un día más

8 0 0
                                    

Las cosas pasarán como tengan que pasar, tal como estén escriras. Tal como el destino las disponga y nada lo puede variar. A no ser que tengas la suerte de toparte con el destino de frente, de poder cambiar los cables de sitio y de poder escuchar sus latidos. Poder definir su esencia y poder percibir el amor que siente por aquellas personas que se resistieron a sus insistencias y persiguieron sus sueños, que lucharon por sus creencias y hoy en día son gente importante. Aunque no son conocidos como tal, ellos son ellos y se sienten desafiantes y valientes, arriesgados e indomables. Impertinentes, pero a la vez educados.
Porque siempre está aquel sol que tiene su estrella,que le guía y siempre está junto a ella. Pero también está la pequeña e inmensa luna, que con sus defectos y sus virtudes, sus pesares y esos ojos que desprenden dulzura, esa mirada dispuesta a amar, a servir y a ayudar. Esa sonrisa a medio dibujar, que solo necesita que alguien muy concreto y especial la complete. Que la haga sentirse grande,y la ilumine, hasta que ambos lados de sus carnosos labios, toquen lo más cercano al borde del precipicio. Porque esta, nuestra amiga luna, se siente sola. Está loca de amor por un tal tierra que con su galardonía y su ego, su gran dignidad y su soberbia, conquista a todas las estrellas. Aunque es precavido y paciente y siempre está  dispuesto a escuchar. Desgraciadamente, a penas presta atención a la insignificante luna que lo único que quiere, es que le dedique una sonrisa llena de esencia y de miles de sentimientos entrelazados, que a la vez se cruzan para formar un solo amor. Pero no es tanto, y tierra no participa en este juego. Luna está desolada y cree que lo pierde. Nadie sabe lo que pasará. Eso solo lo conoce nuestro amigo el destino, que prendado de la belleza de quienes le desafían, solo espera no tener que cumplir lo que tiene previsto para cada uno. Espera que alguien cambie sus planes de orden, de acción y sobre todo de sentido y le arrebate sus ideas para modificarlas y convertirlas en algo grande. Por eso, de luna depende actuar o no. Conocer el momento preciso para mirar al destino a los ojos chispeantes de ilusión y con ansias de ver su partida, y alzar su propio castillo y dibujar su propio sueño con sus suspiros y todo el cariño que lleva acumulado en lo más profundo de su alma. Y aunque vaya en su contra, el destino siempre ayudará a aquellos soñadores que amen lo que aman y por ello lo defiendan, que sepan cómo hacer para construir su vía y llegar al fondo del tunel. A aquellos para los que no haya un imposible y su límite sobrepase el cielo, e incluso los confines de la tierra. Para quien el universo se le queda pequeño. Él les tenderá una mano y hará todo lo posible para que un deseo que espera un fracaso tenga un final victorioso...
(...)
Cuando una pequeña luz victoriosa, surge de entre las penumbras, cuando una fuerza indescriptible se genera a partir de lágrimas desgraciadas. Cuando el sol sonríe, tras haberse escondido del mundo y haber llorado mares y océanos, que finalmente decide salir y enamorar, y gritar y sobre todo brillar. Podemos llegar entonces a la conclusión a la que todos queremos llegar. Que estamos en la cumbre de lo que denominamos felicidad. Que estamos saciados de deseos, y repletos de objetivos pequeños, que se unen, formando una gran estrella de sueños por perseguir.
Que si sonreimos, corremos el peligro de quedarnos así toda la vida. Que si caminamos, jamás pararemos. Nuestros pies quieren ver mundo. Nuestra alma quiere ser libre y nosotros, sencillamente nos dejamos llevar.
Si en algún momento de tu vida, te despiertas y te topas con el deber. Si te chocas de bruces con la necesidad. Si paso a paso te abres camino hacia un mundon anormal, con gatos sonrientes, sombrereros presos de la locura, y con reinas histéricas cuyo pasatiempo más preciado es el de decapitar.
Si en cambio, tu vida finaliza en un lugar rebosante de paz, donde volar es lo normal. Donde un pirata con garfio, a salvo está en una prisión. Y si un pequeño capitán de barco, con pocas ganas de crecer, acompañado de su fiel amiga, que revolotea con sus zapatitos de punta y polvo de hadas, te llevan hasta el país de las sirenas, déjate llevar.
