Capítulo 6. Lo siento.

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    Al oír la puerta de Haru cerrarse tras él sintió una punzada en el pecho

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    Al oír la puerta de Haru cerrarse tras él sintió una punzada en el pecho. Por unos segundos se quedó parado, rememorando la discusión, rememorando aquellos dos mortificados ojos azules ¿Por qué le dolía tanto haber discutido con Nanase? Jamás había sentido ese hormigueo en el estómago después de discutir con él y lo habían hecho tantas veces como para saber que lo que estaba sintiendo no era normal, no en él. Pegado a la pared de Haru veía como la lluvia no cesaba de caer, para más inri, el temporal parecía haberse embravecido al escuchar sus gritos. Con la ropa mojada puesta sentía como cada soplo de viento podía helarle todos y cada uno de sus huesos, más de lo que en ese momento ya lo estaban.

    Caminó hacia casa de Makoto, con ese sentimiento extraño que le impedía pensar con normalidad. No podía dejar de preguntarse qué era y por qué en ese momento. Vio que la luz de la casa de Makoto todavía estaba encendida y respiró tranquilo. ¿Cuánto tiempo había estado con Haru? Probablemente poco, apenas les bastaban un par de segundos para discutir y ese día no había sido diferente. Llamó al timbre y no pudo evitar sentirse avergonzado por irrumpir de esa manera en una casa que no era la suya, pero entonces la puerta se abrió y la sonrisa de Makoto fue tan cálida que aquel desagradable sentimiento desapareció por completo de su pecho.

"Te tenía preparado un futón." Dijo con una sonrisa. "Pasa, vas a coger frío, estás empapado."

    La casa de Makoto era tan cálida, tan familiar... que por un instante lo envidió. Sousuke había nacido en una familia desestructurada y el sentimiento que aquel hogar le aportaba era como el que Ancel generaba en él; Le hacía sentir paz, tanta que incluso se olvidó de la discusión con Haru, de su hombro herido y de su infinita cabezonería.

    Antes de cenar Sousuke se dio un baño rápido, el agua de la bañera olía a flores, igual que la ropa que Makoto le había dejado preparada; La hospitalidad de Haru estaba quedando en vergüenza ante semejantes actos de amabilidad. Sacudió la cabeza e intentó despojarse de todos los pensamientos que le conducían a él. Aquellos últimos días había estado demasiado en su mente ¿Y para qué? Para que en cuanto tuviera la ocasión echara por la borda todos los avances que parecían haber hecho. Bueno, él ya no es cosa mía. Pensó, colocándose los calzoncillos que Makoto le había dejado. La ropa le quedaba sorprendentemente bien y por un momento pensó en qué habría hecho si se hubiera quedado en casa de Haru, él no tenía ropa que pudiera haberle valido y tenía el presentimiento de que aquel chico sería capaz de dejarle dormir desnudo.

    Antes de salir del baño cogió el móvil para ver si Rin le había contestado; Le había leído pero no le había dicho nada en absoluto. Al mirar las conversaciones se dio cuenta de que Jara le había hablado. Desde que lo dejaron no habían vuelto a cruzar palabra, Sousuke no pensaba hablarla y ella lo sabía, sabía que eso era lo que hacía con todas, pero no pensaba ser simplemente una más. Abrió la conversación y recordó las palabras que Ancel le dijo un día "Tienes mal ojo para las mujeres, chaval."

Hurt. (Souharu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora