Quise con los ojos cerrados y a corazón abierto. Al final la operación acabó en desastre.
Historia ganadora de la 1ª edición de los Premios WFW en la categoría "Poesía".
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Nadie nos ha enseñado a retener las lágrimas y aun así a veces lo hacemos.
Cerramos el corazón y sonreímos, con fuerza pero sin ganas.
Nadie nos ha enseñado la parte mala del amor y aun así queremos, lo hacemos porque es la única forma de hacernos sentir vivos. Nadie nos ha enseñado a decir adiós, a soportar una despedida, a superar una pérdida, pero cada día, cada momento, nos encontramos una situación así. Una persona que se va, para un rato o para siempre. Nadie nos ha enseñado a rendirnos, ¿por qué entonces nos resulta la opción más fácil de tomar en ciertos momentos? Hemos aprendido a luchar, con uñas y dientes, hemos aprendido a quedarnos por lo que creemos que merece la pena, hemos aprendido a vivir. Pero nadie nos ha enseñado cómo hacerlo. Nos hemos equivocado, mil veces y las que todavía nos faltan, hemos aprendido todo lo que no nos han enseñado a base de errores, de caídas, hemos aprendido a levantarnos, a reír cuando había que hacerlo y a llorar cuando no quedaba más remedio. Hemos aprendido a aprender, a vivir por nosotros mismos.
