David y Carlos cambió brutalmente. Escasamente se miraban fijamente a los ojos y hablaban con monosílabos. 

El avión despegó.

***

Estando Dani y Álvaro durmiendo juntos en la cama, Álvaro se despertó sobresaltado. 

Había tenido una pesadilla.

La escena se le repetía en la cabeza. Se imaginaba a Daniel tumbado boca abajo en la caba mientras, por detras y subido a horcajadas estaba Blas penetrándole duramente. Cada vez que su pene entraba y salía del cuerpo de su novio le provocaba a Álvaro un dolor de cabeza enorme. 

En el momento de llegar al orgasmo Álvaro se despertaba sobresaltado. Y eso es lo que acababa de pasar.

Se levantó de la cama.

Álvaro dormía únicamente en calzoncillos, unos boxers de algodón  negros de la marca Ralph Lauren. Eran realmente suaves. 

El cuerpo de Álvaro noi estaba tan marcado de abdominales como los del resto de sus compañeros, pero sí  que se notaba que tenía aspecto de ser fuerte, además de que era muy alto.

Tenía el pelo salvajemente alborotado, dándole un aspecto aún más sexy de lo que era ya de por sí.

En lo relacionado a la depilación, Álvaro era muy cuidadoso en ese aspecto y debajo de aquella ligera barba de una semana, que le daba un aspecto muy varonil, no tenía ningún pelo: ni en los sobacos, ni en el pecho, tampoco en las piernas y también carecía de vello púbico. Totalmente depilado.

Daniel seguía durmiendo por lo que se dirigió en rigoroso silencio hacia una silla que está situada al otro lado de la habitación. En esa silla estaba la ropa que Dani se había quitado para dormir (él también dormía en calzoncillos, y, a veces ni eso).

En la silla estaban los dichosos pantalones que estaban manchados por una marca de semen seco. Se veía claramente. Seguro que a Dani se le olvidó echarlos a lavar.

Siguió observando los pantalones y  desde esa posición pudo ver una cosa debajo de la cama.

Era una prenda de ropa. Quizás podía ser una camiseta sucia de días atrás que allí se coló y nadie se acuerda de ella.

Álvaro se movió hacia la cama y se agachó con cuidado para no despertar a su novio.

Cuando sacó el bajo de debajo de la cama pudo ver que no se trataba de una camiseta olvidada, sino que eran unos slips blancos.

Álvaro se estaba poniendo cada vez más nervioso y su respiración se podía escuchar que era más agitada.

Intuitivamente Álvaro pensó que eran unos calzoncillos de Daniel. Él tenía muchos slips blancos, pero en seguida se dio cuenta de que no.

Fue un detalle absurdo. 

Había varios pelos rizados. Aquellos pelos no podía ser otra cosa que vello púbico. 

Las pajas de Auryn.  (Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora