T2/Capítulo 52 - ☀️⭐️

2.2K 270 26
                                    


—Esto se lo contaré a los demás...— musitó divertido Deidara, viendo a los dos Jinchūrikis frente a él.

Naruto y Touya se dedicaron una última sonrisa, antes de que el rubio se levantara y la pelinegra mirara hacia Deidara —Oye, nii, por cierto, ¿qué haces aquí?

—Te alegras tanto de verme— suspiró el artista, antes de mostrar su muñeca hacia Touya.

Sakura, Obito, Naruto y Touya se acercaron —¿Qué tiene su muñeca?— preguntó Sakura.

—¡La pulsera, Imouto! ¡La pulsera, hum!— exclamó Deidara.

La pelinegra dio un pequeño brinco, recordando su tan explícito kekkei genkai de pixeles —¿Desapareció?

—Hum— respondió el rubio, asintiendo —El equipo Akatsuki y yo estábamos evacuando a gente de las aldeas cercanas, cuando de la nada las pulseras desaparecieron. La mayoría se alarmó un poco, pero al final dejamos a los demás cuidando de la gente y sólo vinimos Itachi y yo, hum.

—¿Itachi?— susurró Obito.

—¡Ya veo! ¿Y dónde está Itachi-san?— cuestionó Touya.

—Cuando llegamos, lo primero que nos encontramos fue a tu amiguito raro medio muriéndose— trató de explicar Deidara, recordando que al llegar al campo de batalla, vio como Karin hacía un show al ver al azabache lastimado. Chasqueó los dedos —¡El hermano de Itachi, Sasuke!

—¿Qué?— Exclamó Naruto.

—¡¿Sasuke-kun?!

—Entonces Itachi se quedó con él, y como mal presentimiento que tenía, me mandó a buscarte. Fue por eso que llegué aquí, hum— terminó el rubio su relato, asintiendo varias veces.

—Ya veo. Gracias— Touya le dedicó una sonrisa, mientras daba dos pequeños golpecitos en su cabeza —Creo que va siendo hora de volver'ttebane...

⭐️⭐️⭐️

—¡TE MATARÉ!

La Gudōdama salió disparada a gran velocidad, en destino al hombre gravemente malherido en el suelo. De la nada, una voz femenina que era irritante ya para Madara, se hizo presente —¡Hya!

Naruto sonrió y se acercó al hombre del suelo, mientras que Touya todavía se mantenía un poco en el aire por la fuerza que causó patear a la bola negra de chakra. Se acercó cuidadosamente —Cejotas-sensei...— musitó. Se acercó y posó su derecha sobre el pecho de Guy. Al despegarla, una esfera blanca se podía ver perfectamente, estaba avivando el chakra del Jounin para evitarle su muerte.

—Gracias por eso— agradeció Touya, a la vez que se acercaba tranquila —Yo perdí mi sol blanco hace tiempo, y no sé todavía muy bien cómo usar estas...— miró sus palmas, donde las marcas de estrella seguían allí.

—Heh, no hay problema'ttebayo— respondió el rubio. La pelinegra parecía que iba a decir algo más, sin embargo, volteó su vista hacia las espaldas de ellos. El Uzumaki también volteó.

Madara se levantaba herido del suelo, con una expresión un tanto indignada y tal vez desconcertada —Naruto, Touya...— murmuró él —No— negó antes de seguir —, ustedes son ligeramente distintos...

—Sí, a mi también me parece raro...— respondió Naruto —¡Pero ahora creo que podemos cambiarlo todo!— sonrió a la vez que levantaba su puño. Se veía lleno de energía y determinación.

En su mundo; t ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora