❥Todo Por Una Apuesta ➳Cake Hoodings❣

❥ Capitulo 18❅

CALUM HOOD

Estaba leyendo "Donde habitan los angeles", era demasiado gracioso a la vez. Luke me molestaba cada 10 min. , creó que se esperaba el tiempo exacto para volverme a molestar. Iba en la página 89 y apenas había pasado 2 horas de viaje. El libro era corto, por eso había traído dos.

-Calum deja de leer.- exclamó Luke a mi lado.

-¿Y por qué?.- pregunté mirando todavía el libro.

-Porque estoy aburrido.- dijo como si fuera ovio.

-¿Te gusta leer?.- pregunté y lo miré.

-¿Por qué la pregunta? Y no.- dijo y río.

-¿Qué? ¿A quién no le gusta leer?-. pregunté.

-Oh, deja lo pienso.- dijo y se tocó el mentón.- A los que no somos unos nerds.

-¿Qué? ¡Yo no soy nerd!.- reclamé y me cruzé de brazos.

-Acepta que sí lo eres.- dijo y me guiño el ojo.

-No lo aceptaré porque no lo soy.- defendí y él río.

-¡Qué sí lo eres!.- dijo y reímos.

-¡Chicos! ¡Chicos!.- exclamó la maestra y volteamos a verla.- Tienen 20 min. para comprar y si no entran nos íremos sín ustedes, bajo su responsabilidad.

Acabo de estacionarse el camión, y todos bajaron como montoneros, Luke y yo esperamos hasta que todos bajaran. Y luego bajamos lentamente. Caminamos hasta Michael y Ashton.

-¿Pepsi o Coca?.- preguntó abriendo el refrigerador.

-Coca.- dijo Michael cargando un montón de frituras.

-¡Hola!.- gritó Luke en el oído de Michael. Él dió un pequeño salto por el susto y gritó algo afeminado.

-¡Maldito Hemmings!.- exclamó Michael fulminandolo con la mirada mientras Luke reía sin parar.

-Michael, tranquilo.- dijo Ashton y lo agarró de los hombros, y magicamente se calmó.

-¡10 Minutos!.- gritó la maestra en la entrada.

Los cuatro, reaccionamos, yo fuí a el pasillo de dulces, Ashton y Michael recogieron todo, Luke me siguió.

-Que tal Panditas.- dijo mirando las bolsas.

-Mm, mejor estas.- agarré una bolsa de gomitas en forma de pingüino.

-No quiero matar ni comer pingüinos.- dijo horrorisado.

-¿Es encerio Luke?.- pregunté burlón.

-Serán Panditas y punto.- dijo y agarró los paquetes de gomitas y los pusó en su canasta.

Fuímos y agarramos frituras y refrescos. Faltaban 5 min. Y ya estabamos en la fila para pagar.

-Son $50 pesos.- dijo la encargada y se los dí.

Con las bolsas, subímos al camión, eramos los penúltimos pero si alcanzamos.

-¡Bien! ¿Nadie Falta?.- preguntó la maestra.

-Creo que no.- dijo Lucía, era una chica muy inteligente. Y los maestros confiaban mucho en ella.

-Ok, gracias Lucía.- agradeció la maestra.- ¡Vamonos!.

Luke se la pasó todo el camino comiendo, con sus audífonos, yo estaba terminando mi libro, pero alguien me lanzó una gomita a la cara. Y ese 'alguien' era nadie más ni menos que Luke.