Capítulo 32: Justicia

194 29 4
                                    

(Donghae)

En cuanto vi que aquel vidrio se hacía añicos sobre la espalda de mi Hyukie, sentí que el alma se me desvanecía.

Los disparos que durante breves e inverosimiles segundos habian destruido el enorme ventanal, seguían sonando desde abajo, en una sinfonía de terror interminable.

Me agaché hasta la altura del piso para evitar que algunas de aquellas balas me dieran y me dirigí hasta donde estaba HyukJae, completamente ensangrentado, tomando al pasar mi celular y accionando un botón de llamada a recepción que había en la habitación.

Con la angustia que me oprimía el pecho y los ojos anegados en lágrimas, llamé a la ambulancia, mientras tocaba un hombro de Hyuk. Colgué y volví a zamarrearlo, pero sin obtener ninguna respuesta.

Me arrodillé junto a él, a pesar de la cantidad indescriptible de vidrios rotos que había allí. Sentía como poco a poco aquellos cortaban la tela de mis pantalones y rasgaban mi piel, pero no me importó. Afuera, los disparos cesaron, dejando un profundo silencio, el cual era cortado por mis sollozos.

-Hyuk.. Hyukie.. ress..pondem... - traté de hablar por sobre los espamos, con la cara bañada en lagrimas.

Entonces se abrió la puerta de la habitación, dando paso a los paramédicos, policias de la ciudad y otro sujeto.

Me apartaron con rapidez y empezaron a trabajar con él. Los paramedicos sujetaron su cuello con un collarin y lo subieron a la camilla que traían consigo.

Los policias empezaron a preguntarme cosas, pero yo solo podía oir el sonido de mi propio sollozo. Era presa de un ataque de nervios.

Cuando lo levantaron para llevarselo, me paré al instante para ir con él, pero aquellos policias me detuvieron.

-Señor tenemos que hacerle algunas preguntas, no puede retirarse...

Aquello me desencajó por completo. ¿Acaso pensaban que iba a dejar que se lo lleven y yo me iba a quedar? Forcejee con uno de ellos hasta hacer que me soltaran.

-Lo que quieran, pero primero debo ir al hospital. Si se dan cuenta, MI AMIGO esta herido y tengo que estar con él. - escupí.

-De acuerdo, pero iremos con usted. - respondió. Bufé frustrado pero eso era mejor que hicieran quedarse alli.

Me dejaron subir en la ambulancia, en donde iba Hyuk aún inconsiente, lo cual me destrozaba.

Las lágrimas empezaron a rodar por mis mejillas de nuevo, dejando a su paso algo de ardor. Por acto reflejo, me las limpié con la mano. Fué cuando sentí el dolor punzante allí, en las palmas, lo que me sacó un leve quejido. Observé para ver el porque de ese dolor y vi que tenía varios cortes, mas o menos profundos, en ambas manos. En algun momento me los había hecho, pero sin siquiera darme cuenta.

El paramédico me vió y acto seguido comenzó a curarme aquellas heridas.

-¿Tiene algun otro corte? - me preguntó, mientras me vendaba. Sopesé la respuesta unos segundos, cuando la tela rasgada en mis rodillas me indicó el lugar. Le avisé y procedió de la misma forma que con las manos, aunque aquellas heridas eran mas profundas.

Observé a Hyuk alli. Y mi corazón desfallecía al ver esa imagen. Hubiera preferido ser yo el que estuviera en ese lugar y no él.

Al llegar al hospital, llevaron a Hyukie a la sala de emergencias, mientras que a mi me hicieron pasar a otra sala, en donde otro médico me hizo las preguntas de rigor y observó mis heridas.

Dandome el alta, me dirigí hacia emergencias, en busca de alguna noticia sobre mi Hyukie. Me senté alli fuera y suspiré frustrado y lleno de angustia. ¿Porque no salia nadie de alli? ¿Porque no despertaba? ¿Ya estará despierto? ¿Y sus heridas?

Tantas preguntas, por el momento sin respuesta, hacía que me hundiera más en la congoja. Busqué mi teléfono y marque.

-¿Diga?

-Viejo, soy yo, Hae. - dije tratando de manejar mi voz.

-Hola Hae ¿Qué pasa? ¿Está todo bien?

-No. Todo está mal. Sufrimos un atentado en el hotel. Hyuk está ahora en la sala de urgencias, yo estoy.. bien - aunque bien era la palabras más desacertada para utilizar.

Se hizo silencio del otro lado. Por un momento pensé que había colgado.

-¿Viejo?

-Estoy yendo para ahí. Espérame.

Colgué y cerré los ojos. Las lágrimas otra vez insistían en salir, pero no las dejé. Por el contrario, me dispuse a encontrar a aquellos sujetos que habían atentado contra nosotros y habían dejado a Hyuk en ese estado.

Al cabo de media hora, después de despacharme a los policias y sus preguntas, vi cruzar la entrada al Viejo, seguido por Ryeowook.

Suspiré de alivio y me puse de pie.

-Viejo.. Wookie...

-Hae, como estas? - me preguntó Wookie.

-Bien. No me paso nada.

-Tus manos no dicen lo mismo.

-Ahora solo importa Hyuk.

-Tienes razón.

-¿Sabes algo? - intervino El Viejo.

-Hace unos momentos el médico me dijo que está bien. Está sedado y tuvieron que sacarle los trozos de vidrio incrustados en la espalda. Son profundos y perdio sangre, pero dice que va a estar bien. Su recuperación será rápida.

Asintieron y quedamos en silencio.

Mi corazón y mi espíritu me pedían a gritos que me quedara allí, pero el deber y mi sed de justicia hacían que mi mente tramara lo que sea para descubrir a los responsables.

Dentro, muy dentro de mi, sabía que Kangin y su maldita banda estaban detrás de esto.

Por eso, en cuanto me sentí preparado, me despedí del Viejo y de Ryeowook y me dirigí a la recepción del hotel, en busca de mis cosas. Saqué mi billetera, el arma reglamentada, la dirección del sujeto al que ibamos a buscar y salí.

Mi cuerpo me pedía justicia, y eso era lo que iba a hacer.

El Pacto [EunHae] [+18]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang