Capítulo 15

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Ya estaba anocheciendo. Los últimos rayos de sol se colaban por las nubes, dándoles un color anaranjado. Las fachadas de las casas brillaban con la luz tenue de las farolas, dando una extraña sensación. El viento movía las hojas de los árboles, produciendo un ligero sonido al rozar con las ramas o junto con otras hojas. El general nos preparó un coche policial. Stan se sentó en el asiento del conductor, con el general a su lado, y Aeryn, Blake y yo nos sentamos detrás.

Stan conducía a toda velocidad, esquivando personas, farolas, vallas, bocas de incendios e incluso un perro que se escapó de su dueño. Afortunadamente llegamos todos sanos y salvos a mi casa, excepto por algunos vómitos de Blake al aparcar el coche.

Poco a poco nos íbamos acercando a la puerta. Por precaución llevábamos todos una linterna, y el general y Stan llevaban, además, un revólver cada uno. Cuando llegamos a la entrada de la casa, el general abrió la puerta mientras apuntaba con su pistola.

- No hay nadie aquí, pasad. - dijo después de inspeccionar todo con la linterna.

La casa mostraba ahora una sensación muy distinta a cuando es de día y cuando no vas en busca de una entidad; la casa transmitía terror. Fue la primera vez que vi mi hogar de esta manera: las luces parpadeaban de vez en cuando, y una nube de polvo cubría todo el vestíbulo y el salón. El silencio era casi absoluto, pues se podían escuchar nuestros y algunos crujidos de la madera del suelo.

Al lado de las escaleras que subían a la segunda planta había una estantería llena de libros. Hasta ahora no me había fijado mucho en el aspecto de mi casa. ¿Cuántos días he estado en ella? O mejor dicho, ¿Cuántas horas? Solo pasé aquí una noche. Entre varios libros observé uno antiguo, cubierto de polvo y con la portada arañada, como si hubieran escondido algo dentro de ella, intentando hacer un hueco que pudiera camuflar el objeto oculto. Tenía el título de "LA GRAN GUERRA DEL 12".

- He encontrado el libro de tus visiones, Blake. - le dije. Al limpiar un poco el libro, el polvo me hizo toser. Al abrirlo, la portada del libro pesaba bastante, más que una portada de cualquier otro libro, pero ignoré esto, ya que el libro llevaba aquí demasiado tiempo. Las páginas estaban amarillentas, y la letra era casi ilegible, pero aun así podía entender algo.

De pronto, un gritó inundó la casa. El grito parecía lejano, y no sabíamos de dónde podía venir.

- ¿Y si viene del sótano? - pregunté, muy asustado.- En la visión que tuve el sótano era la sala principal del "crimen".

- Puede ser... creo. - respondió Blake, muy pálido.

- Deberíamos bajar a inspeccionar. - dijo Stan.

- Pues yo me quedo aquí. No quiero bajar a un sótano oscuro por donde merodea un espectro. - contestó Blake.

- ¿Prefieres quedarte aquí solo? - pregunté.

- Sí... Espera, ¿solo? ¿Tú también bajas?

- Adiós Blake. - dije ignorando su respuesta y girando el pomo de la puerta que bajaba al sótano. L puerta no se abría.

- Esperad... La puerta está cerrada con llave. - dije.

- Pero el grito venía de abajo, ¿Cómo ha podido alguien bajar con la puerta cerrada? - preguntó Blake.

- Mm... ¿Abriendo la puerta y, al bajar, cerrándola? - dije irónicamente.

- Seguro que el espectro ha hecho esto. Hay que buscar la forma de bajar. - intervino el general mientras observaba toda la casa como si fuera a aparecer algo ahora. Estaba más tenso que el protagonista de una película de terror.

- General... ¿Qué hace? - preguntó Stan.

- Yo... Eh... Estoy... Estoy inspeccionando el terreno... Sí, eso... Tienes una casa muy bonita, Gabe... - dirigiéndose a Stan, el cual estaba empezando a reírse. - Vuelva al trabajo, Stan, y no se meta en mis asuntos. - respondió.

- ¡Vale! - dijo riéndose, mientras el general se moría de vergüenza.

- Esto disminuirá tu sueldo... - murmuró el general.

Todos nos pusimos a buscar una forma de poder bajar, excepto Blake, que vino en busca mía para... para nada, simplemente para no hacer nada.

- ¿Me dejas el libro? - me preguntó.

- No es momento de leer ahora. Luego te lo dejaré. - le respondí.

- Si no lo voy a leer... Bueno, a lo mejor lo miro un poquito nada más...

- ¿Y por qué no buscas una entrada al sótano?

- Porque ya la hemos encontrado, solo falta la llave que abre la puerta. - dijo.

- ¿Crees que hace gracia?

- Mm... ¿sí?

- Déjalo, y ponte a buscar la LLAVE DEL SÓTANO.

Blake intentó coger el libro a la fuerza. Al cogerlo, él se resbaló y el libro se cayó al suelo, de tal manera que la portada se rasgó en dos.

- ¡Blake! - exclamé.

- Solo quería cogerlo.

Recogí el libro del suelo. La portada esta completamente rota. En una de las partes pude ver una pieza brillante en el interior. Era una llave. Por eso la portada pesaba tanto.

Ya empezaban a caer algunas gotas de lluvia cuando un rayo cayó a lo lejos. Había una tormenta afuera. Yo cogí la llave y fui a la puerta del sótano. la cerradura era antigua, al igual que la llave, así que supuse que habíamos encontrado una especie de llave secreta o algo así, pero no: la llave no pudo abrir la puerta. Empecé a mirar alrededor, por curiosidad, para buscar la cerradura de esa llave. Todas las puertas de la casa, excepto la del sótano, habían sido arregladas, así que esa llave no serviría con ninguna puerta del piso de arriba.

- Gabe, mira. - dijo Blake, señalando el hueco donde estaba el libro. Detrás había una cerradura pequeña y oxidada. Metí la llave y la giré. Esta vez sí funcionó.

La estantería comenzó a vibrar y a producir un sonido de engranajes, y poco a poco se fue introduciendo dentro de la pared, hasta dejar descubierta una pequeña bajada que se adentraba en lo más profundo de la casa. De abajo provenía un pequeño susurro, pero no podíamos ver nada. La oscuridad invadía todas las escalera. Llamamos a los demás para que vinieran. El general, debido a lo de antes, se hizo el valiente entrando primero. luego fue Stan, después Aeryn, y finalmente Blake y yo.

Cada vez que bajábamos un escalón notábamos más la presencia de algo sobrehumano, extraño, anormal. Nos dirigíamos a lo que podía ser una muerte segura. "Espero que mi hipótesis sobre el espectro sea cierta..." pensaba mientras íbamos bajando las escaleras lentamente, y mientras nos sumergíamos en la oscuridad.

Lights OutWhere stories live. Discover now