Porque hay muchos caminos. Las mentes son abiertas. Miles de cuentos se mezclan. Miles de historias se narran. Estudios y conocimientos se acumulan y montones de recuerdos se enmarcan.
La mente es algo complejo, que a duras penas podemos relacionar con un reloj. Conforme pasa el tiempo, cosas nuevas ocupan nuestra mente. Tic-tac, y en un suspiro, nuestras cabezas ya echan humo del desorden al pensar.
Si abrimos el baúl del rincón de nuestro corazón, donde guardamos los secretos, posiblemente nos hundamos lento y pacíficamente, sin a penas percatarnos. Al habernos chocado con un insignificante iceberg, que con las características de un ratón , se abre paso en tu vida, mordisqueando tus sentimientos hasta alcanzar tu corazón.
Cuidado. Pues hasta el más parecido a un amigo puede darte la espalda y empujarte hacia el vacío. Puede apuñalarte por la espalda y herirte de muerte. Desterrarte de su vida. Dejarte fuera de su alma con una maleta repleta de mentiras y traiciones y con una nota de 'Buen viaje'.
Sencillamente consiste en conocer. Saber. Definir. Intuir. Pensar y elegir. Sobre todo elegir. Los amigos son la familia que eliges. Y en una familia hay confianza, hay amor y no hay secretos. Como tampoco traiciones ni empujones a la nada. Esas cosas que se esconden en un baúl sin guardadas con una llave y con mucha cautela.
Tienes que aprender a encontrar a esos buscadores de tesoros, que merezcan tu llave y tu cariño,para poder encontrar tus cosas buenas y también tus cosas malas. Para poder ayudaros. Y será entonces y sólo entonces, cuando abrirás la boca sin miedo a hundirte. Cuando te encuentres a ti mismo.
Felicidad. Una palabra muy extensa que se compone de nueve letras para ser exactos. Y que abarca muchas cosas. Podemos empezar por el baúl, recorrer la mente, la imaginación y las expectativas. Parándose ante la fidelidad y la amistad, tomando una taza de chocolate con la familia de verdad,  y llegando por fin a las buenas costumbres. Como calentarse los pies en el radiador en invierno y respirar el olor a tierra mojada en días de lluvia. Así, habrás llegado a tu meta.
(...)
El otro día veía una película. No recuerdo el nombre. Solo sé que me impresionó mucho.
Trataba de chico conoce a chica. Y chica conoce a chico. Pero no es una historia de amor. Narra la relación entre estos dos y sus baches. Sus tonterías y sobre todo, se refleja el amor en sí.
Ella no estaba enamorada. Él en cambio daría la vida para hacerla feliz.
El mundo no es una fábrica de conceder deseos. Es más, encontré el sentido de la mentira. El mundo está lleno de ella. En todas partes vemos carteles de modelos con un cuerpo perfecto, cara perfecta y una belleza impactante. Un anuncio de una modelo de unos treinta años máximo anunciando una marca de crema rejuvenecedora. Cada vez hay más personas engullidas por la mentira más mentirosa y engañosa.
En la película, él quería ser arquitecto pero trabajaba diseñando tarjetas de todo tipo con logos pegadizos y con esencia. Descubrí que todo es una farsa. Escriben palabras que significan los pensamientos de la personas que las compran porque no saben expresar esas palabras. Les ponen en los labios lo que no saben decir en vivo y les ayudan a superar problemas o compromisos. Pero esas  frases no son suyas, sino de una compañía que gana dinero haciéndolas. Sencillamente tenemos que aprender a expresar lo que sentimos sin necesidad de esquemas, ni de tarjetas ni mensajes. Con el sencillo uso de la palabra. Aunque cada sílaba se te atasque en la garganta hay que saber recojerla y llevarla hasta el sonido. Saber decir lo que pensamos y mantener una conversación lógica y sin nervios. Respirando y desahogando. Desatando nudos y enlazando besos. Con el sencillo uso del lenguaje en el propio sentido de la palabra.
Cambiando de punto, también nos habla en la película del destino y las casualidades. Aún no entiendo muy bien ninguna de las dos cosas. Es algo muy abstracto que nadie puede saber a ciencia cierta y depende del pensamiento de cada persona. Al principio se hablaba del destino y la existencia de un plan para cada uno que tiene todo a disposición de quien quiera llegar.
