Eres mi peor pesadilla "Serie You are for me #1". [COMPLETA]

Capítulo 22

GABRIELA

        Puedo escuchar a Aura seguir hablando pero no puedo entender que es lo que dice, mi mente está en otra parte. Últimamente cada vez que me nombran a Derek se me dispara el corazón, y el tan solo pensar en que él está donde Connor me enfurece de sobremanera, todavía no hemos asegurado que él fue un objetivo al azar. Hay tantas conjeturas que podrían ser posibles y lo único que tengo por seguro es que Connor me odia sin saber quién soy, si soy hombre o mujer.

—¡Maldición! —la escucho gruñir por encima del ruido ensordecedor de la música.

—¿Qué paso?

—Lo perdí, estaba un momento en mi perímetro, pero lo perdí, ya no lo veo.

—¿A dónde se fue? —le pregunto molesta.

—Sera mejor que te apures y vengas para acá ahora mismo.

—Estoy en camino.

       Me dirijo a una de las puertas traseras de mi apartamento en el bar y busco la llave escondida detrás del marco de la puerta y abro la puerta, me guardo la llave en el bolsillo mientras bajo las escaleras hacia el estacionamiento subterráneo. Y en todo momento me pregunto porque estoy haciendo esto, Derek no es mi problema y no es asunto mío lo que él haga o deje de hacer. Pero aquí me encuentro haciendo la buena voluntad de día nuevamente por él.

        Una vez que estoy en estacionamiento veo el Cheep rojo 4x4 y me monto sin pensarlo dos veces, veo el retrovisor para salir de aquí y en ese momento noto que no tengo los lentes de contacto.

—¡Maldición!

********

          Estaciono lo más cerca que puedo ser bar, pero es casi imposible todos los puestos están full, salgo del carro y me devuelvo a buscar algo en la guantera. Camino hacia la entrada y veo la larga cola para entrar y a los tres gorilas que la custodian. Jah menos mal que volví por estos.

         Llego directamente donde los guardias y me dirijo al más grande, quien inmediatamente me prohíbe el paso.

—Espérate ahí muñeca no puedes pasar —El muy idiota me mira lascivamente y no tengo tiempo para esto.

—¿Ves esto? —le muestro una tarjeta que saco de mi bolsillo.

—Si —dice una vez que despierto su interés.

—¿Sabes cómo usarla y lo que significa? —le digo bajando la voz y él entiende por qué y se acerca para hablar más bajo sin que los demás puedan escuchar.

—¿Qué quieres por ella?

—Un favor...

—Con favor se paga — él termina la frase.

—¿Y eso qué sería? —Me pone una mano en la espalda y me guía detrás del callejón cerca de la entrada

—Obviamente necesito entrar, pero también necesito salir. Sin llamar la atención.

—A ver preciosa ¿y qué asuntos tienes tu allí? Que quieres entrar y salir así, por muy buena que sea el favor, no quiero que me despidan.

—Sabes que con esto —le muestro la tarjeta—, será muy poco lo que no puedas conseguir y entra ellas no entra que consigas un trabajo nuevo. Así que tú decides.

        Sé que tengo el mejor juego de cartas y no estoy dispuesta a negociar.

—Jajaja ¿sabes lo que tienes ahí no? —Me da una sonrisa ladeada mientras cruza los brazos sobre su pecho.

—Así es. ¿Y entonces? —Lo veo pensar un momento la situación.

—Bien. Vamos, pero eso sí, no mates a nadie —dice mientras volvemos a la entrada.

—No prometo nada —Me rio y él se tensa y me mira sobre su hombre como si estuviera loca.

—Debes estar bromeando.

—Jajaja, claro. ¡Solo unos cuantos huesos rotos nada más!

—¿Mmm?

—Y solo si me molestan —Él me detiene a unos metros de la entrada y Se gira para estar cara a cara conmigo.

—¿Quién eres? —me pregunta concentrándose en mi cara, como si al hacerlo descubrirá quien soy.

—Alguien del que quieres ser su amigo y no su enemigo.

        Él no dice nada más y me lleva directamente a la entrada y quedamos en vernos aquí mismo dentro de 45 minutos y una vez terminado el favor le entregaré el suyo.

       Intento llamar a Aura, pero no contesta y es inútil seguir intentando y decido buscar a Derek.

—¡Gabriela! —me grita Aura tomándome del brazo.

—¿Dónde está? —le grito al oído.

—Está en los baños, ¿vez ese asiento el barra? —señala ella uno.

—Sí, ¿qué pasa con eso?

—Ese es de él.

—¿Cómo procedemos? —cuestiona Aura y la verdad es que no tengo la menor idea.

—¿En qué andas?

—En mi coche, ¿por qué?

—Mmm... Estoy pensando.

—Está bien y no es que te quiera echar prisa, pero Derek se está sentando en su asiento.

—Quédate en la entrada y está pendiente del teléfono cualquier cosa te escribo.

—Bien y aun así voy a buscar su carro.

—Hey, ¿cómo sabes que carro tiene?

—Yo me encargo de hacer mi tarea —Y con eso ella se va dejándome a unos metros de Derek.

Camino hacia él y por pura casualidad queda libre el asiento junto a él, así que siento allí y me volteó hacia él.

—Hola.

—¿Qué coño haces aquí Gabriela? —me pregunta después de tomarse el trago hasta el fondo y me mira sin voltearse, por la forma en que se encuentran rojos sus ojos ya está muy ebrio.