Capítulo 7.

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GABRIELA

       Lo llevo al baño de la misma forma en que subimos la escalera.

       Una vez en el, dejo que se siente en la tapa del inodoro ya que si lo hago en una butaca se caería. Empiezo a quitarle la camisa, luego los pantalones y en serio él maldito tiene un jodido y maldito cuerpazo que acomplejaría a cualquier hombre.

       ¡No lleves tus pensamientos por ese camino!

      No lo puedo evitar y recorro con la mirada su cuerpo y pronto siento remordimientos porque él está prácticamente inconsciente ante mí y yo con esos pensamientos, pero a quien engaño yo no soy buena y menos una santa, sin embargo, luego viene esa vocecita jodedora llamada conciencia y moral que me recuerda: dijiste que ibas a hacer su ángel de la guarda.

—Oye, puedes bañarte tú solo, si me necesitas voy a estar al otro lado de la puerta —Me voy dejándolo en bóxer


        Ese benditos bóxer negros que se moldean a su estupendo trasero que perece una manzana y de las muy apetecibles, ojo no miro su polla porque bueno no lo voy a hacer me conozco y eso ya sería pasar la barrera de "jefe-empleada" y no porque no quiera.

        Le abro la regadera con el agua a temperatura normal.

—Ven. Te ayudaré a meterte.

—Está bien.

       Él no opone resistencia lo que me preocupa y me confirma que él está lo suficiente drogado y mal, como para hacerlo.

       Empiezo a meterlo y el agua empieza a mojarlo, al final termino ayudándolo a bañarse (con la ropa interior puesta), pero como él es aproximadamente treinta centímetros más alto que yo, lo hago sentarse en la bañera y lo baño como a un bebé.

       Lo más gracioso es que todos mis productos son de mujer y huelen a flores. Cuando ya termino lo veo y se ve un poco más animado por lo que lo dejo solo un momento para que se lave esas partes que yo no me quejaría por lavar.

      Al momento vuelvo con unos pantalones de pijama de Joe y se los dejo para que se los ponga (la ropa interior se la debo).

—Ten ponte esto, y no hay ropa interior así que espero que esto te funciones.

—No importa tampoco los utilizo normalmente para dormir.

       Y con esa respuesta me asusta, lo miro a los ojos de inmediato y veo que sus pupilas todavía están dilatadas por lo que asumo que es otro de sus lapsus mentales como el del "hada". Con eso lo dejo hasta que él toca la puerta para que entre.

—Bien, ¿Por qué no me acompañas a la habitación mientras limpio las sabanas? –Él se me acerca demasiado para mi gusto.

       Me toma de la mano y lo guio hacia el mueble donde lo deje antes, me inclino un poco para que nuestras miradas se alineen y le pregunto:

—¿Te sientes mejor? ¿Quieres algo? –él me mira por unos largos segundos y cuando estoy a punto de repetirla me responde.

—Solo tengo sueño hada.

          ¿Oh, de verdad? Todavía con eso del hada, me dirijo de una vez a la cama para cambiar las sabanas, ya estoy cansada y quiero dormir aunque sea un poquito.

         Para terminar el trabajo rápido y como de costumbre arranco las sabanas y las arrojo a una esquina de la habitación, voy y pongo las sabanas limpias al terminar la admiro y estuve tan abstraída, que cuando me volteo para ir por Derek me choco con un cuerpo duro, reboto y Derek se tambalea, se sujeta de mis hombros y entonces él dice una de las cosas por la que yo lo golpearía sin dudarlo.

—Tus tetas son muy pequeñas, hada.

        Y trata de llevar una de sus manos a ¡uno de mis senos! Por lo que lo evito dándole un manotazo en la mano sin reprimir mi fuerza ni un poco.

       Inmediatamente me separo de él.

—Será mejor que no intentes eso de nuevo si quieres conservar los 27 huesos de la mano, ahora acuéstate y descansa mira que lo necesitas —Lo tomo de la mano y lo guio a la cama él se acuesta y yo lo arropo, me dirijo al baño, pero me aseguro de que está bien entes de irme

—¿Estás bien o necesitas algo más?

—¿Tú no te vas a acostar?

—Sí, pero tengo que hacer unas cosas antes ya vuelvo, tú trata de dormir.

       Cuando ya me estoy girando hacia el baño él me toma de la mano y me sujeta y ruego para que sea que quiere algo y no otra arranque.

—¿Promete que vas a volver? –Veo su rostro y noto que me mira esperanzado y con miedo.

       Se me rompe el corazón por lo que me siento en la orilla de la cama, pongo mi mano en su mejilla.

        Y por qué algo se despierta en mí, tal vez algo protector o maternal qué sé yo, le digo:

—No me voy a ir para ninguna parte está noche, así que te prometo que después de bañarme vuelvo, y te prometo que voy a volver lo antes posible ¿sí? —Él me mira pero me deja ir y cierra los ojos

—Sí.

        Con eso me vasta, mientras voy al baño me paso por el regulador de luz y la pongo en tenue, también paso por mi guarda ropa y saco mi pijama de short y camisa de tirantes (y ropa interior claro, pero sin sostén), me meto en la ducha y me baño en tiempo récord como prometí.

        Cuando vuelvo a la cama él ya está dormido y sorprendentemente no ronca a pesar de estar ebrio, apago la luz en su totalidad y me meto en la cama.

       Me acerco y le pongo una mano en su mejilla, hago que gire su cara a mí, en el proceso no puedo evitar acariciar su mejilla con mi pulgar y noto su creciente barba y le susurre al oído:

—Ya volví Derek.

       Él de a un gruñido de satisfacción medio dormido y sí llámenme demente, pero eso me pareció muy tierno.

       Con eso como respuesta me acuesto de mi lado de la cama de espalda a él. Al rato cuando ya estoy a le deriva del sueño siento un brazo alrededor de mi cintura atrayéndome hacia su pecho y yo lo dejo hacerlo porque primero: estoy muy cansada para detenerlo y segundo: porque no me importa, esto no le hace daño a nadie.

       O eso creo yo...

Eres mi peor pesadilla "Serie You are for me #1". [COMPLETA]Where stories live. Discover now