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~Mini historia~

"¡Hasta luego Justin!", dijo Kellin saliendo del local para dirigirse a una fiesta a la cual le habían invitado con una semana de anticipación.

"¡Adiós! ¡Y recuerda no tomar tanto! No quiero ser tío tan pronto", dijo Justin riendo finalmente.

Kellin solo rió, y se fue hasta su casa para cambiarse.

No es posible quedar embarazado, él es un hombre ¿No?, pensó.

Al llegar a su casa, caminó con toda tranquilidad a su habitación. Se despojó de toda su ropa, e incluso su ropa interior. Y fue hasta el baño a darse una ducha de agua tibia.

El clima estaba nublado, perfecto para él. Si el clima no estuviera así, les puedo apostar que jamás iría a la fiesta. Nick le insistió a más no poder para que fuera, era una simple fiesta como cualquier otra.

Aburrido, mejor se quedaba en casa. Leyendo un libro, tomando chocolate caliente mientras escuchaba música.

Oh, sí.

Había un problema por el cual no podía quedarse en casa.

Victor Fuentes iría a la fiesta, el primo de Nick.

La primera vez que lo vio fue en el parque junto a su hermano y por supuesto, Nick. Kellin solo caminaba por ahí con sus auriculares puestos a todo volumen, un libro bajo el brazo y un café del Starbucks.

A Nick le dio por gastarle una broma al pelinegro, así que optó por quitarle el libro tirándolo lejos y llevarse su café.

Le habían detectado miopía, iba en busca de sus gafas a la óptica. Últimamente le costaba leer sus amados libros, preocupante.

Alerta mortal, riesgo de muerte súbita e incluso combustión por exceso de estrés.

Obviamente, jamás notó que alguien se acercaba y mucho menos con el quilombo que llevaba en las orejas.

Le arrebató las cosas de un jalón, dejando a Kellin sorprendido. Fue frunciendo el ceño y se le tornó la cara de un color carmesí.

"Tú, ¡Maldito ladrón, hijo de perra!", gritó y empezó a correr como si alguien le persiguiera para matarle.

Vic y Mike, observaban expectantes la escena, junto una que otra risa se les escapaba.

Kells agarró un balón abandonado en el suelo, aprovechó tirándoselo en un pie causando que se cayera de cara.

"Mi puto libro, y mi puto café", le arrebató ambas cosas de las manos, dando la vuelta para retornar su camino a la óptica.

"¡Kellin!", gritó Nick haciendo que éste se girara bruscamente.

"¿Nick?", preguntó incrédulo. "¡Nick, cabrón de mierda! Pudiste romperte un hueso con esa caída, pero me da igual".

"Eres una perra, Kell", dijo avanzando con él hacia donde estaban sus primos.

Ahí estaba él obviamente, duh.

"El saltamuros", como lo reconocía Kellin.

Vic no le quitaba la mirada de encima, era muy... ¿Sexy? Si, eso mismo.

"Sexy negro mexicano, mhm", pensó.

Cuantas cochinadas no haría con él.

En cambio Vic, sólo quería llevárselo a la cama y conocerlo un poco más.

Si eso quieres decir con conocer a alguien más, pues así lo hacía Vic.

Agh, ya perdí el hilo ¿Por dónde iba? Ah, claro la fiesta ¡Sexo duro! Quién no quiere narrar eso, grr.

Kellin salió de casa. Traía puesto su skinny jean negro, una camisa del mismo color junto a una de cuadros con mangas suelta, unas Converse y su sombrero negro.

Hoy hizo una excepción y consiguió lentes de contacto, no quería arriesgarse a perderlos en el tumulto de gente o que se rompieran por alguna tonta caída de su parte, como siempre.

Vic estaba más que seguro de que cogería con Kellin.

Y Kells más que seguro de que le romperían el culo.

Lo presentían, esa atracción sexual desde el principio.

Simplemente inevitable.

Llegó a la casa de Nick, tremendo quilombo se montaron en esa casa.

Le abrieron la puerta, y divisó a un Mike Fuentes totalmente alcoholizado abrazando a Tony que estaba sobrio al parecer.

Entró cerrando la puerta tras él, la música estaba jodidamente alta, olor a humo y alcohol por todo el ambiente. Fue a saludar a Nick, él ya estaba borracho. Buscó la barra, pidió un vodka con naranja y fresa.

Así de delicado es.

"Entre más dulce sea, menos sentiré el efecto golpeándome", pensó.

Estaba solo, como en cada fiesta.

Por eso no le gustaban, nunca tenía nadie con quien hablar y solo se hundía en su celular hasta las 2:00 a.m. Triste pero cierto.

Sus amigos siempre estaban borrachos, con alguna chica y bueno, él era gay.

A ojos de Kellin, no era para nada divertido.

Esta vez estaba decidido a irse, Vic no se encontraba por ningún lado. Buscó una caja de cigarrillos en la cocina, junto a un encendedor. Salió al patio trasero, cerrando la puerta y cortina.

Un poco de tranquilidad, y silencio.

Sacó sus auriculares, los conectó y puso alguna canción aleatoria de su playlist.

Se sentó en una banca, y prendió un cigarrillo.

Inhalas, exhalas.

Inhalas, exhalas.

Mueres lentamente.

Vic perdió de vista a sus amigos, genial. Decidió ir al patio trasero, encontrándose con su fantasía sexual.

Kellin Quinn, el hombre más sexy y nalgón que ha visto en su miserable vida.

Su nalga es la gloria. Es perfecta.

Sostenía un cigarrillo, lo hacía ver aún más deseable.

"Heeey", dijo Vic al momento en que el pelinegro notó su presencia.

"Hey Vic".


FIN

Es una basura de final I know.


Yo, shippeo Kellic QuentesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora