48. Reencuentro.

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Me di una palmada en la frente y obligué a Matt a que se pusiera de pié.

—Entre Nash y yo no hubo nada— le susurré en un regaño— basta de tonterías.

Su cara se transformó en una de alivio y yo rodé mis ojos.

—Bueno y ¿Dónde andaban ustedes dos? — nos interroga Jack.

—Nash me llevó a tomar desayuno— le digo sonriéndole.

—De casualidad ¿no te llegaron unas flores? — dice Matt señalándome con el ceño fruncido.

—Ah, si— le respondo— sea quien sea, me llamó lagartija y se llamó así mismo dinosaurio ¿Qué le pasa al mundo?

—Nosotros no somos el mundo, Mack— habla Carter acercándose a mí y pasando un brazo por mis hombros— nosotros somos distintos, por ejemplo, Nash y Cam son inseparables, o Jack y Jack, bueno... Gilinsky está en depresión hasta que Johnson vuelva, pero aquí de alguna forma, todos tenemos una dupla, la diferencia es que tú tienes una dupla distinta con cada uno de nosotros y eso te hace especial.

Fingí llorar, pero rápidamente me puse seria.

—Ya ¿Y quién de ustedes me dice quién es mi dinosaurio?— Todos se quedaron en silencio. — Estoy esperando, en serio, no es que esté molesta, pero es que un ramo de flores fue demasiado cursi— reí levemente.

—Bueno, está bien, yo fui— habla Matt acercándose a mí— yo soy el dinosaurio.

Me reí por lo que dijo y lo abracé.

—Muchas gracias— le dije— estaban muy lindas.

Al separarme de él su cara era una de desconcierto.

— ¿Entonces no estás molesta?

—Claro que no, fue un lindo gesto de tu parte.

—Lindo gesto de tu parte— oí a Nash imitar mi voz— deberías darle un lindo gesto igual al que me disté a mi ayer.

— ¿Qué lindo gesto? — pregunta Cam acercándose a Nash pensativo.

Este le proporcionó un golpe en la nuca.

—Estaba siendo irónico— le dice— de seguro no te gustaría ganarte una patada en los huevos como la que yo me gané.

—Algo hiciste, Hamilton— habla Taylor— no cualquiera se gana un lindo gesto como ese.

Nash se dio una palmada en la frente.

—Idiota— lo oí susurrar.

El resto del día estuvimos en casa de Cameron, el día se había vuelto demasiado caluroso y terminamos metiéndonos a la piscina con todo y ropa. También el día se había vuelto algo incómodo para mí ya que la mirada de Nash y de Sam sobre mí no eran para nada disimuladas, por lo que no duré demasiado dentro de la piscina.

Cuando cayó la noche Luke me llamaba dándome órdenes de que descansara, finalmente luego de insistirle que me quedara a dormir en casa de Cam, cedió y así fue. También las llamadas de mamá fueron insistentes durante el día. Me preguntaba cómo estaba y si es que recordaba más situaciones o personas, pero por el momento nada.

— ¿Qué quieres? — habla Jack calmadamente.

—Jack... soy inocente.

Alzó una ceja confundido.

—Tú más que nadie sabes que no tuve nada que ver con Aaron por que fuiste mi mejor amigo.

No respondió.

La desterrada  ›  Old MagconDonde viven las historias. Descúbrelo ahora