Al final, se llega a la conclusión de que la realidad se basa en casualidades. Ahora quiero que os paréis a pensar. Y si hubieseis nacido en otro lugar, qué hubiese sido de vuestros amigos, qué hubiese sido de sus vidas, qué hubiese sido de la vuestra propia... Y si en vez de vivir en un bloque cinco hubiseseis vivido en el bloque de al lado, quién sería vecino del amigo de la infancia. Y si en vez de haber nacido ese día en ese año, hubieses nacido un año después, qué hubiese pasado. Y si en vez de llamarte como te llamas tw llamaras de otra forma. Y si ni fueses quien eres. Y si en vez de juntarte con los que ahora tienes a tu lado te hubieses hecho amigo de los más raritos. Y si tu vida fuese completamente diferente. Y si en vez de ir al bar donde conociste a tu marido o tu mujer, vas al restaurante de al lado. O vas pero cinco minutos más tarde. Y si y si y si... La vida está llena de 'y sis'. Podría haber pasado cualquier cosa. Hay miles de vidas que podrían haber sido vividas y no lo han sido.
Mucha gente puede relacionar esto con el destino. Consideran que todo está relacionado con lo predestinado. Lo que a cada uno le corresponde porque está decidido que es así.
Sencillamente no tiene por qué. Imaginemos que en el mismo momento en que te das cuenta de que estás enamorado de la persona que tienes en frente, hay otra más cerca, que siente curiosidad por conocerte. Y después te encuentras a esa persona en el momento en que entras a comer a una cafetería, y sin ninguna razón en particular empezáis a hablar, y te das cuenta de que esa persona ha estado antes en algún sitio cerca tuyo. Y lo recuerdas. Y la recuerdas sentada en el banco de al lado. Leyendo y lanzándote miradas furtivas. Envidiando a la persona de la que estás enamorándote. Y entonces todo cambia. Tu mundo ha dado un giro porque has encontrado a una persona desconocida y la has convertido en conocida. Habeis compartido el mismo parque. Os habéis visto y no habéis sentido un especial deseo de conversar. Sois dos personas completamente ajenas. Pero de repente ese nadie se convierte en tu todo cuando menos te lo esperas. Por simples casualidades de la vida...
(...)
Y me pregunto si tú harás lo mismo. Si te conectas solo para ver cuando lo usé yo por última vez. Solo para ver mi foto o mi estado. Solo para dudar de tu decisión. Me preguntó si te plantearás el hablarme. Si se te dibujara esa sonrisilla tonta cuando me encuentras. Si te darán tentaciones de hablarme y por orgullo te callas. Me pregunto qué pensaras de mí. Si sabrás lo que yo siento si tú sientes igual. Si cada vez que hablas conmigo todo lo demás te importa un comino. Si cuando ves que me preocupo te entran ganas de preocuparme. Me preguntó qué te plantearás en tu cabeza. Que querrás hacer. Qué dirás de mí. Si te acuerdas de que existo. Si solo te ríes de mí. Si me quieres de alguna forma o ni siguiera te molestas en pensar. Si cada vez que oyes mi nombre, me imaginas y te hace sentirte especial. Si alguna vez quisiste algo si todo cuando pienso es verdad. Si debo estar confundida o no debí esperanzarme... igual... Te echó de menos. Y no te puedo ver. Vives muy lejos de mí y yo me pregunto, ¿¿¿tendrás miedo a perder???

(...)
Un día de septiembre te despierta el ensordecedor ruido de un despertador que se ha tomado un par de meses de vacaciones y que , como todos, debe volver a su oficio.
Pues bien. El verano para entonces ha terminado. Tus vacaciones han llegado a su fin. Este mismo día del que hemos empezado hablando, irás a tu escuela o instituto, estrenarás varios cuadernos y conocerás a lls distintos profesores. Día completado.
Al día siguiente harás una media de lo mismo. Irás a clase conociendo ya a los profesores, los bolis y cuadernos estarán un poquitín más gastados que el día anterior, y tú volverás a casa con una pila de deberes y sueño. Sobre todo sueño.
Esto mismo sucede a la siguiente mañana, y a la tarde sucesiva y a la que continúe a esta misma.
Nuestra vida es repetitiva. Nos despertamos, desayunamos por necesidad, vamos a clase, aprendemos, después comemos y más tarde volvemos para aprender más. Luego llegas a casa y te toca recordar una por una todas aquellas cosas aprendidas a lo largo del día y aplicarlas a los ejercicios. Te duchas y por la noche cenas y por último te relajas, haces lo que te gusta hacer por las noches y a continuación duermes. Una vez así y otra vez de la misma forma. Todo seguido. Sin descanso.
