Capítulo 41 (Parte 1/2)

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—¿Cómo es eso de que vienen? —pregunta Marshall— ¿Aquí?

—Sí, aquí.

Fénix da unos pasos por la pequeña sala y Frank lo sigue con la mirada desde la silla.

—¿Qué dijeron, exactamente? —quiero saber.

—Que no le hiciéramos nada —responde él, haciendo un ademán hacia el sublíder—, que no atacarían. Parecían no estar muy seguros sobre si es cierto que estamos con él, así que... —inhala— así que dijeron que vendrían a hacer un trato.

—¿Un trato?

Marshall le pega una bofetada por detrás a Frank y éste se ve obligado a inclinar la cabeza. Un golpe innecesario, probablemente.

—¡Cómo vas a decirles dónde estamos, maldito...!

—Ya está hecho —lo interrumpe Fénix, con un aire agotado pero sin perder la oportunidad de dirigirle una mirada asesina al hawa—. Vienen ahora.

—Al menos vienen aquí y no al Gremio... —suspira Ashley cerca del televisor.

Luego de comentar aquello, creo que soy la única que nota cómo Frank ladea la cabeza. Arrastro la vista, otra vez hacia aquella botella de cerveza que salió volando por el suelo, hacia aquella televisión que sigue encendida...

—Eres un líder menor —suelto, y lentamente nuestro prisionero comienza a prestarme atención—. Tus superiores a los que sirves y tus inferiores a los que ordenas están marchando al Gremio, ¿y tú estás aquí? ¿Bebiéndote una cerveza mientras ves la televisión, aparentando estar tan cansado?

Fénix se me queda viendo, con aquellos irises claros que parecen ser capaces hasta de atravesar la tenue luz anaranjada que lo tiñe todo.

—¿Es cierto que atacarán esta noche, o no lo es? —insisto acercándome al hawa.

El hombre no me contesta, porque prefiere morderse un poco el labio y echar la cabeza sobre el respaldo de la silla. Entonces, Ashley explota y se acerca a él de una zancada.

—¡Asquerosa basura inmunda...!

—¡No!

Ash se ve interrumpida por los brazos de Fénix que la detienen, y menos mal que Marshall también se contiene porque habría sido capaz de reaccionar igual que ella y yo no podría contenerlo así como Fénix hace con Ashley. Ella sacude un brazo hacia el hawa envuelta en una impulsiva reacción brutal, pero Fénix la empuja levemente hacia atrás y la hace tambalear hasta que se tranquiliza un poco.

—¡Sabía que lo haríamos llamar! —Exclama ella, señalándolo con un dedo acusador— ¡Lo sabía y dijo que era esta noche para salvarse el pellejo!

—¡Ya lo sé, Ashley! ¡Ya lo sé!

A Frank se le escapa una pequeña sonrisa, casi imperceptible, y entonces ella le escupe en medio de la cara.

—¡Ashley! —añade Fénix, obligándola a detenerse— Ya está hecho, y si quieres hacer algo útil, ve y llama a Danna... Avísale que estamos aquí. Avísale de todo esto, que traiga gente —poco a poco su voz se va apagando hasta convertirse en un bajo susurro—. Ya no podemos seguir con esto solos.

Tartamudeo un poco para intentar impedirlo, pero Ash se escapa hasta la cocina con su celular en mano tras un largo resoplido. ¿De verdad piensa llamar a los ignisios? ¿De verdad no piensa que esto podría terminar en una confrontación?

—Fénix —digo por lo bajo—, ¿estás seguro? ¿No crees que sería mejor que nos fuéramos? Lo dejamos aquí, todavía hay tiempo...

—No —persevera él, y su voz me corta las palabras—, no voy a dejarlo aquí. Además, primero pienso sacarles toda la información que pueda obtener.

Hawa: Debemos salir a flote | #2 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora