Capítulo 12. Mentiroso.

1.3K 126 166
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Podrás tratar de engañarte a ti mismo con dulces mentiras.

Pero la verdad siembre brillará al otro lado de tu ceguera.

🌸          🌸          🌸         🌸


La palabra "piscina" resonó en los oídos de Haruka como el ruido de un casquillo de bala al caer contra el suelo. Sousuke le sonrió por un momento al ver aquel brillo de incrédula felicidad en sus profundos ojos azules. La habitación olía a menta, mezclada con el olor a lluvia y tierra mojada que se colaban por la ventana. Sousuke inspiró, llenando sus pulmones de aquel fresco aire, y añadió:

—Pero deberás hacerme caso en todo momento. No podrás separarte de mí y si te digo que tenemos que irnos deberás hacerme caso.

Antes de dejarle acabar la frase Haruka ya estaba asintiendo con la cabeza. En aquel momento, fuera cual fuese la petición de Sousuke, la aceptaría sin rechistar. Necesitaba ir a la piscina y lo necesitaba ya.

Pasadas un par de horas, cuando ya todos debían estar en sus cuartos durmiendo, Sousuke y Haruka caminaban por los pasillos de Samezuka, con las chanclas en la mano y el corazón en un puño. Si les pillaban andando a hurtadillas, juntos y con la intención de ir a la piscina pasada ya la medianoche, estarían en un buen apuro.

Sousuke notaba a Haru caminar a su lado y aunque no podía verle sabía que su rostro estaba dibujada aquella tímida y casi imperceptible mueca que en sus labios equivalía a una sincera sonrisa de felicidad.

Había cosas que no le gustaban de Haru, como que fuera tan terco e inconsciente, pero había otras que lo dejaban absorto, pequeños gestos que miraría hasta quedar dormido, y su sonrisa era uno de ellos. No era una sonrisa sempiterna como la que Rin mostraba, no era una carcajada como las de Nagisa, tampoco era el dulce sonreír de Makoto; era diferente. Era un pequeño gesto, que apenas se percibía, pero bastaba para lograr que el corazón de Sousuke latiera desbocado.

Con el sabor de sus besos todavía presente en los labios, Sousuke se sintió ahogado por un momento. ¿A dónde iba todo eso? ¿A dónde les llevaba su relación clandestina? Un quejumbroso suspiro se escapó de sus labios y trató de no pensar más en aquello, pero era imposible. Se habían besado por dos veces y creía estar seguro de que Haru no era el tipo de chico que besaría o se dejaría besar por alguien a quien no quisiera; A diferencia de él. Cuando horas atrás sus labios se unieron anhelantes notó en su besar el regusto amargo de las mentiras y el miedo, y el dulce sabor de unos labios que le besaban con ansia y necesidad.

Haru era un amasijo de contradicciones, un vórtice que le engullía con cada beso, anulando sus sentidos y su voluntad. Pero así le quería, imperfecto, terco y estúpidamente inconsciente. Luces y sombras, defectos y virtudes, todo aquello formaba parte del mismo Haruka. Y así le quería.

Hurt. (Souharu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora