Diario de una Psicópata

Capitulo 1

Justo ahora me encontraba en un hospital psiquiátrico. De algún modo esos parásitos llamaron a la policía y llegaron a la casa antes de poder escapar. Me atraparon y me tomaron por loca. ¿Acaso esta mal clavar un pedazo de cristal a mi compañera de celda en su ombligo,  asfixiarla y ver como se escapaba su vida? ; Había cometido ya varios asesinatos en la cárcel,  pero ellas se lo buscaron,  me querían tocar.

-¡una vez más te pregunto, ¿Donde esta sara? - Me cuestionó la mujer de unos 45 años de edad.  Traía su bata blanca como siempre y sus lentes color rosa que tanto odiaba.

-Y yo le dije que se la llevaron ellos,  ellos le querían, mis demonios querían su alma. - Me defendí.

Cerro sus párpados y respiro hondo,  se notaba que estaba molesta,  ¿creía que le estaba mintiendo?

-Sabes que tienes problemas muy serios ¿Verdad?

-Todo valió la pena. - Respondí indiferente.

- ¿Porque lo hiciste?  No eres quien para quitarle la vida a alguien y mucho menos desaparecer los cuerpos.  Eres una psicópata,  sociópata,  de problemas extremos y depresión avanzada,  alucinaciones y adicta a las drogas.

-Y ¡¿Quien eres tú para juzgarme?! ,  no fue a ti la que te violaron teniendo un embarazo y abortarlo por los golpes que me ocasionaron. No fue a ti a quien torturaron, quemaron y mataron al padre de mi niña en mi cara. No fue a ti la que mataron.- Grite con furia,  no aguantaba más,  ¿Como no podían entenderme?
- Pero volví a la vida - Dije más calmada mirando fijamente a algún lugar de la pared.  Sonreí.  - Ellos se presentaron ante mi,  vieron el dolor y el odio correr por mis venas.  Me devolvieron la vida a cambio de mi alma y la de los demás. Todo aquel que me haga daño o tan solo quiera hacerlo,  pagará las consecuencias.  - Termine de hablar esta vez mirando a la doctora a los ojos para luego reír. Hice que mis ojos cambiaran a un negro intenso, mis demonios necesitaban sangre, su sangre, su vida, su alma.

La cara de la doctora palidecio
No se movía, ni siquiera parpadeaba. 

-¡Guardias! - Grito. De repente se puso muy nerviosa y yo solo la observaba con diversión.  -¡Guardias!

*Ya todo está listo.*

Sonreí de lado. 

-Chasquie la lengua- No todos pueden quedar vivos luego de saber toda la verdad. - Mis manos estaban atadas,  pero mientras ella estaba atenta a lo que yo decía,  ya yo me estaba desatando. 

-¡Guardias!, ¡No!, ¡No! - Grito de desesperación mientras la aprisionaba en la pared para asustarla y observar la habitación.

- A ver. -Fingí pensar - ¡Ah! ¿Recuerdas todas las agujas que inyectaste en mi cabeza?  ¿Cuando me usaban de rata de laboratorio? ¿Recuerdas las hermosas cargas eléctricas que me dabas? Ese sabor a sangre con cuero.  -Pregunte descaradamente mientras buscaba en su oficina algún tipo de artefacto filoso a mi favor.

-Yo...  Yo solo lo hice para que estuvieras mejor,  yo... - No la deje terminar de hablar.

-Shh,  esto solo dolerá unas horas nada más. - Dije observando una cuchilla que encontré en su cartera. - Que comience el juego.

- Emelinda.

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Hola mis bellas y hermosas metes perversas!!  😏

¡Espero y les aya gustado! 
Pronto subiré los último capitulos de ¡Diario de una Psicópata!

Estoy ansiosa de saber que opinan ustedes. 

¡Les mando un beso enorme!

Muchas pero muchas gracias por llegar hasta acá con migo,  en verdad lo aprecio muchísimo!

LOS AMO!! 

-Jules.