D O S

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D O S

Como he dicho antes, el primer día de clases siempre es horrible, a pesar de que ya se me ha vuelto una terrible costumbre. Como cada mañana, debo alistarme para ir a la maldita escuela.

Mi hermano arranca el coche y nos dirige hacia el casi eterno aburrimiento. Otra vez, ninguno medió palabra durante el viaje. ¡Qué raro!

Nos bajamos del auto, pero alguien me detiene. Jason.

—Tay, no quiero que vuelvas a meterte en problemas de nuevo. ¿De acuerdo? —Ruedo los ojos. Ayer, al parecer, el director había llamado a mi papá por las cosas ocurridas. Sin duda, este tema no se omitió en la cena de ayer, frente a mis dos hermanos.

—Jason, soy una chica independiente. Sé lo que debo hacer y, comportarme así, es de naturaleza. No te preocupes, yo puedo manejarlo. Tengo todo bajo control —lo tranquilizo, aunque sé perfectamente que no iría a cumplir del todo la promesa. Meterme en problemas es mi pasatiempo favorito.

—De acuerdo, nos vemos a la salida. —Asiento y me cuelgo la mochila en mi espalda para irme a mi primera y no deseada clase. Castellano. Lo odio, es difícil aprender otro idioma y más, éste. Bah, en realidad, odio todas las materias. Excepto, educación física.

Voy hasta mi casillero y coloco algunos libros que no necesito.

Giro para ir a mi clase, pero como es de costumbre, me choco con Sinnombre.

—Hola, de nuevo. Parece que estamos destinados a chocarnos.

—No lo creo, apártate de mi camino —le digo rudamente. Es que, si no, no se irá y lo sé

—Oye, Chica Vómito, cálmate. ¿Sí?

—No me calmo nada. Ahora, si me dejas de joder de una maldita vez, me iré con gusto.

—Sabes que tarde o temprano nos volveremos a encontrar —afirma el muy estúpido. Por supuesto que no. La tercera es la vencida y, en este caso, la tercera es la última.

Entro al salón y me siento en el fondo. No he visto a Rachel hoy por el corredor. Igualmente, esta clase no la comparto con ella.

De golpe, un papel hecho bollo dispara en mi nuca fuertemente y lo atrapo. Tiene escrito:

"Chica Vómito, te dije que nos volveríamos a encontrar"

Sé perfectamente quién es el autor de aquella "carta". Del Chico Sinnombre. Me tiene cansada, no para de molestarme. Aprieto mis dientes de forma ruda para luego romper de a pedazos el papel, dejándolo hecho trizas en el suelo Acto seguido, mi ojos dan con su persona, desafortunadamente. No dudo ni un minuto en pronunciar mímicamente estas palabras:

"Estás muerto"

Okay, sé que no fueron las mejores, pero algo es algo. ¿No?

Él pone una mueca de susto. Más vale, cobarde. Tenme miedo, ya lo verás. Me las pagarás, tarado.

Por fin, termina la clase, por lo que me dirijo hasta mi casillero. Recojo mi libro de Matemática para la siguiente clase, justo en el momento en el que me encuentro a Alisson. ¡Qué raro! ¿Y su hermana?

—Hola, Alisson. ¿Rachel por dónde se encuentra? No la he visto por ningún lado.

—Oh, eso es porque se ha quedado en casa. Está enferma.

—No sabía... No me ha dicho nada. Luego, pasaré por allí. Gracias, Alisson.

—No hay de qué, Tay —dice marchándose al lado opuesto. Cierro mi casillero y detrás de él se halla mi hermano menor.

Ella es el chicoWhere stories live. Discover now