Capítulo 34

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GABRIELA

     Abro los ojos y el recuerdo abandona mi mente, salgo del baño y me dirijo a la nevera por una manzana ellas siempre me relajan.

     No hay ninguna.

Trato de calmar mi frustración y me siento en el escritorio

—Jena, a mi oficina ahora —le digo por el intercomunicador sin una pizca de delicadeza.

—Dígame.

—¿Sabes qué paso con las manzanas que tenía en el mini refrigerador?

—No tenía ni la menor idea de que había manzanas —dice ella con cara de molestia.

—Como sea, necesito el último informe que te pedí para Richard Wu. La reunión será en unos días.

—Ya la tengo programada para el viernes.

—Muy bien, toma y llévale esta carpeta al Sr. Scott —le entro la carpeta que olvido Derek, no quiero que la tome de excusa para venir, necesitó estar sola.

—Muy bien, ¿algo más?

—Sí. No quiero ninguna interrupción. Que nadie pase por esa puerta, sea quien sea.

—No creo que a Derek le importe si quieres estar sin ningún tipo de interrupción o no. Él entrará si quiere.

Sigo golpeteando con el lápiz carbón el escritorio para distraerme de las palabras de Jena.

—Después de la hora del almuerzo no volveré a la oficina.

—¿Eso qué significa?

—Que después del almuerzo tendré las reuniones ya programadas fuera de la oficina, iré con Marco el jefe de la aduana y otra reunión en la empresa a la que le haremos la exportación, son demasiado exigentes en el cuidado de la mercancía y han pedido mi supervisión mientras cargan la mercancía.

—Está bien.

—Puedes retirarte.

       Una que ella sale, veo mi mano el lápiz está roto en dos partes. Demasiado frágil. Me levanto y cierro la puerta con seguro, cuando paso por la papelera, boto los restos del lápiz.

      Saco de mi cartera mi IPod, me pongo los audífonos, suena la canción de Imagine Dragons, Demons. La música suena y la dulce voz del vocalista voz me calma.

      Termino todos los informes pendientes de ayer. Y decido hacer unas llamadas.

      Demonios que habrá pasado con mis jodidas manzanas, hubiera jurado que fue Jena. Y solo me queda un sospechoso ¡Derek! Pero se supone que hicimos las paces.

      No indagó más en el tema y hago las llamadas.

—Hola, Aura —la saludo cuando contesta.

—Hey Gabe.

—Oye —hablo un poco indecisa, las dos tenemos la conversión sobre que está acostándose con Luis, joder todavía no lo puedo creer—, necesito que te comuniques con los distribuidores anteriores de licores del local, estoy planeando un proyecto para el club y también comunícate con Luis y háblale de esto. Me estoy comunicando con un nuevo proveedor después de concretar la reunión los pondré al tanto.

—Gabriela, yo...

—Sé que tenemos que hablar esta noche me quedo en el bar. Allá hablamos.

♠♠♠♠♠

        Llega la hora del almuerzo, recojo mis cosas y me voy de aquí por el resto del día.

      Ya de camino al ascensor...

—Hasta mañana Jena.

—Igualmente, ¿Si te necesitan te paso la llamada?

—No a menos que sean llamadas de clientes.

—¿Y si es Derek? —me molesta la familiaridad con la que se refiere a Derek

—¿El Sr. Scott?

—Sí, el Sr. Scott —dice ella con irritación.

—Perfecto, en caso de ser así no dudo de que puedas comunicarle me agenda de hoy.

—Bien.

      Llegando al ascensor y veo a una chica como de mi estatura esperando por el también, su cabello es castaño oscuro, se gira y veo el color de sus ojos oscuros y me sonríe con malicia.

—Tú eres nueva, no nos hemos presentado. Yo soy la secretaria de Joe. Mi nombre es Allyson Darks.

—Gabriela Monterrey.

—¿ Y cómo la llevas con Derek y Dani?

—Con Derek, como todos lo esperan, pero no entiendo porque me preguntas por Daniel.

—¿Te puedo contar algo? —sus ojos brillan maliciosos.

—Claro —le digo y entramos al ascensor cuando llega y se abren sus puertas.

—Bueno esta mañana lo vi salir de tu oficina con un montón de manzanas.

—¿Me estás jodiendo? —le pregunto sorprendida no me esperaría esto de Dani. A menos...

—Aunque no sorprendería que lo hubiera hecho por mandato de Derek.

       Ella se cruza de brazos y se recuesta de una de las paredes del ascensor.

—¿Con qué objetivo me dices esto?

—Solo me caes bien y Daniel es un completo idiota... A veces, y me debe una que me hizo.

—Vale, entonces no obtienes nada.

—¿Quién dijo que no? Si lo hago.

—¿Y eso sería?

—Me caes bien pero no te lo diré esto es asunto de Daniel y mío.

        Me sonríe de medio lado y me guiña un ojo.

        Genial, esta tipa está loca y yo reconozco a las locas con verlas y digamos que esa mirada maliciosa es tal vez más que obvia para descubrir su personalidad. Es mala y tal vez me agrade un poquito solo por eso.

       Llegamos a la planta baja y se abren las puertas del ascensor.

      No volvemos hablar hasta que estamos en la entrada del edificio ella me llama:

—Hey Monterrey.

—¿Qué?

—Si crees que Jena es la mega perra, yo lo soy más.

       Me sonríe con lo que me estoy dando cuenta es su sonrisa de firma, me guiña un ojo y se va calle abajo.

       Si, definitivamente me agrada la chica.

♠♠♠♠♠

       Después de terminar todas las reuniones de hoy y supervisar el embargue de la mercancía y el traslado al almacén de la aduana.

      Paso por mi apartamento, hago dos maletas una para ir al gimnasio y otra con mi ropa para mañana el trabajo.

•×•×•×•×•×•×•

         Salgo de los vestuarios del gimnasio y voy al área de entrenamiento desde lejos veo a Rick en el ring de boxeo darle una patada voladora a su contrincante dejándolo tirado en el suelo.

       Él se gira y me ve. Sus ojos colores marrón claro brillan con diversión. Es raro que unos ojos tan cálidos puedan ser tan malvados. Su sonrisa de centímetros se forma porque sabe el motivo de que este aquí y me dice:

—Vamos Monterrey. Sube.


Eres mi peor pesadilla "Serie You are for me #1". [COMPLETA]Where stories live. Discover now