Es cierto que no todos los días son iguales. Cada día aprendes cosas nuevas, escuchas nuevas historias,hablas de diferentes temas y acumulas información nueva. Es cierto que cada día brilla de una manera diferente y es verdad que un día es único. Que nunca vas a poder vivir lo mismo. Que si no lo vives tú, si no lo haces tú, nadie lo hará nunca.
Simplemente, sencillamente, lo que quiero decir, es que absolutamente todos los días de la semana siguen una misma estructura. Además tienes hasta un horario hecho y lo mejor es que tu cuerpo se acostumbra a ello, así que podemos decir que nuestro cuerpo lleva incorporado ese horario.
Cada día,tenemos las mismas clases que ese mismo día de la semana anterior, y que la anterior y que la anterior. Y que seguramente la primera semana del curso.
De este modo, llegamos a los fines de semana. Que por supuesto son diferentes aunque iguales. Te levantas más tarde, haces lo que tengas que hacer, y lo más probable,es que como toda adolescente normal, por la tarde salgas por ahí con tus amigos y no vuelvas a tu casa hasta la noche. Luego tenemos el domingo,que por lo general,suele ser un día sin mucho intrígulis en el que haces lo que no has hecho. Los deberes.
Obviamente también hay una tarde del viernes que dedicas a salir pero llegamos a lo mismo. Es algo monótono. Aunque cada lunes es diferente tanto del martes como del lunes siguiente,y este lo es del viernes y de prácticamente todos los días del año.
Algunos sábados estudias más, otros menos, otros no sales, otros sales mucho, algunos cenas por ahí, otros vas al cine, y cada día, tus amigos te sorprenden con algo nuevo. Y cada día,es mejor. Y cada día te haces más fuerte. Más de lo que ya eras. No es igual. Solo siguen una misma forma.
Supongo que entendéis lo que quiero decir. El ser humano se acostumbra a algo y ya es muy difícil sacarle de ese algo. Porque nos da miedo el vacío. Nos asusta lo nuevo. No queremos saber lo que nos depara el futuro. Pero aún así somos aventureros e investigamos. Y aprendemos. Y mejoramos. Miles de personas pasan por tu vida a lo largo de los años. Muchos se bajan de tu tren,otros pocos aguantan agarrados a las agujas de tu corazón hasta llegar a la última parada. La muerte. Con esas pocas personas que como mucho abultan una mano y otro poco de la segunda.
Personas que siguen a tu lado a pesar de todo. De cualquier cosa y de cada circunstancia. Y esas personas son las que tienes que conservar y en las que te tienes que apoyas para continuar cuando las fuerzas te fallan.
Y a esas personas, las conoces tú mejor de lo que crees. Y esas personas,te conocen a ti mucho mejor de lo que piensas.
Y tus padres,te conocen más que cualquier otra persona de este mundo. Aunque es cierto que ningún padre llega a conocer a sus hijos del todo. Siempre hay algún detallín que se le escapa.
Y más tarde, están las personas que tienen una idea superficial de ti y se creen que por ello te conocen lo suficiente como para hablar de ti. Y finalmente están todo aquel cúmulo infinito de personas que ni siquiera sabe de la existencia de cada uno.
Todo esto nos lleva a darnos cuenta de lo complejo y a la vez sencillo que es el cerebro humano. Todos reaccionamos ante algo. Pero no todos de la misma forma.   Ante un incendio , todo el mundo nos asustamos. Algunos se limitan a gritar , o se desmayan, otros intentan apagarlo...
Ante el amor, a nadie nos pasa indiferente. Algunos lo buscan, otros lo encuentran, otros son muy lanzados y otros no lo son tanto.
Cerebro humano, cuerpo humano y conciencia actúan a la vez. El cuerpo se acostumbra. El cerebro actúa según las circunstancias nuevas a las que se tiene que acostumbrar y la conciencia opina cuando algo diferente pasa en tu cabeza. Un día es de la misma forma que el día siguiente,pero son diferentes.
(...)
Tarde de reflexión. Para aqueos románticos alocados que busquen un sueño que seguir. Aquí OS lo dejo un besazoo

una parte de míWhere stories live. Discover now