Me pongo un poco nerviosa nuevamente; una especie de nervios mezclados con ansiedad y ganas por conocer más. Luego de agarrar mi bolso acelero el paso para alcanzarlos y no quedarme atrás, y entonces entro por la enorme puerta. Jota saluda a un tipo que pasa por allí, y cuando se separan, logro ver a Danna apoyada de brazos cruzados contra una pared. Se despega al vernos y se acerca, dirigiéndome una sonrisa amigable.
-Me quedé aquí a esperarlos -dice.
Se pone a hablar un poco con los demás. Yo sólo me percato de que el salón es gigante, también las ventanas en forma de arco. Las paredes son altísimas y de un ladrillo suave de color marrón, y todos los bordes metálicos y las decoraciones son negros. No hay cortinas ni alfombras, ni nada que pueda ser fácilmente inflamable. Es un estilo limpio y prolijo, en mi opinión.
-Audrey -exclama alguien.
Me volteo con un sobresalto y me encuentro con la expresión divertida de Danna. Ese grito pareció haber sido el tercero que me dirigía.
-Estaba diciendo que deberíamos seguir -continúa.
-Oh -mascullo, tratando de concentrarme-, sí. Claro.
Intercambia una mirada con Fénix y entonces vuelvo a odiar el no poder entender sus mensajes visuales.
Caminamos en grupo y nos metemos por uno de los tantos pasillos que salen desde el salón de entrada. El techo se hace más bajo y la oscuridad se incrementa a causa de la falta de ventanas. Algunas personas pasan por nuestro lado, pero son muy pocas aquellas que nos dirigen una mirada peculiar. Casi nadie se detiene a verme en mí, sino que tienen más impacto al verla a Danna, a quien tratan de esquivarla con sumo respeto; a Ashley para tratar de no toparse en su camino... y a Fénix. Es difícil explicar cómo reaccionan aquellos que llegan a echarle el ojo en el breve momento en que pasamos juntos por el pasillo. Confundidos, más que nada, y un tanto sorprendidos; aunque no todos parecen conocerlo. Él camina de lo más normal, o así lo hace parecer. Nunca se puede saber qué es exactamente lo que pasa dentro de su cabeza; ni siquiera puedo leerle el rostro o descifrar una mirada.
-¿Y adónde vamos ahora? -Pregunto, distrayéndome otro segundo con las hermosas lámparas de pared y su tenue luz- ¿Haremos un recorrido?
-Eh... -vacila Danna, ladeando la cabeza- eso tendrá que ser después. Hay ciertos horarios que debemos cumplir aquí; ahora mismo la gran mayoría está en el comedor común, aunque algunos ya habrán terminado o no habrán querido ir -sacude la cabeza, percatándose de que no es necesario explicarme aquello-. En realidad, lo primero que nos ordenó Kendrick en cuanto se llevara a cabo tu llegada es que fueras a hablar con él.
Aferro con más fuerza el bolso mientras un leve escalofrío me recorre la espalda.
-¿Ya? -Suelto, con un hilo de voz- ¿Y qué me preguntará?
-No es un examen -replica Jota con gracia-, tranquila. Seguro que sólo quiere que tengas una bonita bienvenida.
Fénix bufa. Danna le echa una mirada un tanto fulminante, reprimiéndolo por su irrespetuoso gesto. Apenas lo escuché, pero parece que el resoplo le salió más fuerte de lo que esperaba. De todos modos, le dirige a Danna una expresión seria, carente de arrepentimiento. Desacelera el paso, quedándose atrás del grupo mientras nos sigue con la cabeza gacha y las manos en los bolsillos.
-Te he hablado de Kendrick -me dice Danna, haciendo como que nada pasó-, ¿recuerdas? Y te dije que era un buen hombre; espero que confíes en mi palabra.
Pues, bueno, puedo confiar en su palabra pero aún no he visto ni hablado con quien lidera el Gremio, así que todavía es muy temprano para darle una buena o mala reputación por mi parte.
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Hawa: Debemos salir a flote | #2 |
FantasyCOMPLETA - PRONTO EN LIBRERÍAS. Tras los intensos acontecimientos que han ocurrido últimamente, Audrey recibe la noticia de que deberá asistir al Gremio de los Ignisios para aprender a controlarse y a dominar sus inestables poderes... aunque quizás...