Diario de una Psicópata

Capitulo 8

Ya no tenia alma,los demonios se apoderaron de mi,tomaron mi cuerpo,soy su marioneta,ya no había ni una pisca de luz en mi interior,todo era obscuro,mis ojos reflejaban toda la maldad,crueldad,y sed de venganza que podría haber en una persona.

Ya no cabía ni un solo demonio mas en mi,ellos me controlan a su antojo.Sin ellos no soy nada,ellos me dan fuerzas,maldad,y todo lo malo que venga de ellos,esta en mi.

Mis fracciones físicas cambiaron,dejando salir a el demonio mas poderoso dentro de mi.

-Ahora es mi turno-hablé dejando salir varias voces de fondo,logrando un coro demoniaco.

Ella lloraba sin para y se podía ver el miedo que esta sentía,le estaba consumiendo de una manera única a la que ella nunca había sentido o experimentado.

Sentí una gran satisfacción al verla. Sus ojos reflejaba el miedo y terror de tan solo mis demonios hablar.
Al fin la tenia como quería,Ella temblaba de miedo,y me suplicaba a gritos que no le hiciese daño.

Yo muy paciente,espere a que se callara,mientras en mis manos sostenía un objeto filoso y brillante,pidiendo a gritos poder bailar sobre su piel.

Su perfecto rostro estaba bañado en sus lágrimas y mostraba confusión y miedo,mientras miraba de un lado a otro,tratando de localizar me entre la obscuridad.

Que idiota,yo que soy parte de la obscuridad,¿Como me dejare ver?.

-¡Eres una psicópata!,¡Estas loca!.-Gritaba ella en el aire.

Pequeñas carcajadas se escaparon de mi boca,mientras esta volvía a temblar de miedo.

-Solo queremos llevarte al infierno,y que tu alma sea encadenada para siempre-Hablaron mis voces interiores haciendo un coro espeluznante,para luego ella gritar.

-Vamos querida,dime algo que no sepa,esto que soy ahora lo causaron ustedes,y pagaran por ello.-Mis palabras de tan solo escucharlas se notaba a legua lo frías y amargas que eran.

Esto no le dolerá tanto o ¿Si?-Pensé

Me acerque a ella,a pasos cortos pero firmes y le susurré lo siguiente;

-Las personas como tu,deben estar en el infierno,no mereces estar aquí,tus sucias manos tocaron lo mas preciado que tenia,y la destruyeron.

Entonces tome el objeto con mas fuerza y firmeza y fui cortando sus muñecas lentamente,mientras esta gritaba de dolor.

Gota tras gota fue decorando el suelo y llenando cada espacio de el suelo,hasta que se pudo notar una estrella satánica de bajo de ella.

Sus dos muñecas tenían heridas muy profundas, logrando llenar hasta el tope,la estrella trazada en el suelo.

Su cuerpo estaba débil e incluso si la golpeaba en el abdomen no haría ni un mínimo quejido.

Su cuerpo colgaba de aquellas cadenas casi sin vida.

Busque velas blancas,negras y rojas y las encendí haciendo un circulo al rededor de ella y la estrella.

-Que...¿que haces?-Logró decir.

Sonreí.

Ya estaba casi en su punto perfecto.

-Haciéndote un favor. Te iras donde perteneces, al infierno.

-Emelinda.