Dul comenzó a moverse en la cama, el sol quemaba sus párpados y tenía calor con las sábanas. Aun con los ojos cerrados comenzó a buscar con su mano a Chris, no sabía si todo había sido un sueño o de verdad. Tocaba y tocaba y nada, estaba sola en la cama, entonces abrió los ojos para buscarlo con la mirada, pero no había el mínimo rastro de él. ¿Había sido un sueño? Eso era imposible, las sábanas tenían su olor y ella estaba totalmente desnuda. Miró al despertador y...¡ERAN LAS 10.30! Tenía que ir a trabajar, se había quedado dormida.
Fue al baño y ahí estaba, la bañera llena y los restos de las velas consumidas, todo había sido real, pero entonces ¿dónde estaba Chris? Se peinó y se dejó su melena suelta, se maquilló como siempre, poquito y se dispuso a vestirse. Con un pantalón corto marrón una camisa azul y sus tacones marrones se fue hacia la cocina, necesitaba tomarse un café. Al llegar vio el café echo y una nota al lado de la cafetera. La cogió y empezó a leerla.
Buenos días preciosa.
Me imagino que estarás odiándome
por haberte dejado sola en la cama
pero es que hoy tengo una reunión importante y no podía llegar tarde. Me hubiera encantado quedarme contigo en la cama y verte despertar pero te juro que te lo compensaré.
Por cierto no te preocupes por llegar tarde, estabas tan preciosa dormida que he sido incapaz de despertarte.
Estoy deseando verte.La sonrisa más grande se dibujó en el rostro de Dul. Él no la había dejado sola porque no quisiera nada con ella o porque no le gustara despertar a su lado, simplemente tenía trabajo y había sido tan considerado de dejarla dormir. Y la verdad es que lo necesitaba, llevaba unos días que no pegaba ojo y encima lo de anoche le había dejado muerta. Así que sin tomarse el café ni nada, cogió su bolso y salió corriendo de casa.
Quería verlo, darle miles y miles de besos, estar con él. Sin esperar el ascensor salió corriendo escaleras abajo, igual que la noche anterior pero con la diferencia de que ahora bajaba feliz, sonriendo y sabiendo que su hombre la estaba esperando.
-Buenos días Benito. -saludó Dul con un gran sonrisa.
-Buenos días señorita, déjeme decirle que hoy está especialmente guapa.
-Ohhhhh! Gracias.
-Que pase buen día.
-Igualmente.Y salió corriendo hacia su coche. El tráfico esta fluido así que llegó en 20 minutos. No podía esperar más, tenía que verlo, su corazón latía a mil por hora. Llegó a la oficina saltando de alegría y saludando a todos con una gran felicidad. Algunos la miraban extrañados pero a ella eso le daba igual, estaba demasiado feliz como para preocuparse por los demás.
Llegó a su planta y ahí se encontró a Sol.-¡Buenos días! -saludó Dul efusiva.
-¡Me has asustado! -dijo Sol llevándose la mano al pecho.
-Lo siento -dijo Dul riendo.
-¿Por qué has llegado tan tarde?
-No me encontraba muy bien y he preferido quedarme un ratico más en la cama.
-Pues el jefe ha preguntado por ti.
-¿Christopher? -preguntó Dul sorprendida.
-Sí, pero tranqui te he salvado el culo. -dijo Sol guiñándole un ojo.
-Gracias.Si Sol supiera...él sabía perfectamente porque no estaba ahí, es más él sabía donde estaba ella. Se imaginó ella desnuda, dormida y él cuando se despertó ¿la habría mirado? Nada más pensarlo se sonrojó.
Bueno si su jefe había ido a preguntar por ella lo normal es que ella fuera a ver que quería ¿no? Salió de su despacho y se subió al ascensor, picó la planta 17 y subió.Las puertas se abrieron dando paso a la peor vista del mundo, Lola, vestida con una camiseta de tirantas con un enorme escote y...¡NO LLEVABA SUJETADOR! Esta tía iba a por todas. Dul respiró hondo, se arregló la ropa y se dispuso a la batalla.
-Lola, ¿estás Christopher?
-Sí, sí está. -dijo sonriéndole falsamente.
-¿Puedes decirle que estoy aquí?
-Mmmmm, no.
-Lola, no tengo ganas de discutir.
-Pues vete.
-Lola como no le avises voy a entrar yo.
-Mira Dulcesita, tengo que ir a ver unos papeles para Chris, así que vete a trabajar.¿Chris? ¿Cómo se le ocurre llamarlo Chris? Para ella era Christopher o mejor señor Uckerman.
-Mejor me voy, no tengo ganas de perder el tiempo contigo. -dijo Dul dándose la vuelta para irse.
-Adiós bonita. -dijo Lola despidiéndose con la mano.¡JA! Iba lista si se creía que se iba a dar por vencida tan fácilmente. Espero detrás de una columna, Lola cogió unos papeles y se fue por un pasillo. Estaba solo, era su oportunidad. Con mucho cuidado para que nadie la viera se acercó a la puerta del despacho de Chris. Una vez frente a ella pegó.
-Adelante.
Dul miró para ambos lados, no había nadie entonces entró. Chris estaba mirando hacia la ventana sentado en la silla, dándole la espalda a la puerta, por lo que no la vio.
-Lola déjame los papeles encima de la mesa, gracias.
-Lo siento señor, pero es que soy tonta y no sé hacer nada bien.Chris al oír esa voz de volvió para mirarla. Allí estaba ella, con la sonrisa más bonita en los labios. Con ese cuerpo que le volvía loco. La miró de arriba abajo. Le mataba esos pantalones tan cortitos, mostrando sus largas piernas y con esos altos tacones que hacían que la figura se le estilizara. Le encantaba verla con camisas, le daban un aire tan elegante y a la vez, mostrando ese escote, estaba tan sexy.

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PASION EN LA OFICINA
FanfictionEn esta historia Dulce Maria trabaja para Christopher Uckermann donde al principio no se llevaran bien pero eso no impedirá que estén juntos