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"Vic!", gritó Kellin antes de que Vic pasara a la otra cuadra.

"Si?", dijo Vic volteándose con una sonrisa.

Kellin corrió hacia Vic y le dio un casto beso en los labios.

Vic miró sorprendido a Kellin.

Kellin, como siempre.

Pensó que no le quería, y la tristeza se hizo notoria en sus ojos. Pero todos esos pensamientos se esfumaron.

Vic besó a Kellin.

Kellin no respondía, lo había tomado por sorpresa.

Vic estaba a punto de separarse al darse cuenta de que no respondía.

Kellin se lo impidió atrayéndolo a él, para evitar que se separase.

El beso era lento y apasionado. Vic colocó sus manos en la espalda baja de Kellin, atrayéndolo a él profundizando el beso.

Kellin enredó sus dedos entre el cabello de Vic.

A la luz de la luna, en media noche.

Se separaron poco a poco.

Ellos no querían, pero debían si no querían que alguno saliera asfixiado.

"Kellin... Me traes loco", dijo Vic en susurro antes de volver a besarlo.

"Y tu me enloqueciste la primera vez que te vi caminar frente a mi casa", dijo Kellin de la misma manera.

Se dieron unos cuantos besos más.

"Debo irme", dijo Vic.

"Lo sé...", dijo Kellin mirándolo a los ojos.

Vic le dio un pequeño beso y se dio vuelta.

"Adiós Kellin! Nos vemos mañana en el colegio!", dijo Vic pasando la cuadra.

"Adiós...", dijo Kellin poniéndose una mano sobre sus labios. "No puedo creerlo...", susurró. "Si!", gritó poniendo sus manos en el aire mientras reía. No le importó quien lo viera, ni que Vic lo viera.

"Soy el hombre más feliz del mundo!", gritó mientras iba dando pequeños saltitos mientras se dirigía a su casa.



Yo, shippeo Kellic QuentesWhere stories live. Discover now